La mañana del lunes llegó rápidamente, amanecer con el hombre de mi vida en su habitación y en su cama me hacía extremadamente feliz. Me levanté primero que él y tras hacer mis necesidades, ducharme y vestirme, decidí que quería hacer algo por él.Fui a la cocina y preparé un desayuno completo para mi amor, esta mañana había amanecido con hambre ya que no quise cenar anoche. Recordé que le había prometido a Edward hacerme los exámenes de sangre lo más pronto posible, tenía la incertidumbre de saber qué rayos me pasaba.Cuando estaba por terminar de organizar el desayuno para llevarlo a su habitación, sentí el aroma de Edward inundar mis fosas nasales y me deleité. —Buenos días, mi cielo—susurró en mi oído al tiempo que dejaba un beso en mi mejilla. —Buenos días, mi amor. Te preparé el desayuno.Entonces sus manos se posaron a cada lado de mi cintura y giré sobre mis talones para mirarlo. —¿Te he dicho lo hermosa que te ves hoy?—Lo acabas de hacer. Tu también estás muy guapo, bueno
Quise esperar hasta llegar al departamento para darle la noticia a Letty, no quería hacerlo en la clínica porque no sabía cómo ella iba a reaccionar. —Este no es el camino al departamento de Brenda—dijo en cuanto se dió cuenta—.¿A dónde me llevas? —A mi departamento—respondí calmado.—¿Todo está bien? —Necesito que hablemos de algo importante y que no puede esperar amor, si luego quieres que te lleve con Brenda lo haré.—Me estás asustando, ¿qué pasa?—Tranquila, todo va a estar bien, cariño.Cuando llegamos al departamento Letty no quiso cenar, mucho menos quitarse la ropa y ponerse cómoda. Ella quería que le dijera lo que estaba pasando, así que suspiré, me llené de valor para tratar de decirle de la mejor forma posible de su enfermedad y que el impacto no fuera tan fuerte para ella. Entonces saqué los exámenes de laboratorio de mi abrigo y los extendí en su dirección, ella los observó con curiosidad, pero finalmente los tomó en sus manos.—Son tus exámenes de laboratorio, mi c
El tiempo pasaba rápidamente y con los días no me sentía mejor, no había podido ir a la clínica nuevamente a trabajar y obviamente Carl me llamó para darme de baja hasta que me recuperara definitivamente.Quería sentirme productiva, pero en mi estado era imposible. Tampoco quería ser una carga así que trataba de colaborar con Edward en tomarme los medicamentos, pero cuando los tomaba era cuando peor me sentía, los síntomas eran muy fuertes y desde que los tomo es cuando más cabello se me ha caído. Las lágrimas rápidamente inundaban mis ojos por tener esta maldita enfermedad y sentirme tan miserable, tan poca cosa. Ver mi reflejo era doloroso para mí; tanto que me deshice del espejo en mi habitación. Debía ser fuerte… tenía que serlo. Por Edward, por mí y por una vida llena de felicidad juntos.Quería por todos los medios ser feliz por primera vez en mi vida. Quería tener a ese hombre especial y continuar viéndolo a diario, quería dormir y despertar con él en las mañanas, quería que
Después de insistirle tanto a Letty que se tomara el té para que se relajara, finalmente lo hizo. Me dejó tranquilo que con mi cariño y mimos se quedó dormida, ahora ella descansaba como un ángel en mi cama. La decisión estaba tomada y no había vuelta atrás, la llevaré conmigo a Los Ángeles. Sé que allá estará mucho mejor y de hecho confío más en un pronóstico médico de uno de mis colegas. Además, no quería seguir arriesgando a Letty en Nueva York con su padre suelto, no me perdonaría que Letty tuviera que volver a encontrarse en una situación como la de hoy. No quiero arriesgarla más, quiero poder protegerla, que lleve a cabo su recuperación con tranquilidad y poco estrés. Aunque Letty me preocupaba demasiado, no sé cómo vaya a reaccionar cuando despierte después de lo que pasó hoy. Maldigo el momento en el que la invité a que viniera conmigo, si supiera lo que iba a ocurrir jamás la hubiera hecho pasar por algo así. Tengo que hablar muy seriamente con ella, que me haya ocultado
