La cena, a diferencia de cómo debía ser dada la situación de una pareja casada de vacaciones, fue bastante callada y demasiado tranquila. Ninguno de los dos hablaba entre ellos, apenas el sonido ocasional de los cubiertos era lo que estaba entre ellos. Era como si esperaran que alguno de los dos comenzara la conversación primero.Y Elena no sería la primera. Estaba luchando por comer a pesar de que tenía hambre, pero era como si la comida no pasara. Dorian se dio cuenta de esto cuando comenzó a comer el postre dejando la mitad del plato principal sobre la mesa.Apretó los labios y giró su cabeza con la mirada perdida. Se limpió los labios y se levantó deteniéndose al lado de Elena. Extendió su mano y esperó a que ella se diera cuenta.-Bailemos un rato- la música de fondo era suave creando un ambiente romántico.Elena pareció titubear, pero dejó sus dedos sobre la mano de su esposo y dejó que este la llevara hacia la zona más despejada del restaurante donde la agarró y la pegó contra
Elena dejó que la brisa nocturna acariciara su rostro, sumida en sus pensamientos. Su boca estaba relajada, como si la tensión de antes se estuviera esfumando. Dorian le había dado su espacio y ahora su piel estaba fría después de al menos media hora en cubierta. Abajo, el sonido de las olas era relajante. El ambiente era tranquilo, casi todos menos el personal del crucero había ido a dormir. Solo las luces de la nave daban vida a aquella oscuridad que la rodeaba desde lejos, y aun así ella estaba en calma.Como si todo le indicara que empezara desde cero.Quizás todo comenzaba a organizarse en su vida y ella debía aprovechar, pero en vez de pensar en el futuro era mejor si se dejaba guiar por el presente. Y el presente no tenía mal pronóstico. Un proyecto decente que le daría una buena paga, su esposo que se estaba portando realmente de lujo, y sobre todo tranquilidad.Si Dorian recobraba el resto de sus recuerdos nadie sabría qué pasaría, por el momento… debía aprovechar, solo reafi
Las palabras de su esposo habían roto un hilo muy delgado dentro de ella. Uno que nunca se imaginó que le dejaría hacer aquello. Porque encontrarse en ropa interior en el medio de las piernas abiertas de su esposo con el miembro erecto delante de él… no había sido una idea que había pasado por su mente, pero ya estando ahí, no era como si pudiera echarse para atrás.En cuanto él le había dicho si quería tocarlo, ella había asentido de forma mecánica. Aun podía recordar la sonrisa en su rostro y la forma en que le había dicho que se quitara la ropa mientras él también lo hacía hasta quedarse sin nada.Dorian se había subido en la cama y recostado contra el espaldar dejando sus piernas abiertos y su imponente miembro erecto entre sus muslos. Las cuentas y las venas que sobresalían potenciaban el aspecto aún más. Solo había tenido que decirle «Ven» aun cuando ella no había quitado la ropa interior para que gateara hasta sentarse frente a él. La mirada de Elena fija en aquel miembro.-¿Nu
A diferencia de lo que pensaba el sabor era algo realmente excitante, un poco amargo, pero nada desagradable, ni tampoco la textura, era simplemente extraño y nuevo para conocer. Los labios de Elena se encontraban sobre el glande hinchado, y lo rodeaban sin poder llevar el resto del miembro a su boca, no sabía cómo podría, y agradecía que el hombre no la forzara a tomar más de momento. Mientras tanto compensaba moviendo su lengua de forma circular sobre la piel.Podía oír a Dorian gemir y ver su pecho subir y bajar sobre todo cuando la punta de su lengua rozaba la parte trasera del glande, justo en un punto. Cada vez que lo lamía este se estremecía y temblaba debajo de ella.Abrió su boca dejando hilos de saliva que conectaban piel con piel y siguió hacia abajo, por todo lo largo del falo lamiendo la piel, por encima de las venas y rozando las cuentas. Sus manos también ayudaban en el proceso. No sabía si lo estaba haciendo del todo bien, pero tenía que decir que era bastante divertid
