Campamento stark
Algún lugar al Norte de Noruega
La primera helada del invierno cayó con una furia ensordecedora mientras los animales se refugiaban tanto como podían y los niños stark jugaban alborozados con la nieve fuera de las tiendas. No era propio de su raza disfrutar del frío, pero la sangre hirviente que les corría por las venas los ayudaba a soportarlo, incluso con el tiempo habían logrado adaptarse a las bajas temperaturas, escondiéndose en lugares tan gélidos que sus enemigos jamás los imaginarían allí.
Sólo dos infantes se mantenían recluidos junto a las brasas del fuego, sin salir apenas al exterior: Evelett, porque no era capaz de soportar temperaturas tan bajas, y Scott, que no salía por no dejarla sin compañero de juegos.
En muchas ocasiones, mientras la nieve se agitaba
Dominic no vació un segundo antes de extender el brazo derecho y ofrecer a Moyra la mano que ella le había pedido. No era parte de su personalidad mostrarse indeciso cuando la situación requería actuación inmediata, y definitivamente las circunstancias se mostraban alarmantes.Sean había traído hacía apenas unas horas las noticias sobre la reunión del Concejo, y Nanybell había llegado poco tiempo después para confirmar el estado de peligro. El primer momento de crisis real se desataba frente a sus ojos y la anciana stark había preferido por lo pronto enterar solo a quienes pudieran ayudar a resolverlos con efectividad.Lo primero era tener plena certeza de que las intenciones de Ius involucraban un ataque verdadero a una de sus familias y que no era solo una forma de intimidar a los rectores de las Razas con otra demostración de su poder. A la regente stark no le asombró e
Algún lugar de la frontera con SueciaHubiera podido asesinar sin un ápice de vacilación al craig uniformado que la seguía desde hacía una hora, pero una mantri tan antigua como ella debía el respeto de su Raza a su conocimiento, y nadie mejor para saber que muchas veces el exterior no tenía demasiada convergencia con el interior.De cualquier manera prefirió no arriesgarse, y sólo cuando el corazón latente más cercano estuvo a leguas de distancia se dio la vuelta, perdiéndose entre un laberinto de blanquecinos arces. El craig se detuvo, husmeando con vivacidad la dirección de sus pasos, y luego esbozó la sonrisa velada del maestro orgulloso. Giró sobre sí mismo y miró al rostro sereno y grave de la mujer -que hacía tres segundos se había colocado silenciosamente a sus espaldas- antes de dedicarle un saludo carente
Campamento starkLa punta de a lanza pasó silbando a tres centímetros de su hombro izquierdo y fue a clavarse con denodada fuerza en el tronco de un pino. El árbol, demasiado joven al parecer, fue atravesado de un lado a otro, mostrándole a Lara la suerte que hubiera podido correr su endeble cuerpo de no haberse movido a tiempo de la trayectoria del arma._ ¡Lenta!La voz perentoria de Brago la hizo saltar por segunda vez mientras la lanza volvía al ataque, en esta ocasión alcanzando la parte inferior de su gabardina y rasgándola por completo.El próximo golpe no se demoró ni siquiera una fracción de segundo. Lara lo esquivó con el dorso de uno de los kris, y con la ondulada hoja de la otra daga indonesia desvió el peligroso argentio lejos de sí. No hacía falta preguntar por qué el Primer Oficial usaba armas d
Algún lugar en la frontera Norte de NoruegaBoogs apenas tuvo tiempo de hacerse a un lado antes de que la ráfaga de disparos de los craig lo alcanzara en pleno pecho, pero aun así no pudo esquivar el balazo perdido de uno de los nuevos conversos. El proyectil fue a clavarse con tenacidad en su brazo derecho y el sorian cayó a tierra bajo el impulso del impacto, pero la herida no hizo mucho más daño._ ¡¿Nadie les ha dicho que la serpiente no muere por su propio veneno?! _ bramó mientras alejaba de sí a Lía, que se había lanzado sobre él para socorrerlo.El destacamento de atacantes había previsto una refriega con los stark, y como tal iban armados con los prototipos de balas que Maya había construido, municiones de argentio y de toxinas. Boogs había sido alcanzado por un arma cargada de toxinas, y por supuesto no tenían nin
La Casa de la NocheMarsellaSiena no podía imaginar una peor noticia en aquel momento, pero para su desconcierto Ius no había mostrado ni sorpresa ni enojo ante la mala nueva. La derrota había sido aplastante desde todos los puntos de vista, pero Craig no parecía pensar lo mismo. Antes, sacrificar treinta soldados en una escaramuza hubiera sido inadmisible; ahora, cuando la creación de nuevos activos era tan fácil como respirar, al regente no le preocupaba perder unos cuantos hombres. La única pérdida que de veras le molestaba era la de Griffin._ Era un magnífico oficial. _ reconoció, revisando la lista de muertos que Siena le extendía _ Es una pena que no haya sabido retirarse a tiempo… Pero no es esto lo que me interesa. Dime, Siena ¿ya ha llegado el informe del Vigía?Pocas veces Ius se tomaba el trabajo de mandar a&
Algún lugar en la frontera Norte de NoruegaBrago se había apresurado a abrazar a sus hijos y Gaia se había vuelto hacia Lara con expresión de mudo agradecimiento. La situación estaba controlada por el momento, pero no había tiempo para protocolos. Tres heridos de más o menos gravedad no podían moverse solos. Lionel se había desplomado por completo; las laceraciones de Rianna eran más graves, pero prometían sanar con rapidez si recibían la atención adecuada; y Lía había permanecido inconsciente por demasiado tiempo.Apenas habían mediado palabras entre sorian y stark mientras Lara ataba con firmeza a Lionel y a Lía sobre los lomos de Khan y Silver Moon, Brago levantaba en brazos a Rianna, Gaia cargaba a su hijo pequeño y Maureen llevaba a la niña._ ¡Vayan adelante! _ había si
Algún lugar de Noruega No habían pasado dos días desde que Lara hiciera llamar a los miembros del Concejo de las Razas. Olvidando la deferencia que había tenido para con ellos la primera vez, en esta ocasión no se molestó en buscar refugio seguro y libre de posibles acechantes, sino que eligió la estepa como única defensa mientras el campamento stark, los postreros residuos de su raza peregrinaban a Austria como última carta de salvación.La Madre los había convocado y los rectores acudieron. Llegaron con el mismo sigilo que caracterizaba a cada criatura de la noche, preparándose para las malas nuevas que recibirían. No era un secreto que Ius había hecho un movimiento no solo arriesgado sino también mortífero, llevando a término gran parte de sus planes de erradicar a sus enemigos, y era obvio que
TERCER CAOS. LA MUERTELos Alpes.AustriaEvelett parecía apenas una sombra silenciosa y tenue que bostezaba cuando Brago se sentó a su lado para preguntarle si el viaje no le había resultado demasiado extenuante. Los últimos días habían sido notablemente agitados, y moverse de un país a otro junto a una caravana de desesperados sobrevivientes no debía haber sido fácil para una niña humana, al menos a juicio del Primer Oficial.Evelett era fuerte, y su tenacidad pocas veces se dejaba vencer por el cansancio. Le resultaba imposible mantener el ritmo de juego de los niños stark, y mucho menos el de Scott, pero poco a poco su cuerpo se había ido acostumbrando a rendir más, a sobrellevar el agotamiento sin prestarle más atención de la necesaria.Todo el trayecto desde Noruega hasta las fald