Desde el estacionamiento, Ryan tuvo que pasar por un jardín antes de llegar al edificio donde vivía Freya.

Freya se sintió muy incómoda porque estaba siendo cargada por Ryan. Aunque él la había llevado al hospital antes de esto, ella no sintió mucho debido al dolor físico.

Ahora que él la estaba cargando en sus brazos de nuevo, ella pudo ver la barbilla prominente de él y su clavícula limpia en el momento en que levantó los ojos.

De alguna manera, el rostro de ella comenzó a arder. “¿Estoy… muy pesada? ¿Puedes con mi peso?”.

“Sí… estás más pesada que antes. ¿Por qué no pones tus manos alrededor de mis hombros? Será más fácil para mí”, dijo Ryan después de bajar la cabeza.

“Oh”. Después de escucharlo, ella rodeó el cuello de él con las manos sin pensarlo mucho.

El cuerpo de Ryan tembló.

Ella se asustó e instintivamente apretó su agarre. Luego gritó: “Ryan, oh, Ryan, cargame bien. No me puedo caer de nuevo”.

Mirando su expresión de pánico, Ryan forzó una sonrisa. “No te preocupes