Lucas, decidido a rehacer su vida a su manera, se embarca en un exclusivo crucero por Europa, donde el lujo y la opulencia son el pan de cada día. En una de las elegantes cenas a bordo, sus ojos se posan en una hermosa joven de 25 años. Su belleza es deslumbrante: rubia, de ojos verdes y un cuerpo delgado y esbelto que atrae la atención de todos a su alrededor. Lo que más llama la atención de Lucas es la sorprendente similitud que guarda con Zoé, su joven exesposa, con quien la diferencia de edad es abismal. A sus 60 años, Lucas parece negarse a aceptar el paso del tiempo; su deseo de satisfacer sus instintos lo lleva a buscar compañía en mujeres mucho más jóvenes. Con su fortuna y su carisma, deslumbra a estas jóvenes inexpertas, quienes a menudo se sienten atraídas por su estilo de vida ostentoso.Una noche, mientras disfrutan de una copa de vino en la cubierta del barco, Lucas se atreve a romper el hielo.—¿Sabes? —comienza, con una sonrisa encantadora. —Este lugar es aún más hermo
Días después, Ada lo pensó mejor y decidió arriesgarse: fue a trabajar con Grace a Portland. Ambas quedaron maravilladas con la enorme mansión. A su llegada, Elijah y Zoé las recibieron con cortesía.—Bienvenidas, Ada y Grace —dijo Elijah con una sonrisa. —Estamos encantados de tenerlas aquí.—Gracias, Elijah —respondió Grace, mirando a su alrededor. —Este lugar es impresionante.—Sí, es realmente hermoso —añadió Ada, algo abrumada. —Nunca había visto algo así.—Nos alegra que les guste —dijo Zoé. —Si necesitan algo, no duden en decírmelo. Estoy aquí para ayudar.—Gracias, señora Zoé —contestó Ada, sintiendo que tal vez su decisión había sido la correcta.Elijah, con una sonrisa, pidió rápidamente a Grace un momento a solas. Se apartaron un poco y él le dijo:—Grace, necesito hablar contigo sobre algunas cosas. Primero, quiero que sepas que aquí tendrás que trabajar para mantenerte.Grace frunce el ceño, sintiéndose incómoda.—¿Trabajar? No creo que eso sea necesario. Siempre he tenid
A Grace no le quedó más remedio que aceptar la propuesta laboral de Elijah, aunque lo hizo a regañadientes. Estaba en la empresa, observando todo de reojo y comportándose como si fuera la presidenta de la compañía. Sin más preámbulos, le preguntó a Elijah dónde estaría su oficina. Él, riéndose internamente de ella por su desinformación, decidió ponerse firme y serio para responderle, con la intención de bajarla de su nube.—¿Dónde estará mi oficina? —Preguntó Grace, con una actitud desafiante.Elijah la miró con una expresión seria y respondió:—En realidad, Grace, tu puesto estará en el área de archivos. La oficina está al final del pasillo, junto a la sala de reuniones.Grace frunció el ceño, sorprendida por la respuesta.—¿Archivos? Pero yo pensé que...—Lo sé —interrumpió Elijah. —Pero aquí todos empezamos desde abajo. Es importante que entiendas que cada rol tiene su valor.Elijah le dio una bofetada con guante blanco para hacerle entender su nueva realidad: ya no era una dama de
El doctor entró en la sala de espera con una sonrisa radiante, Elijah y Grace se pusieron de pie al instante, llenos de expectación.—¡Tengo maravillosas noticias! —anunció el doctor, cuya voz denotaba una gran alegría. —Kylie ha nacido. Es una niña sana y hermosa, y tanto ella como la madre están en excelentes condiciones.Elijah soltó un suspiro de alivio y felicidad.—¿Puedo verlas?—Por supuesto, pero primero, déjame llevarte a la habitación. Señora, ¿quiere acompañarnos? —Preguntó el doctor a Grace.Grace asintió con lágrimas de alegría en los ojos.—¡No puedo esperar a conocerla!Mientras caminaban hacia la habitación, Elijah tomó la mano de Grace.—Esto es solo el comienzo, Grace. Nuestra familia está creciendo.—Sí, y Kylie será muy amada —respondió Grace, sonriendo mientras se imaginaba el futuro que les esperaba.El doctor los guió y la emoción en el aire era palpable.Al llegar a la habitación y ver a Zoé y a la niña, Elijah sintió cómo su mundo se iluminaba de nuevo con la
