El italiano, se quedó sin palabras por unos momentos, por supuesto que no estaba enterado de quién era la esposa secuestrada, eso complicaba todas las cosas, no solamente tenía a la mafia mexicana y la mafia Griega, si no que también se habían sumado a la magia rusa, eso les hacen a prácticamente imposible salir ilesos de la situación — ¿Qué estás diciendo? ¡eso no puede ser verdad, no puedes ser tu la reina roja! — Oh, si que lo soy, mira te muestro, llevo aquí en la espalda el tatuaje que simboliza que soy la reina de la mafia rusa, puedes observarlo de cerca si quieres — se trataba de un pequeño corazón con las iniciales E y L, era elegante y discreto — ¡Regresa a la habitación, mujer, y no salgas de ahí si no te lo autorizo! — Maurice, se frotaba el rostro, estaba muy descolocado, al parecer habían cometido un gravísimo error, se habían prácticamente echado la soga al cuello, ahora ni aunque dejarán en libertad a Evelyn Ferreti, o aunque la asesinaran, de todas maneras es
El mafioso mexicano reconoció la voz de su rival de inmediato, le extrañó muchísimo que le estuviese llamando por teléfono, esa era la última llamada que esperaba en su vida — ¿Qué quieres, Madrigal? apenas puedo creer que tengas la poca vergüenza de llamarme — El hombre se encontraba en el despacho con los demás mafiosos, todos guardaron silencio al escuchar el nombre de la persona que llamó — Llamo para decirte que no tengo nada que ver con el secuestro de Evelyn Ferreti, no voy a ponerme en peligro ni a mi familia — ¿En serio? Tú de verdad me crees imbécil, ¿Eh? sabemos perfectamente que fuiste tú quien le puso a Evelyn, a Maurice, no te la quieras dar de inocente ahora — No sabíamos quien era, hemos pedido a los italianos que la dejen ir, no queremos tener nada que ver más en eso, como muestra de buena voluntad les puedo dar su ubicación — ¿Cómo sabes que no tenemos ya la ubicación? tú colaboración no nos sirve — Si ya la tienen, puedo darles detalles de los hombre
El mafioso italiano, de pronto sintió envidia del amor que el ruso y la bella mujer griega, se tenían, incluso eran esposos y tenían a un bello hijo, ella era lo que todo mafioso querría para él, muy hermosa, con carácter, además de inteligente — ¿Me quieres poner celoso? sabes que me gustas, y que te habría llevado conmigo a Italia para que fueras mi mujer — Ya te dije que los italianos no son lo mío, alguna vez estuve comprometido con uno y las cosas no salieron nada bien, tan fue así que el hombre terminó encerrado en un manicomio, ese fué el trato que su padre hizo con el mío para que no le matara a su único hijo — Interesante, aunque me sorprende que no lo hayan asesinado — Eso fue por qué su padre y el mío, habían sido mejores amigos por muchos años, fue solo por eso, así que no, los italianos no me van — Prefieres a los hombres crueles y de corazón oscuro.... hmmm, que gustos tan peculiares para una mujer tan bella e indefensa — Cuando el corazón habla, lo demás
El mafioso cortó la llamada con su informante, sabía que las cosas se habían salido de control, habiéndole dicho a Maurice, que dejara ir a la rehén, este se la había llevado con él a Italia, la única explicación era que había enloquecido o le había gustado la mujer De inmediato el hombre tomó su celular para marcar de nuevo a Deeguel, el mexicano estaba por salir al rancho a rescatar a Evelyn Ferreti, ya habían estudiado el terreno y el plan, lo mandaron todo con mucho cuidado para que no se las mataran — Otra vez tu teléfono está timbrando, Deeguel — Dante, mencionó — Carajo, es Madrigal, ¿por qué está volviendo a llamar? — Te voy a bloquear para que dejes de llamar, ¿Y ahora que demonios quieres? ¿Llamas para decir que te arrepentiste y estás de nuevo con los italianos? di que sí, así te vamos a partir el culo a ti también está misma madrugada — Te vas a quedar con las ganas por lo menos hoy, mis informantes me acaban de decir que los italianos se fueron del país, ello
