Los días siguientes son lentos, el juez ordena un aplazamiento para la continuación del juicio, la única buena noticia es que todos los cargos se reducen a una sola persona, el Gitano. Con la muerte del resto de los imputados, las cosas se complican mucho para él.
El gran problema es que ya no contamos con el testimonio de Farías, quien hubiera puesto mucha luz sobre las preguntas que aún no tienen respuestas, como la muerte de la niña del río, Eva, Sole, incluso, quizás, la de Verónica Falcón. Pero nada de esto tiene solución ya.
La investigación por el atentado contra los imputados está en marcha, pero mis esperanzas son cada vez más escasas. Estoy segura de que los va a llevar directo a un callejón sin salida. Como todo lo que rodea a Vargas.
Ferreyra aprovecha los días para indagar más en las relaciones de la Red
Luego de la inútil incursión a Puerto Diamante, volvemos a la ciudad y tras un breve paso por el hospital, donde Falcón recibe algunos puntos, volvemos a casa.—Estaba allí —digo con frustración—Si hubiéramos hecho lo que propuse, quizás ahora Lourdes estaría aquí con nosotros.—Tienes razón, fue una decisión estúpida. No se puede confiar en nadie ¡Maldita sea! —acuerda golpeando la mesa.—Al menos sabemos que está viva. —interviene Elvira sujetando mi mano.—Sí, viva y en medio del infierno. Yo estuve en su lugar, solo deseaba morir… —sollozo.—La encontraremos Val, estamos cerca —anuncia Falcón esperanzado.—Escuche eso muchas veces, me iré a la cama. —advierto poniéndome de pie.Ignacio me toma por la muñeca y me mira
Mientras Ferreyra y Galindo siguen trabajando en el trato que terminará con el juicio y el encarcelamiento del Gitano. Yo aprovecho el tiempo para trabajar en el blog. Contando todo lo sucedido en Puerto Diamante. Haciendo especial énfasis en que todos somos cómplices de los crímenes.El silencio de aquellas personas que saben lo que está ocurriendo, pero eligen mantenerse al margen, ya sea por miedo o por conveniencia. Es lo que hace que una Red, tan grande y poderosa como la de “la Triple Frontera”, encuentre víctimas en todas partes.Las manos de todos están manchadas con la sangre de esas niñas. Nosotros permitimos que esos lugares lucren con la vida y la libertad. Somos los consumidores finales. Sin demanda, no habría oferta. Es muy sencillo en realidad.Este negocio es rentable porque aun, en el siglo XXI, creemos que las mujeres son una propiedad, algo in
—Ley de Murphy —me digo a mí misma.Cuando algo sale mal, todo sale mal, y es justo lo que pasó con el juicio contra “La Red de la Triple Frontera”. Me entristece tener que escribir este blog, pero debo hacerlo.Prometí que lo contaría todo, le debo la verdad a las víctimas sin nombre, a las familias, a las almas… llevo horas sentada frente al ordenador, sin saber exactamente cómo empezar este post.Es que la verdad duele, indigna y tengo esta horrible sensación de no haber conseguido justicia, aunque muchos no estén de acuerdo conmigo, como Falcón. Él considera un justo final que cada uno de los implicados en la causa, esté enterrado bajo seis metros de tierra.Elvira no piensa lo mismo, yo estoy de su lado. La muerte no es justicia, es una escapatoria, otra forma de burlar la ley, el castigo. El simple hecho que no haya ni un solo detenid
Las hojas caen de los árboles tiñendo de un hermoso color marrón rojizo el suelo, el otoño ha llegado para dar paso a un frío y gris invierno. El aliento se congela al tratar inútilmente, de liberarse de la prisión de los pulmones, las noches se hacen más largas, oscuras, pero siempre vuelve la primavera y con ella una nueva esperanza. Las flores comienzan a nacer, los pájaros cantan, el sol calienta las almas congeladas. Pero nada se compara al verano, donde las risas se amontonan como gotas de lluvia en una calurosa tarde. Los días se convierten en eternos y con ellos vuelve la luz, solo para volver a morir en un nuevo otoño…El paso de los años no ha mermado la culpa, el dolor, la indignación. Las incertidumbres me acosan, me siento atascada. Mi vida se detuvo, y me cuesta encontrar razones por las que seguir adelante.Es desolador darse cuenta de que la justicia no exi
