Nunca antes la habían atado.
Carolina estaba a punto de abrirle la puerta de su sumisión, una cesión de poder que ella apenas conocía. Miguel disfrutaba haciéndola esperar. Jugaba con su voluntad de la misma manera que jugueteaba con las cintas de seda entre sus dedos. Ella saboreaba la incertidumbre, arqueada en la posición indicada. Aguardaba con impaciencia el momento en que él la inmovilizara.
Lanzó una mirada hacia la escalera, ansiosa por subir ya a la habitación, pero no se movieron de donde estaban.
Sin darle tregua, Miguel volvió a estrecharla contra la puerta de entrada. Por un momento, sólo existieron las respiraciones entrecortadas, la humedad de sus lenguas batallando en un duelo de titanes, y la erección presionando su abdomen. Un beso lánguido, lascivo, provocó que Carolina jadeara sin control.
De pronto, todo resquicio de igualdad en la guerra despareció. Miguel la agarró con fuerza de las muñecas y le lanzó una mirada de advertencia, inclinan
Aferrada a los barrotes del cabecero de la cama, ojos cerrados, ensimismada, muevo la pelvis controlando ese leve contacto que necesito de su enorme lengua a mi menudo botón de placer. De vez en cuando, me separo de él y pauso, espero pocos segundos para luego volver a colocar todo, ahora todo mi sexo, enterito, encima de su boca. Como si quisiera ahogarle. En realidad, creo que quiero hacerlo, no sé si de forma inconsciente. En ocasiones, la manera que tengo de sentarme sobre él, la manera que tengo de apretar su cabeza con mis muslos y el tiempo que transcurre sin que mi inerte amante proteste, parecen las secuencias de un crimen perfecto.Creo que quiero matarle porque yo me muero también. Sí, joder, sé que es distinto, pero en esos momentos, no pienso. Pensar… ¿quién puede pensar cuando cada lametón o cada ausencia me doblega, provocando mis estruendosos gruñidos e incontrolados temblores que se transforman en metálicos golpes de los barrotes a la pared? A veces, durante e
Recuerdo de Gala-Tanquila- me dice. -Es solo una vela con cera de masaje».Sus manos empiezan a resbalar por mi cuerpo y recorren hábilmente mi espalda, mi cuello, mis costados… me hace cosquillas.Cuando llega a mi culo se detiene un buen rato. Me toca la entrepierna por debajo, me acaricia los muslos por el interior.«Ahora tranquila», dice, «te voy a atar ¿vale? Tengo un arnés en la cama».«¿Pero cómo un arnés?», pregunto yo nerviosa…«Shhhhhhh, confía en mí. No te va a pasar nada. Déjate llevar. Disfruta. Te va a gustar».Me muero de miedo. Sigo con los ojos vendados y el corazón latiéndome como un caballo desbocado.Me coge las muñecas y me las sujeta a los dos extremos de la cama con una especie de muñequera y unos ganchos. Hace lo mismo con mis tobillos. Me quedo
RecuerdoSe pone de pie y veo que está otra vez listo para la acción. Me excita tanto el verle como antes me excitaba el no verle.Me hace arrodillarme. En vez de quedarse quieto mueve rápido sus caderas hacia delante y atrás, mientras me meto su polla en la boca todo lo adentro que puedo. Él me coge la cabeza y me marca el ritmo, y yo lo hago con avidez; quiero hacer que se muera de placer por la noche de película que estoy teniendo, chupársela tan bien como pueda, esforzarme mucho.Él me mueve la cabeza cada vez más rápido. Cada vez más adentro. Sus gemidos van creciendo en intensidad. Se va a correr de un momento a otro. Entonces me dice: «Me falta muy poco ya, ¿dónde quieres que termine?».Y una voz interior (que obviamente no soy yo) dice: «En mis tetas, quiero que te corras en mis tetas».Entonces, me hace seguir chupando un poco más, hasta que me tumba en la cama boca arriba con un rápido movimiento, al tiempo que se coge la polla con fuerz
