“…”
Luego de sobrevivir a la venganza de los “Salvatore” Tony, Lorenzo y Giancarlo lograron comunicarse con el hospital más cercano aun faltando horas para llegar a Sicilia, por lo que fueron trasladados al “Ospedale SS. Giovanni e Paolo” en Venecia y regresaron de nuevo al punto de partida, al ir en la ambulancia los paramédicos se enfocaron mayormente en el herido de gravedad que era Giancarlo, que se encontraba herido de bala y bastante golpeado por el choque, al haber recibido el mayor golpe con la defensa de la autopista.
Después de ponerlo estable, al llegar al Ospedale fueron atendidos rápidamente por emergencias, Lorenzo y Giancarlo los pasaron rápidamente ya que eran los que se encontraban en peor condición, mientras que Tony solo tenía algunos raspones y un dolor en la espalda baja y su brazo izquierdo, lo hicieron pasar a una habitación en donde estaba esperando a la traumatóloga y fisioterapeuta que le haría un chequeo más meticuloso.
Tony desde la habitación escucha una voz dulce conversando con otro doctor y al entrar fue como si se tratase de algún tipo de bendición después de tanto caos.
_Buenos días señor Bonelli ¿Como esta? — saluda cortésmente.
—Excelente, bueno… dentro de lo que cabe estoy bastante adolorido con honestidad—mira de arriba abajo.
—Mi nombre es Abi Rosetti soy la traumatóloga y la fisioterapeuta, pero puede llamarme Doctora Abi — sonríe — ¿Podría explicarme lo que pasó? ¿Y ser muy específico en donde le duele? pero antes ¿Podría darme su información para llenar este formulario? — sujeta sus lentes y saca su bolígrafo — ¿Nombre? — levanta la mirada.
—Tony Bonelli— sujeta su hombro adolorido.
— ¿Edad? — sonríe con ese eje de picardía..
—40 años— ríe extrañado.
— ¿Qué? ¿Enserio su edad es de 40 años? — Pregunta sorprendida — Y me disculpa pero es solo que… no luce nada mal para tener su edad— sonríe mientras coquetea.
— Disculpe usted la pregunta pero… ¿Está coqueteando conmigo? — levanta su ceja.
—No, es solo que la mayoría de las personas de su edad que conozco son muy desgastadas en cuanto al físico, no todos logran llegar a esa edad con tan buen semblante— ríe a carcajadas.
—Hablando de semblante ¿Cuál es su edad señorita? ¿De dónde proviene tan dulce dama? —pregunta Tony.
—Soy de aquí de Venecia y tengo 27 años — responde sonrojada.
—No es necesario apenarse y me disculpa el atrevimiento pero… tendré que venir más a menudo con mis dolores a este hospital—sonríe y le guiña el ojo.
— ¿Sabe algo? Me parece un excelente plan pero antes ¿Podría quitarse la chaqueta y la camisa por favor? Necesito revisarlo— comienza a obsérvalo mientras Tony se despoja de su ropa.
—De acuerdo señorita, como usted ordene.
Al despojarse con lentitud por el su dolor observa que la señorita Rosseti no hace más que mirarlo sin ningún disimulo, Tony no se avergüenza de su físico y no sufre de complejos, es un caballero muy seguro de lo que es, aparte que siente esa química inmediata con la doctora, para él, jamás había observado una dama tan elegante, preciosa y con tan excelente carisma, lo hace sentir cómodo y eso, es algo imposible de lograr en alguien tan frio como él.
Se despojó de su ropa y la doctora no dejaba de apreciar su buen estado físico, un cuerpo musculoso, tonificado y marcado cada abdominal, pero con múltiples cicatrices, lo que llamo la atención de la doctora aparte de lo obvio.
Rosseti se sonroja de una manera obvia y le indica a Tony que debe sentarse en la camilla, está nerviosa pero debe cumplir con su trabajo, mientras se acerca comienza a sentir como casi pueden leerse sus pensamientos por lo que decide no mirarlo a los ojos y Tony nota eso.