Mientras espera noticias desde la Argentina no puede estarse quieto. Estos últimos días lo tienen muy ansioso, algo pocas veces visto en el Бос[1]. Por regla general es un hombre frío, moderado, obsesivamente organizado y nada lo toma por sorpresa.Pero cuando la noticia de que su mano derecha, el Gitano ha sido detenido mientras intentaba llegar a Ucrania llegan, las cosas se ponen raras para todos. Incluso para él.Ha estado sentado por mas de tres horas dando vueltas el whisky que lleva en su mano, recreando en su cabeza las diferentes formas de terminar con todo este desastre y que ninguna de sus acciones tengan repercusion en él.Es adicto al poder al igual que al anonimato, no va a permitir que su nombre se conozca, o que su imagen comience a recorrer el mundo. De ninguna manera se lo puede permitir. Lleva décadas a la cabeza de la organización, trabajando desde las penumbras en el negocio mas redit
Esta novela es una historia de ficción. Sus personajes, como las locaciones y los hechos, son producto de mi imaginación. Pero están basados en hechos tristemente reales.Desde los hijos del poder en el caso María Soledad Morales, hasta Marita Verón, pasando por cientos o miles de nombres en el medio, hemos visto como las mujeres han sufrido a manos de gente desalmada que lucra con su libertad, cuerpo y espíritu.Haciéndose ricos a costas de vidas ajenas, vidas robadas. Pero de una forma u otra, todos somos partícipes de los crímenes, todos tenemos un poco de sangre en nuestras manos, ya sea por miedo, silencio, o por ser parte del problema al consumir lo que ofrecen.No permitas que te callen, no guardes silencio, haz oír tu voz. Lucha por el derecho a que tu madre, hermana, hija, amiga, esposa puede salir a trabajar o pasear y volver a casa.Lamentablemente vivimos en un mundo creado
—¡Eva, te olvidas las llaves! —grita mi madre desde el umbral de la puerta y me arroja el manojo con cuidado.—Gracias ma. Te veo luego. —me despido con una sonrisa y tirándole un beso que ella atrapa con la mano y se lo guarda en el corazón. Algo que hace desde que tengo memoria.Voy a llegar tarde otra vez, me quejo mientras espero que la combi llegue hasta donde la espero hace más de quince minutos. Me entretengo mirando mi página de Facebook y la imagen de mi amiga Flor, jugando con su gatita me saca una sonrisa.Por fin escucho el ruido inconfundible del motor de la combi. El conductor abre la puerta y saluda con una sonrisa. Respondo de igual manera.—¿Qué pasó con Sebastián? —pregunto extrañada. Es quien siempre conduce a esta hora.En los pequeños pueblos como el mío no suelen existir autobuses como los de la capit
La vuelta a casa se hace más larga que de costumbre y sé exactamente porqué. Sigo molesta desde que salí del trabajo, aún no puedo creer que, al bueno para nada de Guzmán, le hayan dado la primera plana con esa historia de mierda que se inventó sobre el acuerdo del gobierno con el FMI[1]. Un absurdo sin ningún fundamente, claro.Pero, como siempre, el imbécil de mi jefe prefiere una noticia llamativa, aunque de dudosa procedencia, antes que cualquier cosa que yo escriba.<<Para que aprendas que nada bueno sale de acostarse con el jefe>> me recrimina mi conciencia.Ni bien estaciono mi viejo y querido Fiat Uno[2] en la acera de la casa, me tomo unos segundos demás antes de apagar el motor y dejo que los acordes armoniosos de Divididos con Par Mil, me calmen. Dos o tres respiraciones después finalmente estoy lista para seguir adelan