El reloj marcaba las 6:45am, los rayos del sol ya estaban empezando a salir en el horizonte para indicar el inicio de un nuevo día ocupado para cierto jefe mafioso… o ese era el plan, ya que había pensado levantarse temprano para lograr adelantar su trabajo antes que sus hijos despertaran, pero lamentablemente sus planes fueron frustrados por sus lindos angelitos.El lado bueno de tanto entrenamiento espartano es que ahora podía despertarse a las 6:30am sin necesidad de una alarma, ya había planeado buscar adelantar un poco su trabajo en lo que sus hijos seguían dormidos, pero justo cuando estaba por buscar levantarse para estirarse noto que había un peso extra sobre de él, algo que le extraño porque se supone su esposa no estaba, con cuidado movió sus sabanas solo para encontrar a sus hijos dormidos y abrazados de su pecho, lo cual provoco que dejara escapar un suspiro, recordándole que ellos se habían colado en la noche con él así que adiós a su plan de adelantar su papeleo, por lo
Los gemelos estaban alegres, ya que su papá estaba con ellos jugando y riendo… definitivamente era algo raro ya que por lo general se encontraba en su despacho haciendo sus deberes de líder, los cuales se llamaban “papeleo”, pero por lo visto hoy no parecía ser el caso, deduciendo que tal vez eso se debía al abuelo Renato, por lo cual ambos decidieron manipular la situacion para que abuelo le dejara la semana libre a su padre y así pasara todo el tiempo con ellos.El plan fue llevado a cabo en la cena de ese día donde a coro dijeron que sería lindo que su papi estuviera con ellos para jugar toda la semana porque extrañaban a su mami, donde al mencionarla algunas lágrimas brotaron de sus ojos, logrando que mágicamente su padre no estuviera encerrado en su oficina si no que ahora estuviera con ellos jugando en el jardín.Antonio por su parte estaba divertido y contento aprovechando su pequeño descanso, desde que noto la actitud rara de sus pequeños en la cena hasta lo que paso después s
Por su parte, ajeno a las travesuras de sus hijos… Antonio se encontraba en su despacho revisando algunos documentos que le servirían para la reunión, era verdad que sería algo informan… pero esas eran las reuniones más peligrosas ya que si hacías un movimiento en falso podrías llevar a la ruina a la familia porque ellos buscaban emborrachar o drogar a sus rivales para embaucarlos… se sentía algo nervioso porque sería la primera vez en casi 6 años que iría sin su esposa a ese tipo de reuniones, la verdad eran fiestas demasiado aburridas y fastidiosas... en eso abrió sus ojos impresionado por sus propios pensamientos… en verdad que la paternidad le había cambiado, ya que antes disfrutaba esas fiestas por todas esas mujeres que se entregaban a él con la esperanza de convertirse en su esposa… en eso una sonrisa nostálgica apareció en su rostro mientras cerraba sus ojos porque en una fiesta de ese estilo la conoció, aunque claro… Kyomi fue para asesinarlo no ligarlo, pero le gusto el giro
Las reuniones o fiestas de la mafia siempre son eventos importantes para el bajo mundo a los cuales siempre había que asistir con estricta etiqueta, era un evento donde reinaba una tregua temporal. Los eventos de este tipo siempre eran organizados por las familias más influyentes y poderosas de ese momento, donde el anfitrión siempre buscaba hacer gala de todo el poder económico que poseía e igual las personas invitas a dichos eventos también pertenecían a familias influyentes o eran aliados de la familia anfitriona.Justo en esos instantes, cierto líder de una de las mejores familias ingresaba a la mansión y para asombro de aquellos que le conocían llegaba solo… un detalle llamativo para una mujer, la cual estaba en dicha fiesta esperando conseguir una oportunidad para mejorar su estatus social y tal vez asegurarse un futuro muy prospero.A cierto castaño, se le podía notar fastidiado… realmente no deseaba asistir ya que se sentía extraño al asistir solo, en esos momentos preferiría