ORALANALBarrotes – Crónicas Moan (by Eme)Karen Moan | agosto 20, 2021Categoría:RELATOS ERÓTICOS,Relatos eróticos con audio,Sexo oralSi te gusta el sexo más desinhibido, lee y escucha este intenso relato erótico con audio de Karen Moan.Sigue más abajo…BarrotesPulsa play para activar el audio:
La miré con desesperación cada respuesta de trabajo leer cada "No". Sentía demasiada frustración, mi nombre es Gala Morozov no le pediría dinero a mi padre y mucho menos a mi odiosa madrastra Gwen. Con la qué tuve mi primer aventura lésbica, si ella y yo tuvimos algo de lo qué me arrepiento profundamente no por mi padre sinceramente él era un imbecil. Me considero una persona normal físicamente e alta de cabello pelinegro, ojos azules y hermosa demasiado hermosa, su cuerpo parecía tallado por mil dioses Griegos eso suelen decirme cada vez qué me ven me ¿molesta?, por supuesto qué no yo lo sabía pero jamás lo diré en voz alta. Ya qué no me gustaba sonar creída o mimada, miré con desespero a su amiga.Renata y yo somos amigas desde preescolar, jamás nos separamos por nada en el mundo. Renata es mediana, delgad
No pudo dormir en toda la noche Adrien daba vueltas en su cabeza cómo nunca había pasado con un hombre, es tan lindo, tan misterioso y además tiene dinero. Un hombre cómo él debe ser buenísimo en la cama, tiene todo lo qué deseaba Gala alguien elegante, inteligente y sexual sobre todas las cosas. Simplemente maravilloso.Tomó sus cuadernos y miro su reloj.-¡Señorita Morozov!-gritó un hombre, él era su profesor de contabilidad.Él era un alto de cabello castaño oscuro y ojos grises. Tenía un poco de barba.-Profesor Neil, ¿qué ocurre?-pregunta cabizbajo.Él le apuntó la habitación... No había nadie en las habitaciones ya sabía qué todos estaban en clases.-Hola muñeca, ¿como estás?-la tomó de la cintura,-¡Te gusta él peligro!-beso su cuello.Ellos tenían un amorío hace dos años era secreto, sólo Renata sabía después nadie más. Ponía en riesgo él trabajo dede él y su lugar en Columbus.-Mi amor, es tan inte
Abrió su regalo con emoción era un día simplemente perfecto, no hacía demasiado calor o frío. Gala se preparó durante toda la tarde para su cita con Adrien, se veía tan sensual y hermosa con su vestido negro manga larga y escote en la espalda, su labial rojo su cabello suelto hacía atrás.—¿Como me veo?—pregunto nerviosa.Renata se levantó y aplaudió.—Magnífica.—respondió alegre.Ellas se miraron entre sí sentía demasiados nervios. Adrien le había pedido qué sea puntual y se vistiera elegante, miro por última vez su vestido y sonrió amaba tanto su cuerpo.—Saldremos juntas, quiero decirte qué si necesitás ayuda envía un emoji él primero qué aparece en tú teclado y si todo está bien... Envía una vocal.—dijo con precaución.Salieron y fueron corriendo hasta la entrada. Jamás había pensado qué haría ésto pero hay algo en ese misterioso hombre qué la dejaba pensando.—Vinieron por mi Renata.
Sus manos recorrían cada centímetros de su piel haciéndola enloquecer, sus ojos oscuros cómo la oscuridad la enloquece, Gala no era cualquier chica ella sabe cómo jugar, cómo tocar incluso mirar querido hombre juega con Gala y créeme qué arderas.—¡Por favor tocame!—suplicoSintió una mano en su espalda.—Gala hablas dormida—interrumpió Renata,—¡Ese tipo te gusto!—guiñoGala bostezo y se sentó en su cama tomó su celular quería saber qué era el bondage.—Me encanto, me beso y juro qué se sintió tan bién qué deseo más de él Renata. Seguramente su pene es enorme , qué hombre.Renata empezó a reír a carcajadas.—¡Qué perversa!—exclamó.Gala le tiró la almohada.—Ajá si.Tomó su móvil y buscó qué es él bondage.El bondage es una práctica sexual en la que se utilizan ataduras. Esa es la definición más aceptada del bondage y no falta quien lo considera una expresión artística.