Aunque la vampira Dominic, no había dormido y no dormiría más, después de recuperar la consciencia, se había quedado en cama para seguir recuperándose, el Alfa Angelo, después de que todos sus hermanos se fueron a dormir, fue a la habitaron y se metió en la cama, ella se quedó sin moverse, esa era la primera vez que el Alfa, estaba tan demasiado cerca y era imposible que no se pusiera nerviosa ¿Qué es lo que haces, Angelo? !no puedes meterte a mi cama, además estás desnudo, carajo, sal de aqui¡ — La vampira se cubría con la sábana, había vivido muchos años y tenía el carácter muy fuerte, pero no había tenido intimidad con ningún hombre — ¿Creés que me puedes echar de la habitación, eh? soy tu Alfa, querida, tu pareja destinada, tengo todo el derecho de meterme en la cama contigo, y no, no me voy a bajar de aquí, mejor ven aquí, déjame abrazarte, puedo lamer tus heridas y asi sanarás más rápido - El Alfa, se ofreció pícaramente — Ahhhh.... no tienes remedio, ya duérmete, no deb
La vampira no podía responder a la pregunta de su Alfa, solo sentía que necesitaba de él su calor, su esencia, más no iba a decirle lo que su cuerpo le pedia a gritos El Alfa no demoró en comenzar a besar a su destinada, no tenía prisa, quería disfrutarla poco a poco, saborear sus besos, bajó al cuello de Dominic, mientras acariciaba sus torneadas y largas piernas, eran perfectas, tan firmes — Eres tan hermosa, estás temblando, no debes temer de nada conmigo, voy a cuidar de tí... solo, dejate llevar, siénteme, Dominic... La vampira cerró los ojos para así sentir con cada uno de sus sentidos las caricias de su destinado, él la estaba llevando a un mundo de placer totalmente desconocido para ella, pero que le estaba gustando demasiado — Ohhh... sí, si, tu lengua es... mágica.... — ¿Te lo parece? pero aún no comienzo con la verdadera diversión — Fue en ese momento que Dominic, sintió la humedad lengua del lobo, tocar su intimidad, él Alfa no paró hasta que la hizo correrse
Esa mañana más tarde, las dos lunas paseaban por el enorme jardín con sus cachorros, los sacaron a tomar el sol, ambos estaban despiertos y hacían ruiditos adorables, Darío y Pierre, eran bastante pesados, siendo cachorros de Alfas eran un poco más grandes que un cachorro normal Los Alfas alcanzaron a sus lunas, después de una reunión, el despiadado Alfa Igor Romanov, seguía haciéndo de las suyas y era imperativo detenerlo — Ven acá cachorro, ven con papá, — Damiano Volkov, le quitaba de los brazos a su hijo a Evelyn — Que bueno que llegas, el cachorro pesa mucho, está hecho para que solo tú lo puedas cargar — Mi hermoso cachorro, cada día estás más fuerte, y más grande — Era un poco extraño ver al apuesto lobo siendo padre, el Alfa, era tan sensual, tan atractivo, fuerte y perfecto — ¿Y qué dices de mi cachorro? Pierre, es muy hermoso también, fuerte y rudo como yo — Por supuesto Drako, mi sobrino también es muy apuesto, es un Volkov, ¿cómo no lo sería? De pronto e
El perverso lobo rival no podía hablar como podía él Alfa Drako, en su forma de lobo, solo entrecerró su mirada y avanzó hasta el gran lobo negro Ellos se saltaron encima enterrándose las garras, hiriéndose, ninguno de los dos retrocedía, el Alfa no olvidaba como intentó abusar de su luna y que aunque había logrado escapar aquel día, hoy no se lo permitiría Treyo, lo retaba con la mirada y su postura aunque ya sangraba, Drako, también estaba herido, su rival era experto en la batalla y no había perdido ni una sola, pero se demostraría quien era el mejor en esta lucha — Lu, ¿Necesitas ayuda? — Lebran, que era más grande que su tercer hermano, llegaba a ofrecer su ayuda, podía oler la sangre de Lu, en el aire — Gracias pero no, a este lobo arrogante lo voy a matar yo, lo voy a enviar al infierno a que pague por todas las vidas de nuestros hermanos que cobró, todos esos inocentes merecen tener justicia — Se escuchaba la voz de ultratumba que provenía del Alfa, después siguió c