Tenía que comprar un anillo tan pronto llegara a Los Ángeles. Quería casarme con Letty cuanto antes.Después de que compartí el resto de tarde con ella y prácticamente obligarla a comer, le hice otro té para que se relajara y durmiera por un buen tiempo, quería que descansara porque sabía que continuaba nerviosa e intranquila. Cuando se durmió llamé a Carl para reunirme con él en una cafetería cercana, tomé asiento en una mesa cerca de la ventana y como si fuera una película se vinieron a mi mente recuerdos de ella, de la mujer que amo. Recordar la primera vez que vi a Letty tan hermosa, tan llena de vida, su hermoso cabello brillante y sedoso, su exquisito aroma a vainilla, me sacó una triste sonrisa. El tiempo ha pasado rápidamente y observar cómo está ella actualmente me dolía, por unos segundos me perdí en mi pensamiento viendo la nieve caer, no sé en qué momento llegó Carl, pero fue su voz la que me sacó de mis cavilaciones. —Hermano—nos saludamos estrechando las manos—, no te
Cuatro días después de aquel suceso nos encontrábamos empacando nuestras cosas, el vuelo salía en la tarde y teníamos que hacer rendir el tiempo, teníamos mucho que hacer. Letty estaba triste por tener que dejar Nueva York y más allá de eso, alejarse de Brenda la tenía triste. Para tranquilizarla le dije que Brenda podía visitarla las veces que quisiera y que, cuando ella estuviera mejor, le prometí que volveríamos. Haría cualquier cosa por Letty, por no verla triste, porque sonría más a menudo, porque deje atrás el pasado y se aferre a la vida que tiene por delante. Me aseguré de inscribir a Letty a tiempo en la universidad, específicamente en la facultad de enfermería, mi linda chica tiene madera para esta vocación y sé que es lo que le gusta. Práctica tiene, le falta conocimiento porque no es tan sencillo entender la medicina, hay que tenerle respeto. Esta es una carrera que hay que amar, no es para cualquier persona y sé que a ella le gusta, eso es importante. Así, mientras e
Estaba nerviosa, no sabía cómo sentirme al respecto de todo lo que estaba pasando en mi vida, todo dio un giro inesperado para mi y ahora me encontraba viajando a Los Ángeles. Dejar mi ciudad de origen me tenía triste, amo Nueva York, pero me trae muy malos recuerdos.Espero regresar cuando esté mejor, cuando me libere de los demonios que aún me persiguen y pueda estar en paz. Quiero poder explorar los maravillosos lugares de la mano de mi futuro esposo. Entonces observo a ese hombre impresionante que me tiene enamorada y suspiro, Edward va a mi lado con los ojos cerrados mientras sostiene mi mano, ha estado atento y demasiado pendiente de mi. Cuando se molestó conmigo por haberle ocultado el estado en el que está mi cuerpo me dolió, verlo llorar desesperado por no poder hacer nada, ver la impotencia de él me taladraba el alma. No tenía idea de que lo tomaría así, pero era de esperar con lo mucho que me quiere y me demuestra día a día.Sé que el verme desnuda con todos esos hematomas
Dos días después. Los Ángeles, California.El recibimiento de Letty en casa de mis padres fue acogedor y emocionante. Mi madre está loca por ella, mi padre también y mis hermanas ni se diga. Me encanta ver a Letty sonreír, pero no puedo negar que a pesar de todo lo positivo que nos rodea la noto más decaída. Se está apagando poco a poco y estoy devastado por verla así. Ella ha vuelto a tomar el medicamento y no sé porqué, pero tengo un mal presentimiento. Siento que ese medicamento le hace daño al extremo. He visto que cuando no lo toma está bien, pero cuando vuelve a tomarlo es cuando se siente mal. Ya habíamos hablado de ir con un colega para nuevos estudios y no se negó. Tengo fe de que pronto podamos salir de este mal momento. —E-Edward—escuché su débil voz. Entonces me alejé de la ventana y caminé en dirección al baño, todo lo que puedo escuchar es el agua del lavamanos. —Dime cariño. ¿En qué puedo ayudarte? —no obtuve respuesta y la escuché llorar bajito—. ¿Letty?El miedo