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La lealtad ha sido el código más importante en el mundo de las mafias, mantener un secreto, resguardar y proteger a tus seguidores o colegas representa una responsabilidad que abarca completamente el terreno de los clanes que crean sus propias reglas, ya sea para asesinar, traficar, importar y exportar mercancía ilegal para crear sus imperios. Alexander Bonelli Caruso es un joven de 20 años hijo de uno de los mafiosos más importantes en la actualidad llamado Tony Bonelli, Tony posee la jerarquía mayor en Italia en el mundo de los capos y es reconocido a nivel internacional debido a su reputación de intocable.
Una de las principales reglas de Bonelli es no permitir que sus hijos se incluyan en el negocio familiar hasta alcanzar la mayoría de edad, un privilegio que Alexander toma con orgullo debido a la reputación que tiene su padre, ser llamado el hijo del “Intocable Bonelli” es más que un título, es una advertencia de muerte a sus enemigos e incluso cualquiera que quiera sobrepasarse con el clan. A pesar de llevar una vida como un adolescente normal pero con poder y dinero, se siente atraído por la forma en como la gente respeta a su padre y jura solemnemente hacer que algún día lo respeten de la misma manera, su madre Lissette Caruso tiene ya mucho tiempo con su esposo Tony y aunque le encanta la forma en como es con ella le aterra la idea de que algún día sea agredida o lastimada debido al estilo de vida que lleva, aun así no cualquiera encara a la señora Lissette sin que Tony lo apruebe, ya que para él la familia es lo más importante, siempre trata de mantener su círculo cercano muy bien protegido para evitar posibles ataques de otros clanes, o de cualquiera que quiera intentar tener el poderío que este posee, habían transcurrido dos semanas luego del incidente con Alexander en la fiesta y Tony se encontraba con mucha decepción por lo que había hecho su hijo, traicionando los ideales que se le habían inculcado sintiendo culpa por no haber sido suficiente lo que le había enseñado con el paso de su niñez hasta su adolescencia, en fin seguiría siendo su hijo pero necesitaba averiguar lo que pasó esa noche con claridad, pero en vista de que ni siquiera el mismo Alex recordaba lo sucedido luego del exceso de droga que suministro en su cuerpo, tanto fue así que se le prohibió la salida y no tenía oportunidad de reunirse con sus amigos, era desde el instituto hasta su casa y le había dicho a uno de sus allegados que lo escoltara a cualquier sitio que este fuera.
La señora Lissette se encontraba desprendida totalmente de su matrimonio y actuaba de forma extraña por lo que Tony se sintió en la obligación de preguntar lo que a ella le sucedía, pero esta simplemente se comportaba de manera anti parabólica al punto de casi ignorarlo.
Una tarde recibió una llamada de su amigo Luciano para verse y entablar una nueva relación en plan a darle fruto a los negocios y extender su venta hacia otros sitios, este pensaba que era hora de expandirse, por lo que Tony aceptó con gusto, quedó verse en la casa y Tony le cito a esta para reunirse como antes.
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—Amigo mío ¿Cómo estás? —estrecha su mano y le abraza— ¿Cómo te trata la vida?
—Excelente Luciano, excelente, ¿Tú como estas? veo que el paso del tiempo te hace lucir mejor —ríe
—Por supuesto, tenemos que mantenernos en forma y llenos de salud para controlar nuestro imperio ¿No crees? _ observa hacia las escaleras y ve bajar a la esposa de Tony.
—Luciano ¿Cómo estas querido? — sonríe de oreja a oreja — Luces fantástico
—Lissette, todo está perfecto, muchas gracias por el halago, aunque luces mejor que yo— coquetea discretamente
— ¿A dónde vas amor mío? — Pregunta Tony— ¿Reunión con las chicas?
—Iré al Spa, creí haberte dicho, veo que no me prestas atención cuando te hablo — sacude su cabello y va en dirección a la puerta.
—No quiero ser inoportuno amigo mío ¿Si quieres vuelvo en otra ocasión?— exclama
— ¿Eres idiota? tu eres como mi hermano, además debemos conversar sobre nuestros negocios en el extranjero, es lo primordial, sabes cómo son las mujeres — se ríe y van al sótano
Al llegar al sótano se sientan en su mesa de juntas y busca un whiskey Jack Daniel para acompañar la conversación y dos puros para hacer de la reunión más placentera, al fumar Luciano comienza a plantearle el siguiente movimiento para hacer de sus imperios más reconocidos y sumar más millones a sus cuentas.