Los mafiosos ya volaban por los cielos con destino a Italia, Logan Romanov, parecía una bestia enjaulada, sus hombres no podían ni hablarle Alessandro Ferreti, estaba más que preocupado por su hija, Evelyn, era su princesa, ella era su única hija — Papá, debes confiar un poco más en las habilidades de Evy, ella sabrá defenderse, yo lo sé, conozco sus habilidades, ese italiano, no sabe con quién está tratando, eso te lo aseguro — Por supuesto que entiendo, yo mismo los entrené, pero hay límites Dante, si mi princesa no puede con esos mafiosos puede pasarlo muy mal o incluso me la pueden matar El padre mafioso, no estaba tan equivocado, Evelyn, corría grave peligro, ella se encontraba en la habitación luchando con Maurice, él quería someterla y ella no iba a acceder tan fácilmente, forcejearon durante bastante tiempo — No creí que fueras tan hábil en la lucha cuerpo a cuerpo, querida, incluso tienes atada las manos y aún así me das pelea Evelyn, respiraba con dificultad,
El CEO Black, despertó a Joan, pronto estuvieron vestidos y preparados para abordar su avión privado, Joan, estaba muy emocionado de conocer al nuevo bebé de Alessandro y Dariana, le gustaban mucho los niños y volcaba todo su amor a los hijos de su hijastro a quien quería como a su propio hijo Las horas avanzaban, a Dary en una de las revisiones ya no la dejaron volver a que caminara en los pasillos porque ya estaba más dilatada y la llevarían a la sala de expulsión — Cariño, tu eres muy fuerte, resiste, va a pasar pronto, el bebé ya va a nacer — ¡Noooo, no quiere nacer, me está rompiendo por dentro, dile que ya salga, Alessandro, se firme, que te obedezca! — ¡¿Qué...?! ¿tú crees que me va a obedecer? — !Siiiiii! lo hará, él ya sabe quién eres — Bebé, mamá, ya no aguanta más, necesitas salir de su interior de inmediato, ya no la hagas sufrir, ha sido muy valiente, ya dale un descanso — Alessandro le hablaba a la barriga de su esposa Cómo si lo hubiese escuchado, el doct
El matrimonio Black, estaba disfrutando de su pequeño, lo cambiaron de pañal, y pusieron un enterito azul, el padre lo arrullaba y el niño permanecía quietecito Alessandro, tengo un nombre que me gusta para el bebé, ¿escúchalo y dime qué te parece? — Quiero escucharlo, ¿dime cuál es? — Axel, me gusta Axel — Axel Black Ferreira, me gusta, estoy de acuerdo en que le quede ese nombre, ¿Escuchaste, pequeño? te llamaras Axel Black — Ferreira, no te olvides — Dariana se fue quedando dormida ella estaba agotada, habían sido muchas horas de parto por las que había pasado, solo quería descansar Más tarde los Black, llegaron a la exclusiva clínica, El imponente Alexander Black, venía con Joan, a su lado, ambos estaban emocionados por conocer al bebé, tocaron a la puerta de la habitación, encontrando dentro a su hijo cargando al niño — Alessandro, ya estamos aquí, felicidades, eres padre por tercera ocasión, déjame conocer a mi nieto — El tercero y el último, Dariana y yo he
Sofía, se acercó a su hijo y le dió un par de besos en la mejilla, ella siempre era cariñosa con Alessandro, solo que había llegado muy emocionada a conocer a la criaturita — No seas celoso mi pequeño bebé, sabes que tu madre te adora, eres la luz de mis ojos, es solo que me moría por conocer a mi nieto, es igual a Alexander, un hermoso niño, todo un Black — Gracias por los elogios querida, lo mismo digo yo, es igual de apuesto que su abuelo — Felicidades Alessandro, ¿un tercer bebé, eh? quién diría que te vería convertirte en padre de tres niños, ahora sabrás por todo lo que nos hiciste pasar cuando eras ese niño travieso que hacía llorar a su madre por qué se sentía sobrepasada — Si no tienen pruebas contundentes de lo que se está mencionando de mi persona, me declaro inocente Las familias disfrutan del bebé, todos estaban al pendiente de Dariana, y del niño, así paso el día y los mafiosos por fin llegaron a Italia El hermano de Maurice, no lo había molestado durant