Lucas se estaba preparando para ir a cenar a un restaurante moderno y lujoso, emocionado por la compañía de su joven conquista. Sin embargo, su anticipación se vio interrumpida por el sonido del teléfono móvil. Al mirar la pantalla, vio un mensaje de su hija Linda que le informaba del nacimiento de Kylie, acompañado de una fotografía de la pequeña. En ese instante, el corazón de Lucas se encogió como un papel arrugado. A pesar de haber decidido que no quería saber nada de Zoé, de Elijah y, mucho menos, de los niños, la imagen de la recién nacida lo conmovió profundamente. Al observarla, sintió cómo su corazón se estremecía; Kylie era una viva imagen de Elijah cuando era bebé. Esa similitud lo sumió en un torbellino de emociones que le recordaron momentos pasados que había intentado dejar atrás. La alegría y la tristeza se entrelazaron en su pecho y, por un momento, la cena y su conquista se desvanecieron, reemplazadas por la realidad de su familia y el vínculo que nunca podría rompers
Emma llegó a la mansión de Elijah y Zoé con una sonrisa radiante y una emoción desbordante, acompañada de Salvador, quien compartía su entusiasmo. La expectativa de conocer a la pequeña Kylie llenaba el aire de alegría y anticipación. A medida que se acercaban a la entrada, Emma no podía evitar imaginar el momento en que sostendría a la niña en sus brazos, sintiendo la calidez de su pequeño cuerpo y la pureza de su risa. Salvador, a su lado, la miraba con ternura, comprendiendo lo importante que era para ella esta visita. La mansión, con su elegante arquitectura y su jardín florecido, parecía reflejar la felicidad que ambos sentían. Al cruzar el umbral, el bullicio de la vida familiar los envolvió, y Emma sintió que cada paso la acercaba más a un nuevo capítulo lleno de amor y dulzura. La emoción de conocer a Kylie no solo representaba un momento especial, sino también la promesa de recuerdos entrañables que atesorarían para siempre.Zoé, Elijah, los niños, Grace, Emily y su esposo es
Antes de volver a la ciudad de Los Ángeles, Emma le pidió a Salvador que se detuviera en un local para comprar un café, sin imaginar que era la misma pizzería donde trabajaba Solange. Salvador la miró y se asombró al verla tan diferente, demacrada y con ojeras, trabajando en una pizzería, cuando ella había tenido un futuro brillante como médico, carrera que había abandonado para ir a perseguir a Elijah a Portland. A Emma también le sorprendió verla, pero prefirió evitar acercarse y darle su espacio a Salvador para que conversara con su hija, mientras ella se sentaba en una de las mesas para tomar su café.—Solange, ¿eres tú? No puedo creerlo. ¿Cómo has estado? —La saludó Salvador con asombro.Solange palideció al mirar a su padre con una mezcla de sorpresa y tristeza.—Papá... no esperaba verte aquí. He estado... sobreviviendo.—¿Sobreviviendo? Pero, ¿por qué decidiste dejar la medicina? Tenías un futuro brillante.—Lo sé, pero a veces las decisiones que tomamos nos llevan por camin
Los días han transcurrido a toda velocidad y la boda de Elijah y Zoé se aproxima rápidamente. Mientras tanto, Lucas continúa su aventura con la joven rubia, cuya belleza y juventud lo tienen embobado. De hecho, ya le ha comprado un penthouse moderno y un lujoso coche de último modelo.Al entrar en la habitación que comparten, la encuentra hablando por teléfono con una amiga. Lucas se queda al margen, escuchando sin que ella lo note. La joven dice con entusiasmo:—No te imaginas lo bien que me va con este multimillonario que conocí en el crucero. Es como tener un cajero automático a mi disposición las 24 horas. ¡Es increíble!Lucas siente un nudo en el estómago al escucharla. Ella continúa, ajena a su presencia:—La verdad, solo lo veo como una oportunidad. El amor no es lo que busco, sino un mundo lleno de posibilidades.Finalmente, Lucas decide intervenir, con voz temblorosa pero firme:—¿Así que solo soy un cajero automático para ti?Ella se sorprende al verlo y, tras un breve silen
