Santo jesucristo, hijo de satanás, rocíame con agua bendita y mete un altavoz bluetooth en mi vientre.
Estoy embarazada. Hay un bebé dentro de mí.
Sollocé en mi manga, la alegría y el nerviosismo llenaron mi corazón mientras me acurrucaba en una bola, agarrando la prueba de embarazo positiva en mi palma como si fuera un maldito crucifijo sagrado.
Escuché a Arlet irrumpir en la habitación, sus ojos chocaron con los míos mientras su expresión pasaba de intensa a preocupada.
-Espera un segundo, ¿me estás diciendo que no puedo emborracharme? Rachel me miró -Eso es exactamente lo que te estoy diciendo -Está bien, pero ¿qué pasa si solo bebo un poco? Como un trago de tequila cada 12 horas. O, ¿qué pasa si solo bebo vodka, ya sabes? ¿Manteniéndolo simple? -No -¡ESPERA! ¿Qué tal un vaso pequeño de alcohol? -¿Te refieres a un tiro? -Sí, pero con más clase. -No- Ella puso los ojos en blanco-Sasha, estás embarazada. No pue
-Oh papi ... pon un bebé dentro de mí- Gemí cuando Arlet empujó profundamente dentro de mí. Sonrió desde arriba -Ya hay un bebé dentro de ti hermosa. -E-Entonces pon otro, gemelos... Me empujó de nuevo y grité mientras él salía de mí y reemplazaba su pene con su boca, su lengua se deslizaba profundamente dentro de mí mientras me retorcía. -Cariño, realmente debes trabajar en tu charla s
Arlet llevaba un elegante traje negro, con una corbata negra y una camisa de vestir negra debajo. Llevaba peircings en las orejas, tenía la cara bien afeitada y el pelo perfectamente gelificado. Me sonrió el hermoso diablillo, sus dientes eran blanquecinos, sus gélidos ojos azules me miraban como diamantes. Se paró alto frente a mí, yo era una chica bastante alta, pero todavía estaba casi a un pie por encima de mí. Su muñeca brillaba con un reloj Rolex de oro, sus dedos estaban llenos de anillos. -Jesús, Sasha. Te ves hermosa- Respiró mientras me miraba. Me sonrojé, sintiéndome como una niña mareada. Ese era el poder que tenía este hombre sobre mí, cada vez que me miraba, me ponía mariposas y sentía que necesitaba recuperar el aliento.
-¿Soy solo yo, o parece que todos aquí tienen problemas con sus padres?- Le dije a Arlet, mi brazo rodeando el suyo mientras nos conducía a una habitación inmensa, llena de cientos de hombres y mujeres vestidos de manera costosa. -Silencio Sasha- me susurró. Miré a Sebastian, quien apenas asintió con la cabeza en señal de acuerdo. ¿Ves? Alguien sabe de lo que estoy hablando. Todos los hombres y mujeres de la habitación estaban ataviados con ropas y joyas caras. Era casi divertido, cómo todas las mujeres en la habitación eran absolutamente impresionantes, sin importar el aspecto de su cita.
Lo miré. Levantó las manos inocentemente -Oye, cariño, solo soy un fanatico de la verdad -Está bien, entonces hazme un favor y vete a la m****a, no estoy en un buen estado de ánimo- Crucé los brazos frente a mí. -Sasha, no pienses demasiado en... -Juro por Dios que me compraré un auto sólo para atropellarte y no arruinar mi Lambo. Vete- Exigí. Dejó escapar algunas maldiciones antes de agarrar a Sabrina y alejarse,dejandome enfurruñada en el sitio. Vi como Arlet enroscaba sus brazos alrededor de su diminuta cintura, ambos se reían mientras se abrazaban y se ba
-Dios, siento como si alguien me hubiera cerrado los párpados con grapas y decidió follarme en la cara porque pensó que era mi vagina Anton frunció el ceño -¿Qué significa eso? -Significa que estoy llorando, me duele la cabeza y mi corazón se siente como si estuviera roto- Hice un puchero. El rostro de Anton cayó con simpatía mientras se tapaba la mano con la manga y me secaba las lágrimas, sus ojos estaban tristes. -Campeón, ¿cómo estás?- Sonreí torpemente mientras Arlet nos miraba a Anton y a mí con una rabia tan intensa que estaba un poco excitada. No, Sasha... Él es el enemigo ahora mismo. -No me llames campeón- Él echaba humo, sus ojos sangraban de ira. -Oh, está bien. ¿Como te llamó entonces? Tírame una línea aquí, porque estoy bastante confundida -¡¿Qué carajos crees que estás haciendo, Sasha?!- Me siseó, aunque no pude evitar notar que su brazSolo es un acto
-Voy a comprar una minivan y atropellarlo con ella- Dije, cabreada como el infierno mientras me alejaba de la habitación de Anton, Sebastian pisándome los talones. -Sasha, no- Sebastian me agarró del brazo y me acercó a él. -Sasha, no- Lo imité, arrancando mi brazo de él- ¿Entiendes siquiera qué diablos hizo? Me usó... usó mi reacción para secuestrar a esa adicta al crack de Hyden. Podría habérmelo dicho y yo seguiría dando la misma reacción. Si no lo has notado, soy una mujer muy temperamental. Com