A diferencia de lo que pensaba el sabor era algo realmente excitante, un poco amargo, pero nada desagradable, ni tampoco la textura, era simplemente extraño y nuevo para conocer. Los labios de Elena se encontraban sobre el glande hinchado, y lo rodeaban sin poder llevar el resto del miembro a su boca, no sabía cómo podría, y agradecía que el hombre no la forzara a tomar más de momento. Mientras tanto compensaba moviendo su lengua de forma circular sobre la piel.Podía oír a Dorian gemir y ver su pecho subir y bajar sobre todo cuando la punta de su lengua rozaba la parte trasera del glande, justo en un punto. Cada vez que lo lamía este se estremecía y temblaba debajo de ella.Abrió su boca dejando hilos de saliva que conectaban piel con piel y siguió hacia abajo, por todo lo largo del falo lamiendo la piel, por encima de las venas y rozando las cuentas. Sus manos también ayudaban en el proceso. No sabía si lo estaba haciendo del todo bien, pero tenía que decir que era bastante divertid
Era algo complicado hacer lo que ella quería cuando el rostro de su esposo estaba entre sus piernas lamiendo su sexo de la forma en que lo estaba haciendo. Su lengua lamía su clítoris hinchado con duros lametazos mientras sus dedos dejaban ambos labios descubiertos. El líquido que salía de ella era chupado por él con ansias.Elena gemía temblando contra su abdomen. No había una parte de su cuerpo que no estuviese temblando en ese momento. Se sentía realmente bien. Lentamente y de forma torpe volvió a masajear el miembro delante de ella comenzaban a lamer desde la base. Lo hizo varias veces hasta llegar al glande y volverlo a engullir. Sus ojos se llenaron de lágrimas nuevamente mientras lo llevaba adentro de su boca. En aquella posición llegaba un poco más profundo y las cuentas de más arriba rozaban su paladar.Dorian tenía la cadera tensa para no embestir y hacer que su miembro entrara por completo hasta la garganta de su esposa. Ella con su inexperiencia y con el tamaño de él podrí
Elena apenas podía respirar debido a los gemidos que salían de su garganta. Su esposo se estaba encargando que mantenerla en el borde de la locura mientras su miembro entraba y salía de su interior con tanta fuerza que era tormentoso. Además de sus dimensiones que la llenaban por completo estirando sus paredes vaginales al punto que era igual de placentero que doloroso, las cuentas sobre estimulaban su interior.-Ah, espera, más suave- era algunas cosas que ella lograba balbucear a duras penas. Temblaba tanto que apenas tenía controla de su cuerpo.Dorian por su parte tenía una enorme sonrisa en su rostro de satisfacción a pesar de que sus orbes tenían un peligroso todo. Ver a su esposa en ese estado provocado por él era realmente delicioso. Bajó su cabeza y agarró uno de los pezones hinchado en su boca, la sensación solo hizo que las caderas de ella se sacudieran debido a que estuviera sometida a más estimulación de la que pudiera soportar.Dorian se relamió los labios ante la reacci
Si había algo que podía decir Elena era que su esposo, tuviera o no tuviera memoria, seguía follando igual o mejor que antes. Porque dejarla en la cama con las piernas temblando, su interior palpitando y sin fuerzas para moverse, en eso… él se sacaba un mil. Como estaba ahora.Acostada de lado con el brazo de su esposo sobre su cintura, donde él dormía detrás de ella. Su respiración ya era estable y tranquila. Después de trabajar como casi un animal para poder salir de vacaciones y apenas horas de sueño, sumado a eso que había tenido sexo con ella, y además que la había limpiado después de terminar, era impresionante que no hubiera perdido el sentido antes, por que como estaba durmiendo no parecía que despertaría pronto.Elena había sentido como él le había besado la nuca varias veces antes de dormirse, se notaba satisfecho y con una leve sonrisa mientras la limpiaba porque ella no podía moverse de la cama, y él también se notaba cansado como para poder darse un respectivo baño. Bueno
Elena estaba en medio del sueño cuando primero tocaban a la puerta como si la vida dependiera de ello o tuviera la firme convicción de levantarlos a ambos de la cama. Había sentido a Dorian levantarse de la cama, y antes de eso acariciarle la cabeza de una forma acogedora. Se había sentido bien, había sido una agradable caricia, pero después de aquello pudo escuchar dos voces diferentes que… ¿discutían?No lo podía saber con exactitud. Estaba tan agotada que estaba más dormida que despierta. Se giró moviéndose debajo de la sábana hasta que sentó. Sacudió la cabeza para quitar el cabello de su rostro y con los ojos apenas abiertos se levantó caminando en dirección a donde estaban las voces que no la dejaban conciliar nuevamente el sueño. La sábana que se arrastraba detrás de ella se envolvía alrededor de su silueta desnuda dejando sus hombros al descubierto, así como a la piel del cuello, la cual estaba sumamente llena de marcas que evidenciaban lo que había ocurrido la noche anterior.