—He estado escuchando rumores acerca de que la DEA, LA INTERPOL andan en busca de los capos de todas las organizaciones aquí en Italia y debemos encontrar la forma de seguir moviendo nuestro tráfico de whiskey, de marihuana y de armas, tengo la certeza de que tenemos un soplón entre nosotros — toma un sorbo de whiskey — ¿Qué planeas hacer?
—Si te soy honesto he estado bastante alejado de los negocios luego del incidente que tuvimos en la fiesta— Enciende su puro — ¿No puedo creer que no sepas? _ da un sorbo a su trago_ He estado tratando de averiguar lo que paso.
—Para ser honesto no tengo idea de lo que hablas Tony ¿Qué ocurrió? — Su teléfono vibra.
Al observar su teléfono observa un mensaje de Lissette.
“Necesito verte de nuevo, me encanta pasar tiempo de calidad contigo, solo tú me haces sentir mujer si te soy honesta”_ guarda el teléfono
—¿Luciano pasa algo? — mira extrañado.
—Mmm…no no sucede nada amigo, pero creo que tendremos que posponer esta reunión, se presentó una penosa emergencia — se ríe y bebe de su trago abruptamente hasta el fondo— hasta la próxima mi querido Tony.
Al acompañarlo a la entrada Tony iba con una especie de vibra que lo carcomía por dentro al punto de pensar disparates ¿Cómo era posible que no estuviese enterado de lo que sucedió esa noche? luego de saludarlo se había perdido de la reunión en el VIP al igual que Lissette, presentía que algo estaba sucediendo y mando a Giancarlo D`Angelo a que siguiera a Luciano discretamente, Giancarlo era prácticamente el encargado de cometer los asesinatos de Tony por lo que este era el indicado para hacer un seguimiento y averiguar lo que sucedía, Tony sentía dudas pero el pensamiento le estaba invadiendo la mente, pensaba en si su mejor amigo de la infancia estaría traicionándolo, pidió a sus seguidores que hiciera, una investigación extensa en cuanto a todo lo relacionado con sus envíos hacia nueva york en el que también tenía control absoluto, pero habían rumores de un cierto soplón en uno de los clanes y al levantar sospechas con su ida repentina comenzó hacer llamadas para investigar.
Giancarlo fue en su vehículo siguiendo a Luciano hasta llegar a un hotel, este tomo fotografías con una cámara polaroid y las guardo en un sobre en su guantera, Luciano se bajó del vehículo y entro al hotel en el que estaba también parqueado el auto de Lissette, todo indicaba que tenían tiempo ya con amoríos y estaba acostándose con la esposa de su “mejor amigo”
—Señor, estoy en el hotel Sapienza y esta el vehículo de su esposa aquí y Luciano acaba de llegar ¿Qué hago? — Comienza a colocar el silenciador en su beretta_ ¿Acabo con él?
_No, no trata de ver saber que más sucede y tráeme las pruebas— cuelga la llamada y toma asiento en su silla preferida mientras fuma de su puro con tranquilidad y paciencia.
Giancarlo como todo un profesional enfundo su arma en un costado y bajo del coche hasta que lo siguió al restaurante del hotel, mientras se daban afecto y comían gustosamente Giancarlo tomaba fotos, luego de culminar subieron a la habitación del Pent-house y hasta ahí fue lo que pudo vigilar, pero ya las fotografías eran más que suficientes para probar que su mejor amigo y el amor de su vida, estaban traicionando su código de Mafiosos, ya que para los italianos que se sumergen en aquel mundo debían regirse por ciertos códigos.
“…”
Al llegar a casa Giancarlo con mucha pena le otorgó a su patrón el sobre con las pruebas. Tony bajo a su sótano a observarlas con la compañía de su whiskey y su puro, nada lo relajaba más que eso y lo necesitaba para digerir lo que estaba a punto de ver, al detallar cada imagen con cuidado y bastante ira e impotencia, tomo su celular y llamo a Lissette.