Lucas se estaba preparando para ir a cenar a un restaurante moderno y lujoso, emocionado por la compañía de su joven conquista. Sin embargo, su anticipación se vio interrumpida por el sonido del teléfono móvil. Al mirar la pantalla, vio un mensaje de su hija Linda que le informaba del nacimiento de Kylie, acompañado de una fotografía de la pequeña. En ese instante, el corazón de Lucas se encogió como un papel arrugado. A pesar de haber decidido que no quería saber nada de Zoé, de Elijah y, mucho menos, de los niños, la imagen de la recién nacida lo conmovió profundamente. Al observarla, sintió cómo su corazón se estremecía; Kylie era una viva imagen de Elijah cuando era bebé. Esa similitud lo sumió en un torbellino de emociones que le recordaron momentos pasados que había intentado dejar atrás. La alegría y la tristeza se entrelazaron en su pecho y, por un momento, la cena y su conquista se desvanecieron, reemplazadas por la realidad de su familia y el vínculo que nunca podría rompers
Emma llegó a la mansión de Elijah y Zoé con una sonrisa radiante y una emoción desbordante, acompañada de Salvador, quien compartía su entusiasmo. La expectativa de conocer a la pequeña Kylie llenaba el aire de alegría y anticipación. A medida que se acercaban a la entrada, Emma no podía evitar imaginar el momento en que sostendría a la niña en sus brazos, sintiendo la calidez de su pequeño cuerpo y la pureza de su risa. Salvador, a su lado, la miraba con ternura, comprendiendo lo importante que era para ella esta visita. La mansión, con su elegante arquitectura y su jardín florecido, parecía reflejar la felicidad que ambos sentían. Al cruzar el umbral, el bullicio de la vida familiar los envolvió, y Emma sintió que cada paso la acercaba más a un nuevo capítulo lleno de amor y dulzura. La emoción de conocer a Kylie no solo representaba un momento especial, sino también la promesa de recuerdos entrañables que atesorarían para siempre.Zoé, Elijah, los niños, Grace, Emily y su esposo es
Antes de volver a la ciudad de Los Ángeles, Emma le pidió a Salvador que se detuviera en un local para comprar un café, sin imaginar que era la misma pizzería donde trabajaba Solange. Salvador la miró y se asombró al verla tan diferente, demacrada y con ojeras, trabajando en una pizzería, cuando ella había tenido un futuro brillante como médico, carrera que había abandonado para ir a perseguir a Elijah a Portland. A Emma también le sorprendió verla, pero prefirió evitar acercarse y darle su espacio a Salvador para que conversara con su hija, mientras ella se sentaba en una de las mesas para tomar su café.—Solange, ¿eres tú? No puedo creerlo. ¿Cómo has estado? —La saludó Salvador con asombro.Solange palideció al mirar a su padre con una mezcla de sorpresa y tristeza.—Papá... no esperaba verte aquí. He estado... sobreviviendo.—¿Sobreviviendo? Pero, ¿por qué decidiste dejar la medicina? Tenías un futuro brillante.—Lo sé, pero a veces las decisiones que tomamos nos llevan por camin
Los días han transcurrido a toda velocidad y la boda de Elijah y Zoé se aproxima rápidamente. Mientras tanto, Lucas continúa su aventura con la joven rubia, cuya belleza y juventud lo tienen embobado. De hecho, ya le ha comprado un penthouse moderno y un lujoso coche de último modelo.Al entrar en la habitación que comparten, la encuentra hablando por teléfono con una amiga. Lucas se queda al margen, escuchando sin que ella lo note. La joven dice con entusiasmo:—No te imaginas lo bien que me va con este multimillonario que conocí en el crucero. Es como tener un cajero automático a mi disposición las 24 horas. ¡Es increíble!Lucas siente un nudo en el estómago al escucharla. Ella continúa, ajena a su presencia:—La verdad, solo lo veo como una oportunidad. El amor no es lo que busco, sino un mundo lleno de posibilidades.Finalmente, Lucas decide intervenir, con voz temblorosa pero firme:—¿Así que solo soy un cajero automático para ti?Ella se sorprende al verlo y, tras un breve silen