Kenia
Admiro el perfecto cuerpo de Ryan. Mi cuerpo se prepara para otra batalla, no imagine que podría ser ninfómana. A este paso moriré, por sexo. Bruce me quita la sabana que cubre mi cuerpo, me observa con malicia. Pasa su lengua por sus labios, saborea lo que sea que tenga preparado para mí.
Observa a Ryan solo unos segundos, al parecer logran comunicarse solo con las miradas. Bruce me toma de las piernas y me arrastra al borde de la cama. Grito mientras lo hace. Abre mis piernas, mira mi centro, este ya está húmedo a la espera de más. ¿Cómo puede ser posible? He tenido sexo ya dos veces hoy.
Estoy necesitada de sus manos, al parecer logran entender mi necesidad. Ryan besa mis labios, mientras estoy disfrutando de nuestro beso. Los labios de Bruce me besan mis labios vaginales. ¡Esto es el Cielo!
Ambos comienzan a besar cada parte de mi cuerpo,
LaurenEl olor fétido de la humedad, inunda mis fosas nasales, las paredes llenas de moho, la falta de luz natural, todo lo que últimamente me rodea es tan deprimente. Mi cabeza duele, llevo días oculta. La he jodido bien, ahora no solo tengo en contra a Ryan, sino a la manada y al muerto, alias vampiro. Cada ser sobrenatural me estaba buscando, sé que si me encuentran no llegaré viva al consejo.Estoy sola, abandonada, sin dinero. Me he tenido que ocultar en las cloacas de la ciudad, el olor oculta el mío. Tengo en mente un nuevo plan, no estoy vencida aún. Quizás no fuera lo más acertado; empero era mi última carta, antes de morir. Porque estoy muy segura que moriré.En los últimos días he tenido que soportar humillaciones para poder comer, dependo de un humano, que me alimenta. Él me ayuda a mantenerme en movimiento cuando sospecha que p
DeclanDespierto, siento su ausencia. Sin mirar puedo saber con certeza que no está a mi lado. Debo aceptar que cuando me deje llevar por la rabia, no pensé que me sentiría así por ella. Jamás había estado con una mujer tan enigmática. Ella es tan grosera y arrogante, se comporta como la reina del hielo. Cuando la tome, cuando la probé, supe que jamás nada se igualaría a su sabor. ¿Cómo es eso posible? ¿Será esto lo que llaman amor?Le busco a mí alrededor, no está en la habitación. ¿Habrá huido de mí? Me coloco un pantalón, necesito saber si me abandono. Cuando llego a la sala, la vislumbro sobre la colina, desde aquí observo sus temblores. ¡Dios está llorando! ¿Le abre hecho daño acaso? Quizás en mi emoción no
KeniaAbro los ojos, la luz en el cuarto me pega en las retinas. Tengo irritados los ojos de tanto llorar. Mi cuerpo está agotado, estos días has sido extenuantes emocionalmente. Toco la cama buscando su presencia. Para encontrarme sola en ella. Cada día desde lo de mis padres, me tratan como si fuese cristal, me duele su distancia. Empero, no sé cómo actuar ante esta situación, los amo, quiero estar con ello; pero ¿a costa de mi familia?Observo la habitación buscando algún rastro de Ryan o Bruce. El desaliento se apodera de mí, necesito sentir su amor. Necesito saber que no me equivoco al estar con ellos. Desde hace días las dudas se han apoderado de mí. En algunos momentos deseo salir corriendo con mis padres, decirles que no seguiré este camino, que me amen de nuevo. Por otros, imágenes de mi secuestro l
Nuestras respiraciones poco a poco se normalizan, amo escuchar su corazón irse calmando, poco a poco. Mis manos recorren su pecho, es como tocar una colcha peluda. Me siento tan segura y protegida en sus brazos. Sin embargo, algo me inquieta e incómoda, extraño a mi otro mate. —¿Dónde está, Bruce? –pregunto mientras levanto mi cabeza de su pecho y le miro a los ojos. —Está de viaje, pequeña. Tenía que arreglar algunas cosas de su negocio. Me angustio, por mi egoísmo he dejado a mi pareja sin su alimento. Y ahora salió de viaje, debe estar débil, me siento mal y terriblemente culpable si algo le pasara. Mi corazón se estremece, mi respiración se acelera, sin poder controlarme me retuerzo entre los brazos de Ryan. —Calma, no va solo. Mi Beta ha mandado un grupo de Deltas para su protección −dice mientras me abraza, dando alivio a mi alma. —No se… ha… alimentado. Debe estar débil – le miro mientras algunas lágrimas escapan de mis ojos. Co