— ¿Querida? ¿Dónde estás amor mío? — observa las fotos y aprieta su puño.
—Tony, querido estoy aun en el Spa pero ya estoy a punto de culminar.
— ¡Tengo ganas de preparar una cena y que tengamos una velada tu y yo! ¿Te parece?
—Claro querido, nada me encantaría más que eso— Cuelga la llamada.
Tony prepara una cena espectacular y coloca rosas en la mesa junto a unas velas para hacer de la velada más “romántica”, ya eran casi las 6 de la tarde y Lissette llega a casa, estaciona su Bentley continental de 350mil dolares, un regalo que le había hecho Tony de aniversario recientemente, este le esperaba en la puerta y la recibe con un beso y un fuerte abrazo, toma su bolso de mano y le quita su chaqueta, la invita a darse una ducha antes de que baje a cenar y esta le hace caso sin dudarlo.
Tony va por su teléfono y llama a su amigo Luciano para que le haga compañía en la cena también.
— ¡Luciano amigo mío! Hoy te fuiste repentinamente y no pudimos conversar a plenitud, estoy haciendo una deliciosa cena con mi esposa, quiero que mi hermano de toda la vida nos acompañe ¿Aceptas? — suena sereno, como si nada ocurriera.
— ¡Lamento haberme ido así, pero… ¿Sabes? nada me encantaría más que eso amigo mío, dame 30 minutos y estoy en tu casa —Cuelga la llamada
Lissette se encuentra duchándose en el cuarto de arriba y Tony envía a Giancarlo a buscarla mientras se baña, entra sigilosamente y este la sujeta por el cuello mientras esta de espaldas y la saca arrastras del cuarto, esta forcejea con ferocidad gritando por toda la casa, pero nadie escucha nada, y Alexander se encontraba dormido así que no había impedimento alguno para llevarla hacia el sótano, al llegar abajo esta es presentada ante Tony que se encontraba fumándose un puro acompañado de un Whiskey de los más finos a las rocas dándose el peor trago amargo para digerir toda la m****a que su esposa y su mejor amigo le habían proporcionado. Al levantarse, Lissette vio esa faceta tenebrosa que tanto Tony enmascaraba y que creyó que jamás podría ver hasta ese día, la ataron a la silla y taparon su boca para evitar que el invitado de honor escuchara.
El timbre sonaba y el mayordomo Alessandro abre la puerta con una sonrisa en su rostro.
—El señor Tony lo espera adentro señor Luciano, pase adelante — le abre la puerta y le guía hasta la sala, donde le esperaba Tony con un champagne exquisito.
— ¡MI QUERIDO LUCIANO! Observa lo que tengo para celebrar nuestra hermandad — ríe.
—No era para tanto Tony, sabes que con un par de cervezas fuera bastado — abraza a su “amigo”.
—Ven quiero mostrarte algo antes de cenar, por favor sujeta ese arreglo floral y tráelo al sótano, debo decorar algo allí — sonríe con morbo.
Luciano esta extrañado y siente que algo no está bien, Tony suele ser amable pero la manera en como estaba haciéndolo se le hacía muy forzado.
— ¿Recuerdas cómo te trataban los chicos en la secundaria Luciano? —pregunta Tony
—Claro, era un asco, además si no hubiera por ti fuese sido un desastre, pero ahí estabas tú para protegerme— sonríe extrañado
—La vida me ha enseñado que no solo en la mafia debes tener códigos, si no en tu día a día como hombre ¿No es así? _ abre la puerta del sótano e indica a Luciano que baje primero.
Al Luciano empezar a bajar por las escaleras sintió un escalofrió recorrer su espina al escuchar el craqueo de la pistola de Tony en su cabeza
—Hijo de tu grandísima p**a malagradecido, ¿Cómo es posible que hayas estado cogiéndote a mi esposa?, maldito traidor — aprieta la empuñadura del arma con ganas de accionar_ ¿Explícame, no éramos como hermanos?
— ¡ESPERA!, ¡ESPERA POR FAVOR HERMANO NO DISPARES! TENGO QUE EXPLICARTE LO QUE PASA— comienza a temblar mientras ve a su amante amarrada frente a él, mientras Giancarlo está a su lado _Tony mírame hermano, jamás te traicionaría, por favor no vayas a dispararme —comienza a llorar
—Giancarlo— Tony lo llama y este arroja las fotos cerca de los pies de Luciano.
