Mi misión es destruirlos de alguna forma, no se como pero daré lo mejor de mi mientras aprendo a usar mi cuerpo como una ventaja para salir del bajo mundo.

El hombre parecia un angel infernal me arrastró por los pasillos, sus manos eran ásperas contra mi piel.

-¿Q-qué va a pasar?- Pregunté con cuidado mientras su agarre sobre mí se aflojaba. 

-Haz lo que te dicen, quédate quieta y cuando te hagan una pregunta, respóndela sin mentir. Esta es probablemente la última vez que hablamos.

-¿E-eres uno de los hombres que me secuestraron?

-¿De verdad crees que voy a responder eso?

-Tú mismo lo dijiste. Nunca volverás a hablarme. Solo necesito algunas respuestas.

-Si

-Sabes que no soy una prostituta, solo iba camino a casa se lo dije al que me pregunto cuanto el polvo

Sus ojos se abrieron un poco por la sorpresa, pero no dijo nada. Sus ojos permanecieron fríos, estaban oscuros y finalmente apartó la mirada de mí casi como si no pudiera mirarme.

Quizás le movi alguna fibra sensible, si lo hago mi amigo es posible que me ayude ¿No?

Noté una cicatriz en su rostro, era tenue y descolorida, de hace mucho tiempo. La tinta negra cubría sus brazos y cuello. 

El tatuaje tenía que significar algo para él.

-¿Cuál es tu nombre?

Fue una pregunta estúpida, pero quería saberlo porque quería conocer a alguien. Cualquier persona. No importaba que este hombre intentara violarme en un baño sucio hace solo una hora. Cuando me vendan a un violador asesino, quiero saber que al menos conocí a alguien de este infierno y quizas una minima parte de mi ser aun cree que sabiendo su nombre podría crear un minimo de algo parecido a un vinculo emocional con este asesino, hacerlo un complice de mi plan, solo queria sostenerme de algo y tener una minima luz de que lo que iba hacer funcionaría.

Solo quería algo...

Me miró, sus cejas juntas, su mandíbula apretada y sus ojos parecían peligrosos. La puerta se abrió y sentí que me agarraba, pero esta vez fue un poco más suave, un poco menos enojado. Antes de empujarme, me susurró al oído.

-Mi nombre es Blake

Luces tenues me saludaron. La habitación estaba en silencio, y miré a través de un vidrio que resaltaba mi reflejo.

Se oyó el ruido del intercomunicador y se oyó la voz monótona de una mujer. Sentí que entraba en pánico al pensar en todos los hombres que probablemente me estaban mirando a través del cristal.

-¿Sasha Hall?- La voz llamó

- Si

-¿Edad?

-20- Tenía ganas de llorar.

-¿Donde naciste?

Italia

-N-Nueva York- Tartamudeé.

-¿Aproximadamente cuántas veces ha tenido relaciones sexuales?

-Ninguna... soy virgen

Soy patética. Me estremecí observando mi reflejo mientras esperaba a que se oyera la voz, mis ojos estaban cristalinos y llenos de temor, un momento estaba en mi casa y al otro me arrastraron a un maldito club donde casi fui violada dos veces, donde me abandonaron mis supuestas amistades y ahora caigo en las manos de la mafia por la cual hui de mi casa, tanto que hice por nada, creo que estoy maldita, lo peor es que me secuestran para convertirme en una esclava sexual el día de mi cumpleaños, esto es una b****a, ni siquiera pude escapar o ganar alguna simpatia de estos matones.

-La subasta está a punto de realizarse. 

Fruncí el ceño, la confusión inundó mi cabeza cuando de repente luces cegadoras iluminaron la habitación. Sentí que mis ojos se ajustaban y de repente la voz volvió.

-Presentando a Sasha Hall, tiene 20 años, pesa aproximadamente 55 kg. Su cabello es natural negro y sus ojos son de un azul con mezcla de gris. Se la conoce por ser bastante sexy. Nuestra chica es virgen, su inocencia la hace más valiosa. Con su belleza exótica natural y su figura será nuestro objeto más caro ya que nada se le compara a su inocencia y resplendor. Un objeto que nunca ha sido tocado enteramente a su disposición dispuesta hacer sus deseos realidad

Soy considerada un objeto, un juguete que pueden manejar a su antojo o cumplir conmigo la bajeza de sus instintos animales, quiero gritar, llorar, patalear... quiero poder despertarme y creer que esto solo es una pesadilla, que esto no me esta pasando y solo es el efecto del trago que me dieron.

-La subasta comenzará en 50.000 $

Los precios comenzaron a dispararse y después cada oferta, sentía que perdía una parte de mí. Mi mandíbula tembló cuando los precios pasaron de 100,000 $

Tenía ganas de vomitar. Hasta que escuche mi sentencia,

-Vendida, por 780.000 $. Sr. Kovel, su compra se entregará de inmediato

Dejé escapar un grito, me cubrí la cara con las manos y caí de rodillas. Los sollozos escaparon de mis labios cuando me di cuenta de que me acababan de quitar el alma.

Kovel. 

Conozco ese nombre. Sonaba familiar.

Las luces se apagaron repentinamente y sentí que me agarraban y me arrastraban fuera de la habitación. Las tenues luces del pasillo me recibieron y Blake apareció a la vista.

-Llevala con el jefe- El hombre al lado de Blake gruñó.

¿El jefe de la mafia? De ahí es de donde conozco a Kovel.

Blake sacó un paño negro de su bolsillo y de repente estaba sobre mi cabeza y estaba ciega. Traté de liberarme de él. Realmente lo hice.

-Ella es ardiente, lo que haría yo para poder ser el primero que disfrute de ella

Me estremecí ante sus palabras y sentí que sus brazos se elevaban un poco más sobre mis piernas hasta que descansaron en lo alto de mis muslos.

Me sentí tan jodidamente inútil. No pude hacer nada. Todo lo que pude hacer fue gritar y protestar. No pude hacer absolutamente nada, todos mis años de entrenamiento se fueron por el desague, lo único que podia hacer era entender toda la m****a que decian ya que estaban hablando en italiano

-No. El jefe lo sabría- Fue todo lo que dijo Blake en ingles.

Quería que yo supiera que simplemente había evitado que sucediera algo terrible. Era casi como si él esperara que le devolviera este 'favor'.

Sentí que el hombre espeluznante soltaba mis piernas y Blake agarró mi peso.

El coche arrancó y me hice un ovillo.

Sentí el tipo de tortura emocional dentro del alma que duele. Del tipo que conoces, no importa lo que hagas, no desaparecerá. Es el tipo de tristeza que duele, me sentí inútil y muerta.

Ya no soy la chica que escapó de Italia donde mataron a su familia. Ya no soy la chica con los supuestos conocidos que ni siquiera eran amigos de verdad. Ya no voy a ser una niña feliz e inocente.

No soy quien solía ser.

Si vivo, construiré un muro alrededor de la poca humanidad que me queda. Si realmente sobrevivo a esto, nunca volveré a ser la misma.

Esto es lo que me queda, pero si puedo ayudar a evitar más tratas de blancas aceptaré el infierno que voy a vivir, pago por mí pero me infiltraré y actuare con inteligencia, cada paso, cada cosa será estudiada por mi y lo usaré como ventaja para cumplir lo que me corresponde. No puedo permitir que otra chica sufra algo peor de lo que me espera a mi, tengo que confiar en mi misma o estaré perdida.