Era algo complicado hacer lo que ella quería cuando el rostro de su esposo estaba entre sus piernas lamiendo su sexo de la forma en que lo estaba haciendo. Su lengua lamía su clítoris hinchado con duros lametazos mientras sus dedos dejaban ambos labios descubiertos. El líquido que salía de ella era chupado por él con ansias.Elena gemía temblando contra su abdomen. No había una parte de su cuerpo que no estuviese temblando en ese momento. Se sentía realmente bien. Lentamente y de forma torpe volvió a masajear el miembro delante de ella comenzaban a lamer desde la base. Lo hizo varias veces hasta llegar al glande y volverlo a engullir. Sus ojos se llenaron de lágrimas nuevamente mientras lo llevaba adentro de su boca. En aquella posición llegaba un poco más profundo y las cuentas de más arriba rozaban su paladar.Dorian tenía la cadera tensa para no embestir y hacer que su miembro entrara por completo hasta la garganta de su esposa. Ella con su inexperiencia y con el tamaño de él podrí
Elena apenas podía respirar debido a los gemidos que salían de su garganta. Su esposo se estaba encargando que mantenerla en el borde de la locura mientras su miembro entraba y salía de su interior con tanta fuerza que era tormentoso. Además de sus dimensiones que la llenaban por completo estirando sus paredes vaginales al punto que era igual de placentero que doloroso, las cuentas sobre estimulaban su interior.-Ah, espera, más suave- era algunas cosas que ella lograba balbucear a duras penas. Temblaba tanto que apenas tenía controla de su cuerpo.Dorian por su parte tenía una enorme sonrisa en su rostro de satisfacción a pesar de que sus orbes tenían un peligroso todo. Ver a su esposa en ese estado provocado por él era realmente delicioso. Bajó su cabeza y agarró uno de los pezones hinchado en su boca, la sensación solo hizo que las caderas de ella se sacudieran debido a que estuviera sometida a más estimulación de la que pudiera soportar.Dorian se relamió los labios ante la reacci
Si había algo que podía decir Elena era que su esposo, tuviera o no tuviera memoria, seguía follando igual o mejor que antes. Porque dejarla en la cama con las piernas temblando, su interior palpitando y sin fuerzas para moverse, en eso… él se sacaba un mil. Como estaba ahora.Acostada de lado con el brazo de su esposo sobre su cintura, donde él dormía detrás de ella. Su respiración ya era estable y tranquila. Después de trabajar como casi un animal para poder salir de vacaciones y apenas horas de sueño, sumado a eso que había tenido sexo con ella, y además que la había limpiado después de terminar, era impresionante que no hubiera perdido el sentido antes, por que como estaba durmiendo no parecía que despertaría pronto.Elena había sentido como él le había besado la nuca varias veces antes de dormirse, se notaba satisfecho y con una leve sonrisa mientras la limpiaba porque ella no podía moverse de la cama, y él también se notaba cansado como para poder darse un respectivo baño. Bueno
Elena estaba en medio del sueño cuando primero tocaban a la puerta como si la vida dependiera de ello o tuviera la firme convicción de levantarlos a ambos de la cama. Había sentido a Dorian levantarse de la cama, y antes de eso acariciarle la cabeza de una forma acogedora. Se había sentido bien, había sido una agradable caricia, pero después de aquello pudo escuchar dos voces diferentes que… ¿discutían?No lo podía saber con exactitud. Estaba tan agotada que estaba más dormida que despierta. Se giró moviéndose debajo de la sábana hasta que sentó. Sacudió la cabeza para quitar el cabello de su rostro y con los ojos apenas abiertos se levantó caminando en dirección a donde estaban las voces que no la dejaban conciliar nuevamente el sueño. La sábana que se arrastraba detrás de ella se envolvía alrededor de su silueta desnuda dejando sus hombros al descubierto, así como a la piel del cuello, la cual estaba sumamente llena de marcas que evidenciaban lo que había ocurrido la noche anterior.