Para cuando Elena pudo abrir los ojos ya había amanecido hacía mucho. Y levantarse de la cama, no era para nada algo que quisiese hacer. Su cuerpo dolía enormemente. Y si no fuera solo eso, se encontraba agotada, como si quedarse inconsciente después de tener sexo solo hubiera sido un sueño.Sexo.Si, había tenido su primera vez. Increíble pero cierto. Y no había estado del todo mal, aunque había dolido en parte y además… intenso. Dorian no se había contenido del todo para hacerlo con ella.Y habían tenido dos rondas. Con razón toda su zona inferior estaba adormecida e hinchada. Bueno, que más se podría esperar.Se levantó lentamente de la cama para darse cuenta que estaba sola. No había rastro en la habitación de su esposo y menos en toda la casa cuando bajó a desayunar. La información de que él había salido de viaje no fue una sorpresa, él se lo había dicho.Solo que… esto se convirtió con el paso del tiempo en una rutina.Elena se centró en terminar su carrera dado que en la casa a
-Espera, espera- Elena se frotó la cabeza corriendo el cabello hacia atrás- ¿Qué estás diciendo? ¿Qué cita?Dorian parecía realmente tenso y molesto.-Acaso no te importa tu reputación, estando casada y saliendo con alguien más tan pronto- sus palabras salían súper ácidas.Elena ahora comenzó a comprender. Ella bien vestida, maquillada y lo que quedaba del peinado, y un ramo de flores. Normalmente las personas se arreglaban así si tenían que ir a un evento, una fiesta o… una cita.-Oye, esto no es lo que crees- ella quitó el ramo de flores de encima de su regazo con cuidado para no dañarlo mucho más de lo que estaba- Hoy fue mi…El sonido de la puerta tocando la interrumpió. En ella apareció Leon que miró de uno a otro notando el incómodo ambiente. Los dos lo enfocaron y el secretario quiso salir corriendo de allí, solo que no era una opción.-¿Qué ocurre?- Dorian parecía aún más irritado.Leon tragó en seco. Dorian molesto no era nada agradable de tratar. Era mucho más intransigente
Elena no tenía mucho apetito para la hora de la cena. Realmente la escena de celo rarísima que había tenido su esposo era algo… rarísima. Esa era la palabra.Había malinterpretado todo, sin preguntarle nada. Simplemente la acusó sin más arruinando la poca felicidad que le quedaba del día. Sabía que no podía quedarse así, quizás debía salir y celebrar por sus propios medios. Así que se bañó, se vistió con un vestido largo pero casual y se destinó a salir de la mansión cuando por la puerta entró Leon.-Ah no, ahora qué- suspiró al ver que el hombre se acercó a ella- ¿Qué? ¿Mi esposo te mandó a hacerme un examen de fidelidad?- no se había dado cuenta que además de dolida… estaba irritada.Por su parte el secretario no se inmutó.-Por favor, busque un abrigo. Su esposo la está esperando en un lugar que preparó.Elena alzó una ceja y chasqueó la lengua. Su salida se había arruinado por completo. Dio media vuelta y fue a buscar su abrigo y volver con Leon. Al parecer la discusión con su esp
Ver entrar a su esposo a su cuarto, con solo una bata y su cabello aun húmedo, casi una hora después hizo que el corazón de Elena palpitara fuerte en su pecho. Era como si es noche estuviese reviviendo los sentimientos de la primera vez que se vieron. Él había sido bastante atento, la cena fue buena, el baile, las rosas que había acomodado junto con las que le habían entregado, y ahora, bueno sexo.Realmente no se podía quejar. Y tenía que reconocerlo. Hacerlo con él era intenso, pero se sentía realmente bien.Dorian se acercó a ella que lo esperaba parda en el medio de la habitación y la abrazó buscado sus labios para devorarlos. Las piernas de ella temblaron y él la agarró de las nalgas para alzarla haciendo que ella rodeada su cintura.Y la dejó acostada en la cama. Y por el brillo en los ojos de su esposo sabría que tendría que morder duro la almohada para que sus gemidos no llegaran a toda la casa.No se equivocó.Solo no se esperaba que su fantasía se rompiese tan rápido.Despué