Por otra parte, había una pelinegra que disfrutaba de una copa de vino tinto al mismo tiempo que observaba las cámaras de seguridad con diversión.- Oh… así que a eso se refería, jeje la verdad que sean así los hace más adorables – dijo divertida Antonella, mientras se acomodaba en la silla y seguía observando – por lo visto eso de ser celosos y posesivos es de familia, jaja me pregunto si podría tentar mi suerte y molestar un poco a Akira de esa forma – hablo de forma pensativa a la vez que bebía un poco de su copa - buaak… ah esto llaman calidad que asco – se quejó mientras tiraba el contenido de su copa al suelo - bueno era obvio si vemos el fiasco de seguridad que poseen – opino mirando de reojo a su derecha donde se podían ver varios cuerpos apilados – al menos tengo un buen entretenimiento – indico mientras movía las cámaras y seguía los pasos de los pequeños.Por su parte Antonio ya estaba realmente fastidiado y asqueado de esa mujer… gracias a ella su plan de buscar largarse s
Justo en esos instantes Kyomi se encontraba molesta, ya que nadie le negaba nada y menos ese sujeto que tenía enfrente en esos momentos que le decía que no la dejaría ingresar al aeropuerto con “esa cosa”, en verdad que le enojaba ya que se había adelantado para ponerlo cómodo en el vuelo mientras Akira llevaba las maletas llenas de regalos que le había comprado a su novia y a los gemelos.- Lo lamento señora, pero no puede ingresar a este establecimiento con esa cosa a menos que tenga sus papeles en regla y los permisos para trasladarlo – decía de forma segura el guardia del aeropuerto, mientras le impedía el paso a la pelinegra, pero justo en ese momento Akira estaba llegando a su lado.- Kyomi, pensé que te adelantarías para acomodarlo y que no cause problemas en el vuelo – le dijo mientras este llevaba las maletas.- Lo lamento señores, pero no puedo dejarlos pasar con esa cosa a menos que tenga papeles e igual usted debe pasar al registro por esas maletas – declaro el guardia, no
- Veo que ya se encariño con el – comento la anciana mientras miraba como el felino estaba quieto en los brazos de la pelinegra.- Hmm…- Vamos adentro buscare algo para ese polizón e igual preparare el almuerzo – le indico, notando que la pelinegra le seguía al interior de la casa.Realmente el viaje a Japón duraría solamente 2 o 3 días, pero al investigar Akira noto que las razón por la que ese “gato” había llegado a la casa con una doble intención, ya que mientras Kyomi lo jugaba encontró que el pequeño poseía un rastreador colocado en una de sus patas delanteras… al parecer los que lo tiraron se lo habían robado a un grupo de yakusas, los cuales se dedicaban a la venta de animales en el mercado negro e igual eran sus enemigos ya que se andaban disputando el dominio del área.Lamentablemente para los pobres yakusas… la disputa de territorio también abarcaba la casa de los Matsumoto, por lo cual los hermanos se tomaron la molestia de enseñarles las reglas del lugar y quienes mandaba
La mansión se había vuelto más animada desde la llagada del pequeño felino, aunque eso significaba un aumento considerable en el papeleo del jefe de la casa ya que la nueva mascota de la casa ya que tenía la manía de afilar sus garras en los sofás y cortinas, así como mordisquear las patas de las mesas y sillas… pero lamentablemente Antonio no podía hacer mucho ya que el pequeño “Ringo” era protegido por sus lindos angelitos, los cuales ponían cara de cachorro abandonado bajo la lluvia cuando lo veían a punto de regañar a su nueva mascota e igual Kyomi no ayudaba mucho ya que apoyaba ese comportamiento diciendo que eso era algo normal en un carnívoro: marcar su territorio.Si realmente amaba a su familia, pero a veces le sacaba de quicio y le hacían perder la calma con facilidad, pero estos sabían manipularle y con un besito por parte de ambos y una vaga promesa de: “no lo volverá hacer” se salvaban.Otro evento que impresiono mucho al castaño fue el hecho de que dentro de poco celebr