La mirada de todos los mafiosos Ferreti, de Deeguel Rodríguez y de Donovan Heineken, estaban fijas en el padre e hijo Ferreira, las rosas rojas los tenían bastante intrigados — Algo me dice que no son para ti, sobrino, además que son rosas rojas y significan amor, no amistad — Joshua, reía de lado, solamente su hermano Dante y su heredero no veían lo que sucedía — Estamos aquí, por qué queremos hablarles sobre... — Espera, papá, me corresponde a mi hablar, señor Ferreti, Alessandro.... Diane y yo, nos hemos hecho novios, entonces como el caballero que soy, he venido a decírselos de frente, quisiera que me diera su permiso, yo prometo no faltarle al respeto a su bella hija — ¡Pero que carajos, Drago, tu hijo se ha vuelto loco! ¿Qué significa esto? Mi nena es... Ella es muy joven aún para tener novio, si que tienes agallas, Dallán, ¿quisiera saber que te dió el valor para pararte frente a mí para pedirme tal cosa? — ¿Pues que más va a ser, señor Ferreti? Si no el cariño que
Abuelo, pero Dallán es mi amigo, va a ser extraño que salga con mi hermana, ¿Qué va a pasar cuando salgamos de fiesta? ¡Si lo veo coquetear con las chicas se lo voy a tomar muy mal! — Alessandro, debes aceptar los sentimientos de tu hermana, como bien dices son amigos, eso debe darte la tranquilidad de que Diane, va a estar bien cuidada y querida — El abuelo, quería hacer entrar en razón a su nieto — ¡No, me niego, no hay manera de que yo acepte a mi mejor amigo de novio con mi hermana...! En ese momento la mucama interrumpió la conversación, ella había llegado a anunciar a una persona — Disculpen la interrupción, una linda jovencita busca al joven Alessandro — Hola a todos, disculpen que haya venido sin avisar, solo... solo quería saber cómo seguías del golpe en la cabeza, Alessandro — La bella Úrsula Madrigal, llegaba a visitar al chico que le gustaba, ella llevaba unos chocolates y bombones de detalle para él Los mafiosos, todos sin excepción, se quedaron boquiabie
Alexander Ferreti, no estaba conforme con que su hijo fuera rechazado por el CEO Ferreira, quería la misma oportunidad para Isack, que la que estaba recibiendo Dallán, Drago, debía darle una muy buena razón para rechazarlo — ¡No es nada personal, Alexander, rechazaría a cualquier chico que se quisiera poner de novio con ella, mi hija es muy joven aún para estar en esas cosas, tu no tienes hijas y no sabes de esto, así que dile a Isack, que deje de hablar con Amelia, que la bloqueé, que no le siga dando alas! — Un momento, no voy a hacer tal cosa, papá, exijo el mismo trato para mí heredero que para el heredero Ferreira, no veo por qué debe ser diferente — Lo mismo digo yo, si yo voy a aceptar que mi Diane, salga con Dallán, quiero que exista el mismo trato para mí sobrino que también es un Ferreti — Dante, quería que Drago, también sintiera lo que él estaba sintiendo en estos momentos Mientras tanto en la sala de estar, las hermosas Su y Diane, tomaban un refresco con los
El elegante e imponente CEO, Black, llegaba a su residencia, él conducía mientras que una muy molesta Alessandra, lo acompañaba en el asiento del copiloto, ella estaba enfadada por la forma en la que la trajo con él, no se imaginó que la iba a encontrar, pero por supuesto que el astuto e inteligente padre tenía forma de saber en donde se encontraba su única hija, era su princesa, sus guardaespaldas no la perdían de vista, lo que no esperaba es que le avisaran que estaba con un jovén en el centro comercial, para el CEO, más grande fue su sorpresa al ver que se trataba de Emill Rodriguez, el hijo de su mejor amigo.... mafioso y peligroso El importante empresario se identificaba mucho con Deeguel, ambos tenían un carácter parecido pero siempre existía esa diferencia, la diferencia de haber sido criado entre mafia y muerte, entre mercancía prohibida que les dejaba de ganancia millones y millones de dólares, eso sin contar los incontables negocios legales que el mafioso mexicano poseía