El vampiro estuvo revisando con cuidado los órganos internos de la loba, por fortuna no estaban dañados, pero tenía una fuerte infección que la estaba afectando — Nicolay, administrale antibióticos de alto espectro, no podemos dejar que se nos vaya, de prisa y también para el dolor, si despierta el dolor va a ser muy fuerte — Enseguida, amo, por fortuna usted la está ayudando, ella se va a poner bien Luciano, suturó el estómago de la loba, lavó cada herida de su cuerpo desinfectando todo y poniendo el medicamento indicado, ella ya había quedado descansando en la habitación, salieron de ahí con la consigna de regresar más tarde, pero apenas comenzaron a bajar las escaleras, se encontraron con una muy mala escena Los Alfas habían llegado, ellos no estaban ya en su forma de lobo, eran de nuevo atractivos humanos, todos ellos estaban heridos, pero más aún el segundo hermano Las lunas, bajaron a toda prisa las escaleras, poco les importó que estuvieran convalecientes y en rep
Luciano, puso sobre la cama el botiquín de primeros auxilios que llevaba en las manos, comenzó a sacar lo que llevaba y pronto ya estaba dando suturas al lobo — ¡Hey... podrías ser más cuidadoso, pareciera que estás cociendo a un perro! — No veo la diferencia, todos ustedes son perros pulgosos — ¡Nosotros no tenemos pulgas, infeliz, a diferencia de ti que eres como un zombie, eres un no vivo, no te corre sangre caliente por las venas como a nosotros — ¿Oh, eso? está sobrevalorado, nunca tengo frío, no me desangro, soy afortunado — Decía el vampiro mientras seguía revisando el perfecto cuerpo del tercer hermano — ¿Me estás viendo con morbo, eh? eres un pervertido, vampiro — Estás delirando, solo te estoy revisando como médico no tienes nada de extraordinario, lobo — Pero claro que sí, ¿ya viste el tamaño de mi polla? estás que te mueres de envidia, no lo niegues El Rey de los vampiros, rodó los ojos ante el comentario del licántropo — Eres muy presumido, lobo, fa
La lunas paseaban a sus cachorros en brazos, sus Alfas, no se separaban de ellos, Drako y Damiano, eran inmensamente felices al lado de sus parejas destinadas, Angelo, también paseaba por el jardín, quería conocer más a Dominic, hacerle saber que él estaba ahí para ella, que la cuidaría y la protegería, Pero sobre todo que la amaría hasta el final de sus días y más allá de la eternidad — Dominic, hoy mismo partiremos al territorio Dark Moon, al castillo Volkov, para ser preciso, es un hecho que tú vendrás conmigo, que no te vas a separar de mí, verás que seremos muy felices allá, Pero aún así, aún amándote y esperando que me ames de la misma forma, quiero saber que opinas, ¿vendrás conmigo? — El Alfa, guardó silencio y miró fijamente a su luna, esperando su respuesta — Angelo, soy un vampiro, ¿cómo piensas que voy a vivir entre lobos? eso es antinatural, no sé si me sentiría bien en ti manada — Entiendo, ¿Qué te parece si elegimos un lugar neutral y nos vamos a vivir por un
Esa noche los Alfas regresaron a la manada Dark Moon, dos de ellos con sus lunas, cosa que era increíble, habían pasado siglos buscándolas y ahora las tenían consigo — El Alfa Damiano, sentía nostalgia al despedir a sus hermanos, todavía no podía volver con ellos, pero esperaba hacerlo pronto, no dejaba de extrañar su hogar, solo que tenía cosas que resolver primero El cachorro Darío, estaba algo inquieto, parecía incómodo y lloraba más de lo normal, lo único que lo calmaba era tomar leche del pezón de su madre, pero si lo quitaban volvía a llorar de nuevo — ¿Qué te pasa, pequeño? tú no eres así, no has parado de llorar, ya tienes los ojos hinchados, ¿te duele algo? — Lobo, el cachorro no habla todavía, no va a responderte, lo que si es muy extraño que llore así, es verdad que es un lobezno llorón, pero no tanto — Lo sé, pero no he escuchado que los lobeznos se enfermen de la nada, algo le pasa a Darío, el problema es que no se que pueda ser, solo quiere estar pegado a