Durante todo el camino a casa Julia no tuvo la mente tranquila, al contrario, era un ocho, aún recordaba la mirada de Leo sobre ella, negó repetidas veces, claramente no quería seguir pensando en ella, así que mejor respiraba profundo y pondría su mejor cara, la idea era pasar niños la mejor tarde.Julia llegó a casa y lo primero que hizo fue ir a dónde Victoria y Alex quien jugaban en el enorme jardín que había en su mansión, camino sonriente a dónde estaban.—Mamita —gritaron los dos al unísono.—Hola mis amores, listos para una tarde de películas —comentó Julia, mientras tomaba a Alex en sus brazos, y a Victoria la tomaba de una mano.—Hija, que bueno que llegaste, Victoria estaba desesperada porque hoy no estabas en casa —le dijo Sofía tan pronto sintió la casa llena de risas.Sofía, Julia y desde luego los niños pasaron una excelente tarde, haciendo que todo, lo que Julia vivió en las empresas Lennox se olvidará, pero ya era de volver a casa, sin contar que Alex se había dormido
Vivían caminaba detrás de Julia observando a Ángel, era obvio que no le gustaba para nada ver que su amiga estuviera en peligro.—Hola hermosa —dijo Ángel caminando hacia Julia y darle la mano.Todos se sentaron, mientras Margarita traía un café, pero ni vivían y mucho menos Ethan podían contener las ganas de sacar a Ángel de ahí.—Ángel todavía no me has respondido lo que te pregunté —pregunto Sofía, mientras Ángel maldecía por dentro.Su pecho empezó a tornarse intranquilo, Ángel lo único que le interesaba era que nadie lo interrumpa cuando el estuviese cerca de Julia.—No entiendo señora Sofía —respondió Ángel.—Ya madre, no lo atosigues con preguntas. —Julia sintió la incomodidad de Ángel y quiso ayudarlo ante el inminente bombardeo de preguntas.—Si profesor, respóndele a Sofía, ¿Por qué dejaste todo si te devolviste a este país? —Ángel alzó la mirada y fulminó a Vivian con la mirada.—Además, si Julia no te había dicho en donde vivían, ¿Por qué llegaste justo a esta casa?, ¿Acas
Sofía quiso gritar, pero su corazón empezó a sentir una fuerte punzada, que la hizo que llevará su mano al pecho.—¡Julia!, Mi niña —gritó Sofía con sus últimas fuerzas.Ángel al escuchar el grito de Sofía soltó Vivían, para después salir corriendo hacia la entrada de la cocina en dónde estaba Sofía tirada en el piso.—Sofía, Sofía —grito mientras vivían, llegando a dónde estaba Sofía.—¡Mamita!, ¿Vivían qué sucedió? —preguntó Julia llegando a dónde Vivían trataba de mover a Sofía.—No lo sé amiga, escuché el grito y vine —despidió Vivían.Ángel se agachó y tomó en sus brazos, se puso de pie y la llevó al sofá.Ethan se acercó al sofá tan pronto Ángel puso a Sofía en el sofá, agarró su muñeca y tomó su pulso.—Julia llama rápido una ambulancia, mi tía está débil —le dijo Ethan y Julia asintió.La ambulancia no demoró mucho en llegar afortunadamente, Julia se fue en la ambulancia junto con Sofía, mientras Ethan y Ángel en un auto atrás, mientras Vivían y Margarita se quedaron con los n
Ángel observaba con atención a Julia y a Leo, quien no dejó de maldecir por qué Julia estaba con Leo, pero su corazón volvió a respirar tranquilamente al ver que Leo se fue y lo mejor, no le dijo absolutamente nada a Julia, claramente Ángel llevaba la batalla ganada, pero faltaba mucho para la ganar la guerra.Ángel se giró al ver que Leo se fue y era el momento preciso para ir por un ramo de rosas, ganar más puntos con Julia y desde luego ganarse de una vez por todas a Sofía.Pero Julia no había quedado tranquila, así que decidió ir detrás de Leo, quería ver que estuviera bien, así que después de ver cómo se marchaba, empezó a caminar hasta que lo vio detenerse más adelante.Leo Rossi sentía que su paciencia había llegado a su fin y más al ser humillado de tal forma.—¡Todo por estar en esta maldita silla de ruedas! —vociferó Leo, mientras golpeaba sus piernas.Julia sintió una punzada en su pecho, pues verlo frustrado, no le gustaba para nada.—Leo, ¿Necesitas ayuda? —preguntó Julia
