Campamento stark.
Algún lugar al Norte de Noruega.
Lara asomó la cabeza con interés fuera de la tienda atraída por la alegría de Evelett, que no paraba de reír desde hacía diez minutos. A pesar de que las temperaturas estaban por debajo de los quince grados, tanto la niña como Scott parecían inmunes al frío, y retozaban como si tuvieran demasiada energía en el cuerpo y necesitaran gastarla.
El niño estaba en ese instante en su arquetipo runier, como casi siempre cuando jugaba con Evelett. Sean jamás lo había visto convertirse con tanta facilidad como cuando estaba cerca de la pequeña humana, y después de mucho preguntar Scott le había revelado la verdad con un poco de vergüenza. A Evelett le gustaba acariciarlo cuando era un lobezno, le decía que parecía un j
Lara se dejó caer sobre dos almodones con tanta pereza que ni siquiera se tomó el trabajo de sacarse las botas. La cacería había salido mal, tan mal que después de toda una jornada no solo no había logrado alimentarse, sino que además se había dejado ver por un humano cazador de pieles, y se había convertido de perseguidora en presa. Dominic había tenido que hacerse cargo de poner a dormir al hombre de forma permanente, y el hecho de haber puesto a sus compañeros en una situación tan compleja la trastornaba.Se suponía que ella era la Madre y su deber era proteger a las criaturas de la noche bajo su tutela, no ponerlas en peligro. Sin embargo la juventud de su cuerpo y de sus nuevas habilidades no estaba de su lado. Cierto era que los Mensajeros la habían enseñado a cazar, y que no lo hacía mal. Tenía el instinto y la fuerza, pero la de
Algún lugar al Norte de NoruegaAgosto y septiembre pasaron con tal rapidez que Lara sólo se dio cuenta del transcurso del tiempo cuando vio a Evelett envuelta en un grueso abrigo de lana gris, jugando con Scott en los montones hojas doradas y rojas que habían caído ya de los árboles. Su presencia en el campamento había dejado de ser una novedad desde hacía mucho, pero aún los stark se acercaban a ella para tocarla o para pedirle protección, como si sólo con sus buenos deseos ya fuera suficiente para guardarlos del peligro.La vida se había hecho más sosegada en unos sentidos y mucho más agitada en otros. Tanto ella como Evelett se habían acostumbrado con facilidad a la rutina de las familias, y pasaban el tiempo aprendiendo todo lo que podían. Lo único que desagradaba a Lara era la constante presencia de Dom
¡No, nada diferente!Moyra había convocado a los altos mandos stark para anunciar el nombramiento de Evan como nuevo Historiador de las Razas. El Tercer Descendiente había demostrado ser capaz de traducir e interpretar sin demasiados problemas los textos antiguos, y la regente se había empeñado en recompensar de algún modo su dedicación a la causa. Aunque la verdad era que Evelett seguía haciéndolo mucho mejor que él, la tradición ubicaba a los Terceros Descendientes como historiadores oficiales, y Evan era el único que tenían a mano para documentar los hechos que vendrían.Lara se alistó con ropas apropiadas y salió de su tienda solo para encontrarse con un también muy arreglado y coqueto Comandante, ataviado con su mejor uniforme de gala. Nada parecido al hombre desaliñado y a veces confuso que recordaba de la cabaña de los fresnos. Este
La tigresa sacudió la cabeza con renovado ánimo mientras los restos de diminutas gotas de agua salían disparados desde sus bigotes en todas direcciones. A pesar de todas las transformaciones runier por las que había pasado ya, le seguía pareciendo interesante y nuevo cada aspecto de la rutina de su cuerpo animal.Tanto las conversiones como las regresiones seguían produciéndole algo de dolor. Sean y Marya habían concluido que un poco de malestar sería inevitable dado el gran tamaño que Lara adquiría como runier, y la muchacha había tenido que hacerse a la idea de que cada vez que volviera a su forma humana iba a sentir como si una aplanadora le hubiera roto todos los huesos. Por fortuna el proceso de recuperación ya no le tomaba más de un día.La cacería había sido rápida y satisfactoria en todos los sentidos. El lobo la había acompa&ntil
La casa de la Noche.MarsellaLa vigilancia no se había redoblado por la presencia de los rectores de las Razas en la Casa de la Noche, como si Ius no le hubiera dado una importancia superior a la seguridad de los miembros del Concejo que visitaban su mansión. Desde los acontecimientos del último enero el cónclave no había vuelto a reunirse, pero de repente Craig había enviado una convocatoria a los rectores y Primeros Oficiales para que se presentaran en la mansión.Los autos fueron llegando con la misma parsimonia de siempre, y los rectores fueron reunidos en una pequeña estancia antes de entrar al salón. Los ancianos apenas cruzaron un saludo cordial, y Nanybell intentó aparentar la misma dislocada alegría de siempre. Unas miradas fueron lo que todos necesitaban para saber cuánta prudencia debían mantener mientras estuvieran
Campamento starkAlgún lugar al Norte de Noruega_ ¿Para cuándo piensas levantarte? _ preguntó Brago con tono de burla mientras entraba en la tienda de Lara.Habían pasado diez días desde que Dominic la trajera de regreso de la cacería como una muñequita desmadejada, y ponerla en pie se había hecho una tarea difícil. A la debilidad de la regresión se había sumado el hecho de que casi se quedara sin sangre, de modo que lo mejor que podían hacer era dar gracias porque, a pesar de todo, no estaba muerta._ Cuando tú me lo autorices. _ rio la muchacha.Era la primera vez que el hombretón la visitaba mientras estaba despierta. En otras ocasiones había ido a interesarse por ella, pero Lara estaba demasiado cansada como para siquiera abrir los ojos. Maureen era quien se había quedado a su lado
Campamento starkAlgún lugar al Norte de NoruegaLa primera helada del invierno cayó con una furia ensordecedora mientras los animales se refugiaban tanto como podían y los niños stark jugaban alborozados con la nieve fuera de las tiendas. No era propio de su raza disfrutar del frío, pero la sangre hirviente que les corría por las venas los ayudaba a soportarlo, incluso con el tiempo habían logrado adaptarse a las bajas temperaturas, escondiéndose en lugares tan gélidos que sus enemigos jamás los imaginarían allí.Sólo dos infantes se mantenían recluidos junto a las brasas del fuego, sin salir apenas al exterior: Evelett, porque no era capaz de soportar temperaturas tan bajas, y Scott, que no salía por no dejarla sin compañero de juegos.En muchas ocasiones, mientras la nieve se agitaba
Dominic no vació un segundo antes de extender el brazo derecho y ofrecer a Moyra la mano que ella le había pedido. No era parte de su personalidad mostrarse indeciso cuando la situación requería actuación inmediata, y definitivamente las circunstancias se mostraban alarmantes.Sean había traído hacía apenas unas horas las noticias sobre la reunión del Concejo, y Nanybell había llegado poco tiempo después para confirmar el estado de peligro. El primer momento de crisis real se desataba frente a sus ojos y la anciana stark había preferido por lo pronto enterar solo a quienes pudieran ayudar a resolverlos con efectividad.Lo primero era tener plena certeza de que las intenciones de Ius involucraban un ataque verdadero a una de sus familias y que no era solo una forma de intimidar a los rectores de las Razas con otra demostración de su poder. A la regente stark no le asombró e