— ¿Qué vas a hacer si algo sale mal? — es la pregunta de Jade mientras camina a su lado.— No es como si fuese la primera vez. — responde con tranquilidad mientras se detiene por delante de Jade y ve cómo Jafed cruza con Bella. — Estaré de vuelta en tres días, si no es así, debes regresar con los demás y esperar mi mensaje. Sin decir nada más, Eric sube el puente que une ambos barcos y lo cruza con total calma y confianza. —Quiero una rotación del vigía cada tres horas, no vamos a un paseo, señores — ordena con firmeza mientras ve cómo sus hombres se apresuran a retirar la plancha. — ¡Andando! — y esa última palabra pone todo en marcha, sus hombres se apresuran y tras levantar el ancla sueltan las velas para aprovechar el buen viento. Su próxima parada sería corta pero bastante intensa, tanto por la persona con la cual se reuniría su capitán, como por el lugar donde se llevaría a cabo el encuentro.Por otro lado, Bella esperaba ser atada o encerrada en cualquier momento, pero, contrar
— ¿A qué te refieres con que Calico no vendrá? — Seamus observa fijamente a Eric. — No puede simplemente pedir una reunión y luego cancelarlo en el último minuto.— No lo está cancelando. — Eric habla tras dar el último trago a lo que quedaba de su ron. — Está cambiando es la persona con la cual nos reuniremos.Al pensar en ello, Eric no puede evitar que un claro disgusto salga a su rostro. Kidd no solo es el segundo al mando de la flota de Calico, no, también es casi pareja de Jade, y ese es el único motivo por el cual ese bastardo prepotente aún respira, porque si de él dependiera, hace mucho que el hombre hubiese terminado con una bala en su cabeza, un puñal en su corazón y una bala de cañón atravesando su cuerpo. Un sentimiento que el pelinegro sabe es compartido por todo su círculo cercano.— Kidd vendrá en su lugar. — anuncia mientras se pone de pie.Contrario a lo que esperaba, Jafed, Seamus e Hizir prefieren guardar silencio, lo cual no hace sino hacer sonreír con burla. El si
— ¿Estás seguro de lo que me pides? — La pelinegra observa detenidamente a Bella mientras toma asiento en las piernas de Eric. — Esa chica va a terminar fusionándose con el banco si se retrae más de lo que ya está.Ante las palabras de Violet, Eric se fija en Bella y ve que las palabras de la pelinegra son ciertas.Eric suspira y solo bebe de su vaso de ron mientras observa fijamente a Bella, quien se encuentra incómoda en ese entorno que claramente le resulta hostil. La tensión en ella es incluso palpable.— Solo asegúrate de que esté cómoda, Violet. No quiero que cause más problemas de los necesarios. — Eric le responde, consciente de la incomodidad de Bella en el burdel. Violet, con una mirada que revela cierta compasión, asiente y se levanta de las piernas de Eric. Se acerca a Bella con cuidado y le ofrece una mano.— Vamos, cariño. — dice en tono bajo. — Te llevaré a un lugar más cómodo para que puedas relajarte un poco mientras esperas. — le dice con voz suave, intentando transm
Puede sentir como su corazón late con fuerza, incluso puede jurar que de un momento a otro este se saldrá por su boca, pero no puede decir si es debido al esfuerzo que hizo al correr, o si el por el gran temor que siente. ¿Ella de verdad hizo algo tan peligroso e imprudente? Y es que solo ahora se permite escuchar la voz de su consciencia que le recrimina sus acciones, ella escapó, pero ¿acaso eso no acaba de condenar a sus compañeros que aún están en el barco de Eric?— Dios ¿qué fue lo que hice? — susurra para sí misma mientras se abraza con fuerza a sus piernas.Entre sollozos reprimidos, Bella intenta tranquilizarse y pensar con claridad. Sabe que su impulso de escapar podría haber sellado el destino de sus compañeros, entregándolos a la esclavitud. Se maldice a sí misma por no haber considerado esa latente posibilidad, si solo no hubiese cedido a sus miedos y al egoísmo de su corazón, no tendría que pensar en las nefastas consecuencias que tendrán sus acciones.— ¿Qué he hecho? —