Ethan como todo un caballero acompañó a Julia al auto, en dónde dejó un beso en la mejilla de la joven, Julia sonrió en verdad Ethan alegraba sus días.Ángel miró de cerca la escena, la cual le hizo tomar una determinación, era la única solución que podía tomar y estaba seguro que Julia no se iba a negar.Julia no demoró mucho en llegar a la gran mansión, en dónde lo primero que hizo al bajar del auto fue tomar el ramo de rosas que Ángel le había dado.Sus pasos eran firmes y llenos de cansancio, pero antes de ir a descansar un poco primero iría con sus pequeños, quien después de buscarlos por toda la casa, los encontró en el enorme jardín que daba a un hermoso lado jugando con Vivían.Julia abrió sus ojos, al ver aquella escena tan bonita, mientras Victoria se columpiaba, Alex jugaba a la pelota. Julia no dejó de sentirse vulnerable, ellos eran su polo tierra, su motor y sus ganas de salir adelante, lo cual nunca imaginaría la vida sin ellos.—Mamita —dijo Alex con su pequeña voz dej
Después de una merecida siesta Julia bajó por algo de comida, mmm iría de hambre y su estómago amenazaba con armar la tercera guerra mundial, o al menos ya la habían empezado.Abrió la gaveta tomó unas cuantas rodajas de pan, un poco de jamón y queso, no era el mejor menú, pero al menos calmaría su estómago mientras preparaba la cena.Mientras cortaba algo de verduras y jugaba con Alex quien ya caminaba por toda la casa, sonreía al ver a Victoria entretenida revolviendo harina para hacer un rico pastel de chocolate para Sofía, a quien le encantaban, lo cual esperaban que solo pudiera degustar pronto.—Mamita, y si mi papito quisiera verme, ya sabes aquel día que hable con él dijo que muy pronto viajaría para verme. —Julia dejó a un lado el cuchillo, y limpio sus manos Camino hasta donde Victoria se encontraba se agachó hasta quedar a su estatura.—Cuando ese día llegué tendré que hablar con él y hacerme responsable de mis actos, pero mientras tanto tu solo disfruta pequeña, no quiero
El gran momento esperado para Ángel por fin había llegado, después de tantos sacrificios por fin ahora Julia era su novia, y por la cual estaría dispuesto a todo, absolutamente todo, a quitar del medio a cualquiera que se metiera en su camino, tal vez era una simple obsesión, pero lo que sí claramente salía a reducir por su mirada era que estaba más feliz que nunca.Vivían no podía soportar aquella escena, de la cual Angel tomaba sin contemplación alguna los labios de Julia, afortunadamente los niños se habían ido a jugar, pero ella seguía ahí, mirando de cerca, martirizando sin decir nada y dejar que su amiga le diera una oportunidad a Ángel.Su corazón empezaba a palpitar más rápido, y sus manos empezaban a sudar, Vivían sentía que su corazón se iba a salir, había empezado a hiperventilar, se sentía miserable y sus nervios le estaban jugando una mala pasada.Julia observó a Vivían y vio que no se sentía bien, así que miró a Ángel, para después soltarlo y caminar hacia su mejor amiga
Julia abrió sus ojos como platos al ver que su amiga salió prácticamente hecha una furia, quiso salir corriendo detrás de ella, pero unas risas en la entrada de la casa llamaron su atención, no lo podía creer, ¿Acaso podría ser cierto?—¡Mamá! —hablo Julia al ver a Sofía sonriente de la mano de Ethan, quien no dejo de sonreír también.—¿Pero ¿cómo?, ¿Cuándo? —Julia abrazo a Sofía, con tanto cariño que Sofía dejó caer una lágrima por sus mejillas.—Hay mi niña, pues el doctor se cansó de verme y me envió para la casa. —Todos sonrieron ante las ocurrencias de Sofía.—Bueno señora Ruíz, entonces usted va a su habitación mientras nosotros la entendemos como toda una reina —habló Ethan tomándola de nuevo de la mano para acompañarla a la habitación.Sofía antes de ir a su habitación, Sofía caminó hacia la habitación de Victoria la cual al abrir la puerta vio a Vivían jugando con los dos pequeños.—¡Abuelita! —gritaron los dos pequeños al unísono, Sofía corrió hacia las pequeños para después