—Mira esto Luciano ¿Qué estabas haciendo? ¿Dándole consejos para el Spa, Maldito? —Le da con el arma en la frente y comienza a sangrar— ¿Quieres que te perdone? — apunta a su cabeza.
—SI, si, es lo que más quiero amigo— suplica con lágrimas en sus ojos.
—Mátala, delante de mí para probar tu lealtad, Giancarlo dale tu arma —Giancarlo arroja su arma cerca de sus pies
Luciano sin dudarlo toma el arma y apunta a su amante con mucho dolor, apunta hacia su cabeza y jala el gatillo sin pensarlo para mostrarle “lealtad” y con mucho dolor se arrodilla a llorar y a suplicar el perdón de su mejor amigo.
— Luciano — apunta a su cabeza y este voltea
—Creí que me dejarías vivir si la mataba, por dios, no lo hagas — coloca sus manos en la cara para taparse.
—En este mundo sola existe un dios, y ese dios soy yo — aprieta el gatillo —Giancarlo, desaparece a ambos cuerpos— guarda su arma y escupe el cuerpo de Luciano —Y envía esta rosa al clan de Salvatore
— ¿Cree que sea conveniente señor? — recibe la flor.
— ¿Estas cuestionando mi decisión? — mira fijo a Giancarlo.
—No mi señor, disculpe ¿Y la ropa de su esposa?
—Yo quemare todo y me ocupare de Alex, tú encárgate de los cuerpos y hacer lo que te pido.
En el transcurso de la noche Tony Bonelli despertó su maldad luego de una traición inesperada por parte de la que él consideraba “una respetable dama” y “su mejor amigo” Giancarlo y Lorenzo se encargaron de enterrar el cadáver de Luciano y enviar en una caja la flor que Tony le daría al clan de Salvatore, mientras que Donato y Massimo se ocuparían de enterrar a Lissette detrás de su propio patio por órdenes del Capo Tony Bonelli, este tomo toda la ropa de su esposa y la llevo a un lugar alejado en donde pudiera quemarla para luego poder decirle a su hijo que su madre los había abandonado. El dolor lo consumía por dentro, aun sentía ese desaire de una manera impresionante que lo conmovía por dentro, había asesinado a su esposa, la dama ideal, la mujer perfecta para él y a su mejor amigo de toda la vida con el que había tenido infinidades de aventuras y al que prácticamente él consideraba su “hermano” jamás pensó que algo así le sucedería. Estaba consiente que enviar la flor como mues
“…” Luego de sobrevivir a la venganza de los “Salvatore” Tony, Lorenzo y Giancarlo lograron comunicarse con el hospital más cercano aun faltando horas para llegar a Sicilia, por lo que fueron trasladados al “Ospedale SS. Giovanni e Paolo” en Venecia y regresaron de nuevo al punto de partida, al ir en la ambulancia los paramédicos se enfocaron mayormente en el herido de gravedad que era Giancarlo, que se encontraba herido de bala y bastante golpeado por el choque, al haber recibido el mayor golpe con la defensa de la autopista. Después de ponerlo estable, al llegar al Ospedale fueron atendidos rápidamente por emergencias, Lorenzo y Giancarlo los pasaron rápidamente ya que eran los que se encontraban en peor condición, mientras que Tony solo tenía algunos raspones y un dolor en la espalda baja y su brazo izquierdo, lo hicieron pasar a una hab
“…” Al llegar a Sicilia, a la catedral (nombre de la mansión de Tony) hicieron los arreglos necesarios para acondicionar uno de los 7 cuartos de huéspedes para su colega y mano derecha Giancarlo D`Angelo, que se encontraba herido de bala luego del incidente con los atacantes del clan de Salvatore, al hacerlo le pidió a su mayordomo Alessandro que se encargara de traer los mejores médicos de la ciudad de Catania, lugar donde reside Tony y así poder mantener a su pistolero y mano derecha bajo los cuidados necesarios. Tony al saber que se encontraba con una situación algo tensa pidió mantener la catedral protegida con sus maleantes y pistoleros alrededor de esta, por si se presentaba algún ataque directo a su hogar, cosa que en realidad no le preocupaba puesto a que estaba dispuesto a luchar en contra de cualquiera qu