Eran las doce de la noche en la mansión Rodríguez, el apuesto Deegal se encontraba sentado en uno de los sofás bebiendo un trago de whisky, sus celos y su rabia eran más que evidentes, la madre de su bebé se había largado de fiesta de nuevo, a ella no le importaba ni siquiera un poco ser madre, el pequeño Danilo, era siempre cuidado por las niñeras nunca por ellaEl poderoso y millonario CEO llevaba en la mano su ya inseparable bastón y en los ojos ciegos unos lentes negros de reconocida marca, Deegal había perdido por completo la vista en un accidente algunos meses atrás Los relámpagos que cruzaban por el oscuro cielo anunciaban la tormenta que estaba por desatarse, lo que más le enfadaba a Deegal era no poder salir a buscarla él mismo y traerla a rastras a la mansión La espera fue larga, por fin a las tres de la mañana llegó Kara Arellano, excesivamente ebria, eso pasaba cada vez que salía, la joven mujer se perdía en la bebida, apenas escuchó que el sonido de las zapatillas se ace
Deegal Rodríguez, no se quitó los lentes, tampoco dejó que la chica se diera cuenta de su discapacidad.— Siéntate y no me veas directamente — se escuchó la órden de la fuerte y varonil voz del CEO ciego.Alejandra tomó asiento obediente, más su cuerpo temblaba ligeramente por el miedo, hacia frío, pero eso no lo sentía, solo deseaba salir corriendo de ese lugar.— ¿Como te llamas? — preguntó el hombre.— Yo... me llamo Alejandra Alvarez... !señor, esto debe ser un error, yo solamente soy una estudiante de finanzas, no le debo nada a nadie, no le he hecho daño a nadie, por favor, déjenme ir!— ¡Silencio! limitate a responder solo lo que te pregunto, de lo contrario te daré un castigo, ¿tienes familia? — No, no tengo a nadie, solo a mi tío Harold y a... mi novio de la escuela.Deegal odiaba las relaciones, desde que fué abandonado, solo tenía encuentros casuales que su amigo y su asistente le conseguía, estaba ciego pero seguía siendo un hombre.El hombre frío y cruel como solía ser,
La joven se quedó por unos momentos observando al lindo niño que vestía de shorts y camisa de vestir, tirantes y unas botas cortas, era sin duda el ouffit de un niño millonario.— Hola pequeño, ¿cómo te llamas? — Mi nombre es Emill... Emill Rodríguez, soy hijo de Deeguel Rodriguez, pero respóndeme, ¿dime si tú eres mi mami? — los ojos del pequeño miraban a la mujer con los ojos húmedos, parecía que deseaba con todo su ser que ella le respondiera que sí— No, no soy tu madre, lo siento mucho pequeño, no soy la mujer que buscas — Ale se agachó a la altura del niño.— Oh... pero... ¿te gustaría serlo?... todos mis amiguitos del preescolar tienen una mami, solo yo no tengo una, ellos no quieren ser mis amigos, ¿por qué mamá me abandonó? — el niño se abalanzó a las piernas a Ale, se le abrazó tan fuerte que ella no pudo evitar cargarlo en sus brazos.— Ya... ya... pequeño, todo está bien, te propongo algo, ¿qué te parece si nos hacemos compañía? — a Alejandra se le partía el corazón al es
El resto de la tarde el pequeño Emill y el gato Rodolfo, estuvieron jugando con la bella Alejandra, el niño la ayudaba a olvidarse del motivo de su presencia en esa casa, jamás se había sentido tan asustada y en paz al mismo tiempo, ese pequeño le daba un poco de valor, sobre todo cuando le decía que él la iba a proteger.Alejandra fue a tomar una ducha a su habitación, Emill se quedó en su habitación.— Rodolfo, ya te dije que no puedes acaparar a mamá, ella debe quererme primero a mí y mucho, tengo que lograr que se quiera quedar en la mansión y ser mi mami, pero va a ser muy difícil porque papá es muy malhumorado, las mujeres le huyen asustadas.En ese momento se escuchaba el bastón que se había vuelto como otra extremidad más para el apuesto Deeguel Rodríguez, él llegaba a serciorarse que su pequeño hijo estuviera bien.— Emill, ¿ya repasaste tu lección? — preguntaba el CEO, su alta figura vestida en un traje hecho a medida, con las manos enguantadas y unos tatuajes que le sobresa