RyanEstoy agotado, estos últimos días han sido duros. Tener a mi compañero en la puerta de la muerte. Saber que soy el causante de su debilidad, me aflige. Pensándolo bien, ahora entiendo mi necesidad de protegerlo. Los nervios que me dan cada vez que sale fuera de la manada. Decido tomar una ducha, en mi baño privado de la oficina. Pues mi cuarto esta congestionado de personas entrando y saliendo. Abro la ducha, me decido por tomar una ducha caliente. Necesito reposar mis músculos, necesito relajarme. Lo ideal sería una buena sesión de hidromasaje en mi jacuzzi. Sin embargo, me tocara conformarme con esto.Una vez que verifico que la temperatura del agua está a mi gusto, entro en la ducha. Me recuesto en la pared, mientras dejo que el agua caiga desde mi cuello y corra libre por toda mi columna. Cierro los ojos, necesito analizar como mi vi
KeniaEstoy nerviosa, Bruce aún no ha llegado. Se supone que iba a regresar el mismo día. Ya ha oscurecido, aún no sabemos nada de él. Camino de un lado al otro en la oficina de Ryan. Mi compañero esta con su beta, intentando ubicar a mi mate. No han logrado contactar con los deltas que van protegiendo a Bruce. Una opresión en mi pecho no me permite respirar, algo no está bien. Sí le sucede algo, será mi responsabilidad. He sido una estúpida, si lo pierdo lo tendré merecido. No he valorado a mis compañeros, no los he cuidado. Lagrimas corren por mis mejillas, la sola idea de perderlo me deja sin aire. ¿Cómo viviría sin él?Escucho el ajetreo, gritos vienen de la entrada. Salgo asustada. Cuando llego al pasillo, veo como llevan a Bruce en una camilla, su cara sangra y él esta inconsciente
BruceMis fosas nasales logran percibir el aroma más exquisito que puede existir. El de mi pareja. Abro los ojos poco a poco, sintiendo como el calor de la luz del sol invade por las ventanas de mi habitación. Me siento desorientado, no recuerdo como llegue aquí, ni cuánto tiempo he dormido. Veo una intravenosa que cuelga del pie de la cama, me surte de sangre. Supongo que ese es el olor que me despertó. Me doy cuenta que, del lado izquierdo de la cama, justo debajo de mi brazo algo esta enroscado a mí. Dándome calor.Poco a poco levanto mi cabeza, me mareo un poco en el proceso. La veo, tan hermosa, durmiendo sonriente a mi lado. Ella sin duda es lo mejor que me ha pasado. Su amor y confianza es el mejor que la vida me pudo regalar. Con mi mano intento rozar sus cabellos, en realidad muero por besarla y consumirme en sus brazos. Pero, mi cuerpo no colabora y solo me conformo con rozar su piel, con la yema de mi
Los ancianos se observaron entre sí, cada vez estaba más seguro que tenía algún tipo de conexión mental. Sus largos silencios me lo daban a entender. Luego nos vieron a los tres. Mi corazón estaba a punto de salir de mi pecho, y las emociones compartidas con mis compañeros eran peor, culpa, amor, angustia, decepción. A esta altura Kenia ya dejaba ver sus lágrimas, que corrían libre. Ella es una mujer muy leal, seguro piensa que ella está generando daño a nuestros pueblos.La temperatura en el lugar había descendido varios grados. Todos estábamos incomodos, sensibles y diría que hasta inseguros de nuestra posición a esta altura.—Lo primero sería realizar la ceremonia de la luna −dijo el humano, mientras caminaba por todo el lugar − Allí reconocerían a su pareja públicamente, al mismo tiempo se reconocerían