El bullicio se encuentra presente en cada rincón de la estancia, lo cual no hace sino incrementar su ya de por si marcado mal humor. A su alrededor todos bailan, gritan y beben alegremente, y si bien él tiene muy claro que ninguna de aquellas tiene culpa alguna de lo que está ocurriendo, no puede evitar desear despellejar a cada uno de las peores maneras que su mente pueda idear.— Los de la armada saben que llegaron a puerto. César dice que la armada ha estado deteniendo a cada hombre que luzca mínimamente sospechoso o tenga un ligero aspecto de pirata — son las palabras de Violet al dejar sobre la mesa un plato con pollo y un tarro de ron. — avisaron que llevarían al gold dragon fuera de las fronteras de la isla.Eric escucha la información dada por la pelinegra, pero sin prestar una atención real a sus palabras, o por lo menos, no una atención más allá de la necesaria. Conoce bien a sus hombres y sabe que estos pueden tomar las mejores decisiones para resguardar el barco sin necesi
La melodía del piano flota en el aire, llenando la taberna con sus suaves notas. Los miembros de Black King que se encuentran dentro del recinto disfrutan de la melodía mientras beben sus tragos y degustan su comida. En una de las mesas centrales, Eric se encuentra sentado saboreando el sabor de su cerveza mientras escucha las palabras de Jafed.— ¿El orfanato? — pregunta un poco extraño por el lugar que Bella eligió para ocultarse.— Así es, el lugar es bastante pequeño y discreto, así que imagino que por eso le eligió. — Jafed observa a Eric mientras habla. — Era fácil para ella saber que la buscaríamos en la iglesia, si no es porque la seguí, nunca hubiese adivinado que ese lugar está bajo la tutela de las monjas de esta isla, el lugar es un pequeño desastre.Aunque al igual que sus hombres, el pelinegro se mantiene centrado en disfrutar de su comida y su bebida, Eric se encuentra con su atención totalmente puesta en las palabras de Jafed, y las últimas que dice no le sorprenden pa
La oscuridad de la noche se había hecho presente, envolviendo el pequeño patio en una penumbra apenas iluminada por la luz de algunas lámparas cercanas. Eric, oculto en las sombras que le brinda el frondoso árbol y lo estrecho del callejón logra abrir la vieja puerta. Una vez dentro de la estancia, nota que aquel espacio es la cocina, y por el nítido aroma y calor que se desprende de los fogones que se encuentra dentro de esta, es claro que hasta hace muy poco el espacio fue utilizado.Procurando tanto silencio como puede, el pelinegro sale de la cocina y se interna en los pasillos, el lugar es apenas lo suficiente amplio, así que el encontrarse a alguna de las monjas que residen allí no sería una idea descabellada. Si ese encuentro fuera con bella, serviría para ahorrarse muchos dolores de cabeza.Después de su conversación con la vieja monja, prefirió retirarse y esperara a que la noche le permitiera usar su manto para poder ocultarse con mayor seguridad. Un suave bullicio provenien
La luz del sol encontró a Bella orando con marcado fervor en la pequeña capilla. Su rostro bañado en lágrimas daba una imagen que podía romper el alma de cualquiera, y fue así cuando las monjas entraron en el recinto. Aunque extrañadas por la presencia temprana de la joven, no le dieron mayor importancia y solo entraron en la estancia para ellas también cumplir con sus plegarias matutinas y poder comenzar el día, o ese era su plan, hasta que un fuerte grito lleno el espacio.— ¡Por el amor de Dios! — con paso presuroso, la hermana Helen se acerca a Bella y la toma de las manos. Cuando los azules ojos de la joven se abren, la mujer mayor puede sentir como su corazón se rompe ante la vulnerabilidad mostrada por su mirada. — Isabella, debemos atenderte. — dice mientras se recompone.Negándose a ponerse de pie, Bella retira el agarre de las manos de la hermana con la intención de seguir sus oraciones, pero esta, toma nuevamente sus manos y con fuerza jala el cuerpo de la pelirroja para ob