Este era el momento en que la respuesta que diera Elena podía decidir muchas cosas, pero la mirada de Dorian era una advertencia total. Decir lo inadecuado, que ella sabía perfectamente que era sería un serio problema, y rodeada de mar y sin tener a donde escapar… no era una opción. Así que hizo a su cerebro trabajar rápido en una respuesta.-Solo lo mencioné por mencionar. Estaba nerviosa por la situación y dije lo primero que me vino a la mente- respondió- Pensé que con eso Klaus se estaría tranquilo.Dorian entrecerró los ojos, como si no estuviese muy convencido de lo que ella había dicho. Se acercó a ella y puso una mano a cada lado de su cabeza aprisionándola contra la pared. Acercó su rostro hasta dejarlo a solo centímetros de ella.-¿No me estás mintiendo Elena? Porque no me gusta que me mientan.Elena creyó que de alguna forma él se había enterado de los papeles que ella había solicitado, después de todo ahora estaban en manos de Leon. Este le había dicho que no le diría nada
Elena había visto trenes en las películas antiguas y nunca le habían llamado tanto la atención, pero ahora dentro de la cabina de uno, de la forma en que se movía y sonaba, como se sentían los asientos y hasta el mismo olor… era impresionante. Lo mejor era la vista. Tanto ella como su esposo habían sido puestos en una de las cabinas privadas y aunque era un medio de transporte antiguo estaba bastante bien cuidado.El compartimiento estaba cerrado y rodeado de cortinas que les daban total intimidad, dejando solo descubierta una enorme ventanilla que daba cabida a una hermosa vista de los paisajes una vez que salieron del pueblo. Elena parecía una niña arrodillada en el asiento que estaba frente al de su esposo, con las manos sobre el cristal. Sus ojos muy abiertos y brillantes, y en su boca una expresión de impresión.Dorian delante de ella tenía su rostro recostado contra su mano. Era extraño ver a Elena de tan buen humor y con una sonrisa en su rostro, parecía radiante. Ni siquiera h
-Madreeeee- un niño de apenas 5 años, con el cabello oscuro corría en dirección a la mujer que cortaba vegetales en el huerto.Esta con una sonrisa cansada y con marcadas líneas de expresión en su rostro realmente joven se enderezó y abrió sus ojos para recibirlo.-Madre, mira- el niño abrió la mano en donde una mariposa revoloteaba después de salir de su confinamiento. A esta le costó estirar las alas para volver a volar.La sonrisa en el rostro de la mujer se desvaneció, siendo reemplazada por una de dolor y angustia. Sus ojos se llenaron de lágrimas mientras estos estaban fijos en la pequeña mariposa. Se dejó caer de rodillas sujetando la mano de su hijo donde estaba el pequeño ser y esperó a que esta pudiera volar torpemente para alejarse.-¿Mamá?- el niño no entendía. Le había traído la pequeña mariposa para alegrarla, pero por el contrario su madre parecía realmente triste -¿Por qué lloras?-No atrapes a los que son más pequeños y débiles que tú, no les hagas daño, no les quites