Es mía

Por Gonzalo

Entré al despacho de mi padre, sabiendo que Aby estaba con él.

Cuando ella me vio, se ruborizó, me divierte como es casi una niña al tratar con un hombre y debo confesar que me encanta su manera de ser, tan pura y como en mis brazos se convierte en una bola de fuego, no sé si para mí es un juego o una fantasía, pero nunca hice el amor de la manera que lo hago con ella.

Fue una tentación tremenda cuando la vi, no cuando la miré en el quirófano, aunque debo confesar que hasta en ese momento me pareció que era como estatua esculpida, por lo perfecta, cuando me di cuenta que era la hija de Teresa, estaba ansioso por llegar a su dormitorio, pero al verla tan indefensa, con una infección que si no se trataba, seguía poniendo en riesgo su vida, guarde ese deseo en un bolsillo, bien escondido.

La tercera vez que la vi, ya no pude ignorar lo que ella me provocaba.

Definitivamente, al verla en movimiento, con sus deliciosos pechos desnudos, tuve que reprimir lo que estaba sintiendo
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo