Rodney sintió como si le hubieran dado una fuerte bofetada en la cara.

Él había perdido.

Sabía que había fracasado miserablemente y podía sentir el sarcasmo de Ryan.

Ese sentimiento era j*didamente horrible. Preferiría perder contra Jessica que contra Ryan.

Tal vez era porque Ryan era su hermano, o tal vez... era porque Ryan seguía ayudando a Freya. También había una relación ambigua entre ellos dos.

“Ryan, utilizaste tu posición para encubrir la verdad. Mira quien habla”. Los bonitos ojos de Rodney brillaron de frialdad y furia. “Proteger a los criminales y oprimir a tu hermano. ¿Este es tu principio?”.

“Sí. No soy tan egoísta como tú. Incluso puedes enviar a tu esposa a la prisión”, se burló Ryan.

“Ella ya no es mi esposa. Desde el día en que se convirtió en una secuestradora, no tenía derecho de llamarse mi esposa”, gritó Rodney con enojo, “Será mejor que tengas cuidado en todo momento. No dejes que lo que has hecho hoy se convierta en una herramienta para destruirte en el fu