Elena entró por la puerta familiar de la casa donde había vivido por muchos años. Su rostro no era bueno. Estaba realmente molesta.-Buenos días señorita- el mayordomo salió corriendo a su encuentro asombrado por su presencia inesperada.-¿Dónde está mi padre? Sé que está aquí- ella exigió.El mayordomo se rascó la mejilla.-Bueno, él… él se encuentra, pero está ocupado.-No me importa. Búscalo, tengo que hablar con él- Elena sentía que sus manos temblaban.EL hombre pareció estar en una disputa interna.-No hace falta. Lo iré a buscar yo misma- se dio media vuelta y a pesar de las protestas del mayordomo ella subió la escalera en dirección al cuarto de su padre y una vez delante abrió la puerta de golpe.Las dos personas en la cama se sobresaltaron ante la presencia recién llegada y se cubrieron con la sábana. Cuando el hombre se dio cuenta de quién era su rostro se volvió rojo, pero no de vergüenza, sino de indignación.-Elena, ¿qué mierda estás haciendo aquí?Encontrar a su padre n
-¿Dónde es que están?- la voz de Dorian sonaba por el teléfono.-En la orilla de la playa, a cinco minutos del puente- Leon le respondió recostado al auto con la mirada fija en la mujer que, alejada de él estaba sentada en la arena, con las pierdas recogidas contra su pecho.-Estaré allí en diez minutos- fue la respuesta de él antes de colgar.Leon guardó el celular para esperar a su jefe. En ese momento era mejor que él se encargara de su esposa a pesar de que él tenía sus propios problemas. Y efectivamente, no mucho después, un Mercedes negro se detuvo detrás del auto de él y de él salió Dorian. Se acercó a Leon cubierto con un grueso sobretodo dado la temperatura estaba bajando para esa hora donde el atardecer se manifestaba en el horizonte.-¿Qué fue lo que ocurrió?-No sé decirle bien porque no entré, pero la señorita Elena entró en su casa para hablar con su padre y parecía realmente molesta. Al salir su rostro estaba rojo y ella estaba llorando.El ceño de Dorian se frunció.-¿
Una vez ella estuvo bañado y cambiada dejó que su esposo curara su rostro superficialmente. No se podía hacer mucho con un moretón, así que después de un poco de crema fría y un pequeño parche en su labio había terminado.-¿Quieres comer algo?- le preguntó él guardando las cosas en el botiquín de vuelta.Elena negó, no estaba acostumbrada a esa amabilidad por parte de él. Parecía tan irreal que y se con solo pestañear se volvería el mismo hombre frío de siempre.-Solo iré a dormir- dijo sin alzar la cabeza.Dorian se quedó quieto en el lugar para después acercarse a la cama y des tenderla.-Acuéstate mientras me baño.Esta vez Elena si estaba sorprendida.-¿Dormir aquí?- su voz apenas era un susurro.-Eres mi esposa, por qué no dormirías aquí.Bueno, por muchas razones, pero ella no entraría en detalles. Lo mejor que pudo hacer era seguirle la roma a su esposo. No tenía energía para discutir precisamente con él, no en su estado. Se sentó en la cama y no se movió. Él se quedó con la ma
Elena se sobresaltó ante la llegada repentina de su esposo y por el aura que lo rodeaba. Parecía que escupiría fuego en cualquier momento.-Suéltala- ordenó con los dientes apretados sin quitarle la mirada de encima a Klaus.Este por su parte inclinó la cabeza y se sonrió.-Y si no la suelto qué me vas a hacer. Acaso lo mismo que le haces a ella que la dejas encerrada sola en esta casa hasta que se marchite, hermano egoísta.-Ese no es asunto tuyo Klaus- los ojos claros de Dorian se volvieron oscuros de la rabia- No tienes derecho a meterte en los asuntos que estén relacionado con mi esposa, y menos prometerle cosas cuando ella está conmigo.-¿Contigo? Este matrimonio parece una falsa. Capaz que no hayan tenido ni sexo.-Klaus, será mejor que calles tu boca- la mano de Dorian se apretó aún más sobre la muñeca de su hermano.Elena por su parte sentía como Klaus la aferraba más fuerte y en su rostro había una mueca de dolor. Tampoco deseaba estar en medio de una disputa familiar cuando