-Espera un segundo, ¿me estás diciendo que no puedo emborracharme?
Rachel me miró
-Eso es exactamente lo que te estoy diciendo
-Está bien, pero ¿qué pasa si solo bebo un poco? Como un trago de tequila cada 12 horas. O, ¿qué pasa si solo bebo vodka, ya sabes? ¿Manteniéndolo simple?
-No
-¡ESPERA! ¿Qué tal un vaso pequeño de alcohol?
-¿Te refieres a un tiro?
-Sí, pero con más clase.
-No- Ella puso los ojos en blanco-
Sasha, estás embarazada. No pue-Oh papi ... pon un bebé dentro de mí- Gemí cuando Arlet empujó profundamente dentro de mí. Sonrió desde arriba -Ya hay un bebé dentro de ti hermosa. -E-Entonces pon otro, gemelos... Me empujó de nuevo y grité mientras él salía de mí y reemplazaba su pene con su boca, su lengua se deslizaba profundamente dentro de mí mientras me retorcía. -Cariño, realmente debes trabajar en tu charla s
Arlet llevaba un elegante traje negro, con una corbata negra y una camisa de vestir negra debajo. Llevaba peircings en las orejas, tenía la cara bien afeitada y el pelo perfectamente gelificado. Me sonrió el hermoso diablillo, sus dientes eran blanquecinos, sus gélidos ojos azules me miraban como diamantes. Se paró alto frente a mí, yo era una chica bastante alta, pero todavía estaba casi a un pie por encima de mí. Su muñeca brillaba con un reloj Rolex de oro, sus dedos estaban llenos de anillos. -Jesús, Sasha. Te ves hermosa- Respiró mientras me miraba. Me sonrojé, sintiéndome como una niña mareada. Ese era el poder que tenía este hombre sobre mí, cada vez que me miraba, me ponía mariposas y sentía que necesitaba recuperar el aliento.
-¿Soy solo yo, o parece que todos aquí tienen problemas con sus padres?- Le dije a Arlet, mi brazo rodeando el suyo mientras nos conducía a una habitación inmensa, llena de cientos de hombres y mujeres vestidos de manera costosa. -Silencio Sasha- me susurró. Miré a Sebastian, quien apenas asintió con la cabeza en señal de acuerdo. ¿Ves? Alguien sabe de lo que estoy hablando. Todos los hombres y mujeres de la habitación estaban ataviados con ropas y joyas caras. Era casi divertido, cómo todas las mujeres en la habitación eran absolutamente impresionantes, sin importar el aspecto de su cita.
Lo miré. Levantó las manos inocentemente -Oye, cariño, solo soy un fanatico de la verdad -Está bien, entonces hazme un favor y vete a la m****a, no estoy en un buen estado de ánimo- Crucé los brazos frente a mí. -Sasha, no pienses demasiado en... -Juro por Dios que me compraré un auto sólo para atropellarte y no arruinar mi Lambo. Vete- Exigí. Dejó escapar algunas maldiciones antes de agarrar a Sabrina y alejarse,dejandome enfurruñada en el sitio. Vi como Arlet enroscaba sus brazos alrededor de su diminuta cintura, ambos se reían mientras se abrazaban y se ba
-Dios, siento como si alguien me hubiera cerrado los párpados con grapas y decidió follarme en la cara porque pensó que era mi vagina Anton frunció el ceño -¿Qué significa eso? -Significa que estoy llorando, me duele la cabeza y mi corazón se siente como si estuviera roto- Hice un puchero. El rostro de Anton cayó con simpatía mientras se tapaba la mano con la manga y me secaba las lágrimas, sus ojos estaban tristes. -Campeón, ¿cómo estás?- Sonreí torpemente mientras Arlet nos miraba a Anton y a mí con una rabia tan intensa que estaba un poco excitada. No, Sasha... Él es el enemigo ahora mismo. -No me llames campeón- Él echaba humo, sus ojos sangraban de ira. -Oh, está bien. ¿Como te llamó entonces? Tírame una línea aquí, porque estoy bastante confundida -¡¿Qué carajos crees que estás haciendo, Sasha?!- Me siseó, aunque no pude evitar notar que su brazSolo es un acto
-Voy a comprar una minivan y atropellarlo con ella- Dije, cabreada como el infierno mientras me alejaba de la habitación de Anton, Sebastian pisándome los talones. -Sasha, no- Sebastian me agarró del brazo y me acercó a él. -Sasha, no- Lo imité, arrancando mi brazo de él- ¿Entiendes siquiera qué diablos hizo? Me usó... usó mi reacción para secuestrar a esa adicta al crack de Hyden. Podría habérmelo dicho y yo seguiría dando la misma reacción. Si no lo has notado, soy una mujer muy temperamental. Com
-Hyden, Princesa. ¿A quién le importa un carajo cómo te llamas?- Murmuré mientras trotaba más cerca de Arlet y Hyden. La mano de Arlet todavía se cernía sobre el gatillo mientras el cañón de la pistola se presionaba firmemente contra la sien de Hyden. Ella no dijo nada, sus ojos estaban muy abiertos por la sorpresa mientras temblaba contra Arlet. -¿No es gracioso que pensaras que realmente estaba interesado en ti?- Me echo a reír, agarrando mis costados y limpiando las lágrimas falsas. Soy una mujer mezquina, lo sé.Último capítulo