Finalmente, ha llegado el tan anhelado día de la boda, tanto civil como religiosa, de Zoé y Elijah. El padre Tomás será el encargado de oficiar la ceremonia, y toda la familia está presente, nerviosa y feliz por este acontecimiento. El pequeño Joshua ya camina y es un niño muy avispado y curioso, mientras que Kylie, aún siendo un bebé, se muestra despierta y muy alegre, físicamente muy parecida a Lucas y Linda, toda una Hamilton.Elijah se estaba preparando en una de las habitaciones de abajo para evitar ver a la novia antes de la ceremonia, ya que dicen que es de mal agüero. Mientras se arreglaba, la puerta de la habitación se abrió suavemente. Al principio, Elijah no lo notó, pero al ir hacia la cama para buscar su corbata, se encontró con Lucas, su padre, que la tenía en la mano.—Te ayudo, hijo—dijo Lucas con una sonrisa.Elijah sintió cómo un intenso escalofrío recorría su cuerpo. La emoción de ver a su padre frente a él lo llenó de felicidad; era lo único que le faltaba para ser
Ahora le toca al padre Tomás oficiar la ceremonia religiosa. Elijah y Zoé se miran complacidos y sienten en sus corazones que todo el riesgo y las dificultades que han afrontado a lo largo de su vida han valido la pena, ya que finalmente han llegado hasta este momento tan significativo. El ambiente está impregnado de una mezcla de emoción y solemnidad mientras los familiares y amigos se reúnen en torno a ellos, creando un ambiente de amor y apoyo. Cada mirada, cada sonrisa, refuerza la certeza de que han superado obstáculos y han luchado por su amor, y ahora, en este instante, están listos para dar un paso decisivo hacia su futuro juntos.El padre Tomás, con una cálida sonrisa, mira a Zoé y Elijah y dice:—Queridos Zoé y Elijah, hoy están aquí rodeados de sus seres queridos, listos para dar un paso importante en sus vidas. Antes de continuar, les pregunto: ¿aceptan al otro como esposo o esposa, en la alegría y en la tristeza, en la salud y en la enfermedad, y se comprometen a amarse y
En la clínica, Zoé se encontraba en los brazos de su esposo, Elijah, completamente deshecha por lo ocurrido con Salvador. La revelación de que él era su verdadero padre la había dejado confundida y triste. El hombre que siempre había imaginado como su padre, Robert Williams, ya no ocupaba ese lugar tan importante en su corazón. En ese momento, sentía una profunda rabia hacia su madre, a quien culpaba por haberle ocultado esa verdad.—¿Por qué no me lo dijiste, mamá? —Le recriminó Zoé a Grace, quien se quedó callada ante los reproches de su hija.Elijah la abrazó con más fuerza para intentar consolarla.—Zoé, ahora lo que importa es que Salvador está aquí, con nosotros. No dejes que el pasado te consuma—dijo Elijah, mirándola a los ojos.Zoé se separó un poco, buscando la mirada de su esposo.—Pero, Elijah, no solo eso. Solange... ella es mi media hermana. Estuvo a punto de matarme por celos. ¿Qué tipo de persona es mi madre? —Continuó Zoé viendo a Grace con rabia, quien desapareció de
Empresas Hamilton.Una hermosa mujer madura, de unos 50 años, entró en la oficina de Lucas. Era rubia, de figura esbelta y elegante porte. Sus cautivadores ojos color avellana se encontraron de inmediato con los intensos ojos verdes de Lucas, quien, maravillado por su belleza, la hizo pasar rápidamente, atendiendo su llegada con una cortesía que delataba su atracción.—Bienvenida a Empresas Hamilton —dijo Lucas, sonriendo mientras le ofrecía un asiento. —Es un placer conocer a una nueva accionista.—El placer es mío, Lucas —respondió ella, con una voz suave y melodiosa. —He oído hablar mucho de ti y de la empresa. Estoy emocionada de formar parte de este equipo.—Nos honra tenerte con nosotros. Estoy seguro de que tu experiencia será invaluable —contestó Lucas, sintiendo cómo una chispa de conexión se encendía entre ellos.La atractiva mujer que tenía frente a él no era otra que la nueva accionista de la empresa. Había adquirido las acciones que Lucas le había cedido a Elijah como par