Como médico, Chester podía entender fácilmente el informe.

Sin embargo, su cara se puso pálida como una sábana después de echarle un vistazo.

“Soy un m*ldito”. Culpable y miserable, Chester arrugó el informe y tembló de dolor.

“¿Qué pasa?”. Nison se quedó boquiabierto. “¿Fuiste tú quien la obligó a tomar las drogas?”.

“Prácticamente, sí. Tuvo que ver conmigo”. Chester sonrió con ironía. Si él no la hubiera forzado, criticándola siempre por ser como un pez muerto en la cama, o insultándola con todo tipo de comentarios desagradables, ella no se habría adormecido usando ese tipo de drogas.

En ese momento, se sintió muy bien, pero ahora, se arrepentía tanto que deseaba poder castrarse.

“Realmente lo llevaste demasiado lejos”. Nison criticó a Chester: "Tú también eres médico. ¿No sabes lo graves que son los efectos secundarios de esos medicamentos?".

Chester bajó la cabeza abatida, sin querer dar explicaciones.

“Olvídalo”. Nison suspiró y se echó hacia atrás. “Pero, tengo que decir