CarmenCuando me levanté, sentí que estaba en un lugar realmente cálido y agradable. No sabía que hora era, pero me sorprendió darme cuenta de que estaba bien arropada, en nuestra habitación y suspiré de felicidad.Nuestra ceremonia fue preciosa y la noche fue intensa, deliciosa, un sueño. Recordaba
Carmen—Anoche… debí ser más cuidadoso— dice preocupado tomando mi mano y veo algunos moretones en mis brazos, marcas cerca de mis pechos y ahora él revisa mis piernas en el agua. —Yo… me siento bien. Desde pequeña me quedan cicatrices y marcas, mi piel…— —Tienes dolor, moretones… no creo que esté
AníbalEl dolor lo que había hecho era acrecentarse cada vez más y más. En el punto en que estaba, yo ya me sacudía en el suelo y se me salían las lágrimas. Mis dientes chocaban e intentaba desesperadamente sujetarme con mis manos y al menos arrodillarme.Sangreoscura seguía diciendo unas palabras q
Fabrizio—Tiene la presión un poco baja, pero creo que lo peor ya ha pasado. Su condición no ha mejorado totalmente, pero tampoco hemos vuelto a como estaba al principio —dice la doctora mientras monitorea a Marina.Yo me había quedado en la habitación junto con Bruno, el rey y Tatiana. Afuera, habí
XavierNo tenía la menor idea de qué había ocurrido.Yo solo había tenido una deliciosa siesta con mi preciosa mate, luego de haberla cuidado y bañado como el tesoro especial que es, y me había despertado con ella acariciándome el pecho. Si ese no era el escenario perfecto, entonces no sé cuál era.
Carmen —En serio, Marina, dinos cómo te sientes…——Mucho mejor, lo prometo... no sé qué sucedió. De repente me caí, y sentí que el mundo se me vino abajo. Solo quiero que me den el alta y volver con Bruno, y si es posible salir a ayudar en lo que se viene —dice ella, y yo siento un dolor en mi cora
—Tenemos que ir a explorar, no hay otra opción. Debemos que llevar un grupo de nuestros mejores guerreros, tenemos que ir al corazón del problema —decía Fabrizio. Y esto no me gustaba para nada.Sabía lo que teníamos que hacer, pero ahora mi lobo estaba perdido, hacía solo días de que había marcado
CarmenNo podía ni imaginarme la idea de que él estuviera lejos, ¿después de todo lo que había pasado? ¿Y ahora le pedían que se fuera? — Deberías estar conmigo... — le susurro mientras él me aprieta contra la cama y quita mi blusa.— Si no podemos saber lo que está pasando... no puedo mantenerte s