MarinaEl castillo era magnífico y se había convertido en mi hogar desde hace algún tiempo. Habíamos aprovechado que todos estaban aquí: mis hermanos, mi alfa y mis amigos, para tener nuestra ceremonia.El rey la realizó con agrado, aunque queríamos que fuera sencilla, ya que era solo una especie de
Carmen—Xavi, por favor... — suplico cuando vuelvo a sentir sus manos, sus labios presionando y succionando, sus dientes mordiendo, tomando todo de mí.Habíamos tenido días de mucho trabajo con Luna Blanca, tratando de mejorar las relaciones entre diferentes manadas y buscando acuerdos que favorecie
XavierHabía sido una noche dura, solo comparable a la guerra, y literalmente mi amor había batallado una vez más.—Xavi... —susurra ella, agotada, y creo que preferiría pasar mil batallas antes de verla así.—Cariño, eres tan fuerte, mi —susurro, agobiado, y me acerco para tenerla en mis brazos con
Carmen La manada Luna de Sangre había ido una guerra y había perdido, nuestro futuro Alfa, Pablo había muerto y ahora, su hermano menor Aníbal iba a ser el alfa. Todos estaban preocupados por el futuro. En cambio, yo seguía preocupada por el presente, porque no importa lo que sucediera, mi vida a
Carmen —A-Alfa...— dije yo inclinando mi cabeza. —Solo quería saber si estabas bien— me dice y me sorprendo mucho. Cuando quemó mi cosecha, y se robó mi leña en invierno, no me pidió disculpas. Cuando inventó que yo me robaba comida en la casa de la manada y me castigaron, tampoco cuando lanzó al
Carmen —Generalmente, venden a los humanos, a vampiros, o a quienes lo deseen. Pero estás en muy mal estado... y tu corazón es débil… quizás te podríamos mantener escondida...por cierto, me llamo Mari —decía. Veía que tenía par de pulseras y una cadena que guindaba atrás. Como una esclava y tembl
Xavier —¿Todo bien Xavier?— Me preguntaba mi Beta, Bruno. —No lo sé…estoy un poco ansioso desde que llegamos a este lugar— mi lobo Apolo estaba más nervioso que nunca. Yo sabía que desde hace algún tiempo él se había convertido en una bestia insaciable. La necesidad de sangre de matar a los tra
Aníbal La diosa luna realmente se había equivocado. No había forma de que esa chica fuera mi Luna. Mi hermano había muerto; él era el verdadero heredero y yo nunca fui criado para esto. Y por cosas del destino, ahora ese iba a ser mi rol, un alfa… y había encontrado a mi mate destinada. Podría apa