“…”Después de una semana tranquila, pacífica, sin recibir ninguna noticia sobre el ataque, y su muchacho Giancarlo recuperándose notablemente, Tony despertó una mañana y aun le sacudía la cabeza aquella conversación con su padre, baja de su habitación en pijamas y sale al patio a tomar su buena taza de café y a disfrutar de una tranquila mañana reposando en su mecedora, un poco tenso aun por lo sucedido en la cena de bienvenida, mantiene la idea de que la decisión que tomó está más que acertada, sin sentir remordimientos ni dolores de cabeza, aun con la esperanza de que su padre desista de reunirse con su ahora enemigo, el clan Salvatore. Luego al tomar su taza de café y colocarla en la mesa comienza a tener un terrible dolor de hombro, justo el que la señorita Rosseti le revisó y el que quedó con un malestar que en lo personal no l
De camino a la ciudad de Agrigento, lugar donde reside el clan Salvatore se encontraba el padre de Tony absolutamente solo con Enzo Salvatore, su amigo, y ahora enemigo de Tony por haber asesinado a su hijo, esperando su llegada para coordinar el nuevo plan que los colocaría en posición de resolver los problemas. Tony no hacía más que pensar en que era una idea errónea, y también en la señorita Rosseti, ya que este le había hecho venir desde Venecia hasta Sicilia para al final cambiar los planes y posponer su reunión, se sentía culpable por el hecho de que no quería causarle una mala impresión, ya que le llamaba la atención, Tony no tenía intenciones de encontrar otra mujer luego de lo sucedido con su ex esposa, pero ella generaba en él, un gusto impresionante haciéndolo querer saber más de ella e incluirla a su vida.<
— ¡Debiste conversar conmigo antes de matarlo Tony! ¡No debiste tomar esa decisión! —Aclara Enzo.—En este mundo, para mí, el que comete una traición o arruina los códigos que nos rigen, paga con su vida, tú lo sabes mejor que nadie—Lo mira mientras sujeta su arma en el cinturón.— ¿Estas tenso no es así? ¡Es como si murieras por dispararme! — Se ríe.—No vengo a bromear Enzo ¿Qué hizo mi padre en esa época? ¿Qué favor te pidió? no tengo intenciones de trabajar contigo, sería una pérdida de tiempo, mi negocio está en su punto más alto, aunque tiene imperfecciones debido a un delator—Los muchachos de Salvatore observan a Tony.
—Estamos acercándonos señor, a la casa de la señorita Abi—Dice Dante quien conduce la camioneta— ¿Quiere que lo esperemos?— No hace falta Dante, tú y los muchachos pueden retirarse a un hotel cercano y luego recogerme, planeo quedarme aquí —Saca su celular y llama— ¿Abi? Estoy llegando a su casa ¿Está todo bien?— ¿Si? ¡Qué buena noticia! ¡Estoy esperándote! Y si, no te preocupes que todo está bien, es solo que no quiero estar sola ¿Por qué? ¿No quieres venir?— ¡Por supuesto! Esta noche no hay nada que importe más, además me fascina la idea de que hayas llamado—Ríe coquetamente —Ya estoy llegando, abre
“…”—Subamos a la habitación ¿De acuerdo? Dúchate, te relajas un poco y nos recostamos, para así conversar sobre aquello que te está inquietando—Este acaricia ambos brazos de Abi y la sube al baño de una de las habitaciones.Al entrar al baño y abrir la ducha Rosseti se desploma en llantos por lo sucedido, y al caer cada gota encima de su piel comienza a imaginar cada cosa que aquel asqueroso sujeto le hizo sentir en el baño del club, sintiéndose inútil, poco femenina, asqueada de sí misma, insuficiente por no haberse defendido en aquel momento, comienza a sentir como sus piernas flaquean en el acto y cae al suelo.Fuera del baño Tony escucha el fuerte golpe de la caída y destroza la puerta para ayudarla, al verla en el suelo llorando, cierra la ducha y agarra la toalla para envolverla y arroparla, Rosseti no dejaba de jadear y llorar debido