-Sasha me estás asustando- dijo Sebastian lentamente, sus manos agarrando con fuerza el volante de mi Audi.
Le metí la pistola en la polla. Me sentí tan empoderada y sin embargo, asustada como la m****a. Era difícil de creer que hace casi un año yo era una niña sin familia, sin dinero, con amigos malvados y sin futuro. Hace casi un año que me alejaron de mi vida, me lanzaron al mundo de la mafia y me enamoré del hombre que puso mi mundo patas arriba. Mucho había cambiado. Cuando Arlet me pidió que me casara con él, pensé que ese era el punto de inflexión completo de mi vida. Pensé que ese era el momento en que las cosas empezarían a ponerse hermosas, donde ya no tendría que preocuparme por el siguiente paso a dar en la vida, porque en ese momento ... pensé que Arlet era el siguiente paso y el último.
Tenía ganas de beber lejía. Me dolía el cuerpo, todo en mí era un dolor abrasador que me hacía querer gritar. Mi cuerpo se sentía como si estuviera en llamas. Y no el tipo de llamas cuando estas en los grandes momentos de la pasión. -¿Dónde diablos ...?- Mi voz se apagó cuando abrí los ojos, una habitación oscura me saludó. Estaba oscuro, dondequiera que estuviera, mi cuerpo yacía sobre concreto frío. Gemí, sentándome exhausta, mi cabeza se sentía como un vidrio roto envuelto en mi cráneo. Tenía los ojos abiertos, el dolor y la fatiga me daban ganas de gritar. ¿Qué diablos pasó? Todo lo que podía recordar era la sensación de pavor cuando el auto volcó y la vista de los zapatos acercándose antes de que mi mundo se volviera negro.
Punto de vista de Arlet -Voy a cortarte la garganta, joder- Las palabras salieron de mi boca con tanta facilidad, casi como si estuviera diciendo holaobuenos días Los ojos del hombre se llenaron de lágrimas, todo su cuerpo se estremeció al darse cuenta. Actualmente estaba teniendo una interacción "amistosa" con un escoria americano, un hombre que formaba parte de la mafia que se llevó a Sasha. Aquí estaba yo, de pie en una habitación con unas 100 prostitutas, todas las cuales parecían completamente desorientadas e incompetentes. Me sentí como si fuera la única aquí en contra de mi voluntad.La rubia tetona a mi lado se rió como una imbécil -¿Mis tetas se ven lo suficientemente grandes? Suspiré -Se ven fabulosos, KitKat -¿Por qué sig¿Qué ves ahora?
No tenía palabras.Mi boca se abrió con el sonido de sus palabras. Arlet tiene un hermano Había parecido, las figuras altas y delgadas, ojos azules, cabello oscuro y sed de sangre. Pero nunca me había mencionado a un hermano y ahora que lo pienso, nunca habló de su familia, nunca habló de su vida personal en absoluto. No dije nada, me quedé sin palabras.Los ojos de Luka se entrecerraron en mí -Pareces desconcertada No dije nada, no sabía mi posición actual, no sabía si Arlet y Luka todaví
-Hijo del cascanueces- Murmuré, frotándome las manos doloridas. Había estado tratando de arrancar el asiento del inodoro durante las últimas 3 horas.No pude dormir anoche. Estaba tan emocionada de golpear a estos bastardos con un bonito asiento de inodoro. Necesitaba tener un grito de batalla antes de golpear a estos cabrones.Algo parecido a "¡¡¡¡POR NARNIA!!!
Punto de vista de Sasha -¿Quién diablos eres tú?- Miré a una mujer que parecía tener veintitantos años. Estaba vestida con un traje de sirvienta. ¿Qué tan cliché puede ser Luka? Tenía el pelo corto y pelirrojo y una cara redonda de bebé. -Estoy aquí para ayudarte a prepararte para esta noche Le di un pulgar hacia arriba -Eso es una gran idea Caperucita Roja, pero soy perfectamente capaz de vestirme sola <
-Bien- Murmuré, interviniendo entre ellos- basta de discutir Blake bajó la cabeza, pero los ojos de Rachel se clavaron en los míos. Normalmente, golpearía a cualquiera que se atreviera a mirarme con tanto desafío, pero esta era una situación especial. -¿Eres Arlet?- Preguntó Rachel, sus ojos observandome de la cabeza a los pies. Enderecé la chaqueta de mi traje -Lo soy Lo q
Punto de vista de Sasha Cuando me dejó, me volví loca. Rompía a llorar al azar y no podía evitar gritar en mi almohada, tratando de destrozarme. Estaba furiosa con él, conmigo misma. Me dejó. Recuerdo que mi corazón ardía dentro de mi pecho cuando me di cuenta de que tal vez nunca lo volvería a ver.Era el tipo de dolor que te ahoga por completo, el tipo de dolor que no solo sientes en tu corazón, sino en tu mente y tu alma. Ahora, aquí estoy, de la mano de mi esposo, una vez desaparecido pero nunca olvidado. Sentí la frialdad de sus anillos arder en mi mano y sentí que me estaba aferrando a mi vida. Era casi como si soltara su mano,