—Levante su brazo por favor, señor Bonelli— mira al suelo y Tony levanta su brazo izquierdo adolorido— ¿Le duele?
—Sí, muchísimo, pero más me duele el hecho de que no me dejes observarte a esos hermosos ojos — ella sonríe con ternura.
—De acuerdo, veo que va a necesitar un tratamiento para su brazo— comienza a tocar los pectorales, costillas para verificar que no tenga algún otro padecimiento— ¿Le duele en alguno de estos lugares?
—No, en esos no—No deja de mirarla
Baja su mano por la espalda hasta llegar a la zona lumbar— ¿Le duele aquí?
Tony adolorido responde con un rotundo si ya que en el accidente había quedado en una mala posición casi al punto de dislocarse al cuello, por lo que Rosseti le notifica que necesitará tratamiento con algún fisioterapeuta.
_Ya puede colocarse la ropa señor Bonelli, mi recomendación seria el uso de diazepam y una buena sesión de masajes por al menos un mes si queremos ver mejoría, a la larga podría empeorar, ya que el latigazo del golpe puede ocasionar dolores en la cervical, pero primero ataquemos el problema principal para luego descartar posibles efectos secundarios_ anota en el récipe mientras Tony observa con detalle— Lamento la intromisión pero no pude ignorar el hecho de que usted tiene muchas cicatrices ¿A qué se debe?
—Me resultaba extraño el hecho de que no había preguntado, de todas maneras es algo de lo no que me gusta hablar, solo le diré que he tenido múltiples accidentes en mi trabajo.
—De acuerdo… Entonces deberá encontrar este medicamento, será muy efectivo a la hora de suprimir el dolor y relajar sus músculos que quizás solo estén contraídos. Creo que es todo señor Bonelli— se dirige a la puerta para salir.
—Espere señorita Rosseti ¿Podría darme su número de teléfono? — no pierde la oportunidad de conseguir el número.
Rosseti sonrojada se lo da con mucho gusto y se despide del señor Bonelli para seguir con su jornada laboral, ambos quedaron encantados el uno con el otro y Tony siente que ha sido como una iluminación en toda la oscuridad de su mundo, a pesar de haber sido traicionado por su esposa y su mejor amigo, no para de pensar en lo cálido y fresco que se sintió el conocer a esa dama. Al salir de la habitación ve a Lorenzo afuera en los pasillos del hospital y le pregunta por Giancarlo, este le responde diciéndole que está estable y que deberá permanecer unos días aquí en el hospital para darle el alta, cosa que a Tony no le parece por la preocupación de que el clan Salvatore regrese para terminar el trabajo.
Tony fue con el doctor Ángelo Santoni, el encargado de dar el alta a los pacientes, para notificarle que se llevaría a su colega de nuevo a Sicilia y que allí podrían tratarlo sin problemas, cosa a lo que el doctor Ángelo se negaba, pero al este mostrarle una suma considerable a el caballero no dudo ni un segundo en dejar que se lo llevará, de hecho comunicó que utilizarían las ambulancias del recinto para trasladarlos de nuevo a Sicilia.
Mientras el doctor hacia los preparativos, Tony llamó a Alessandro para que le diera la orden a sus dos soldatos (Soldados) Massimo y Donato para que dieran un viaje con un grupo de al menos 6 hombres hasta Venecia y que colocara a el resto de su cuadrilla vigilando la mansión mientras no se encontraban en Sicilia, dio orden de que se prepararan para cualquier novedad que pudiera suceder luego de los acontecimientos, les pidió que fueran al aeropuerto de Palermo rápido ya que en avión son 3 horas y 55 minutos y no permanecieran tanto tiempo fuera de la mansión.
“…”
Al pasar las horas llegaron Massimo y Donato junto a sus hombres para escoltar a sus colegas en camionetas blindadas y así dirigirse al aeropuerto de Marco Polo lo más rápido posible.
Rosseti se percató que ya su paciente estaba a punto de retirarse y se acercó a él para despedirse ya que había sido muy cordial con ella.
_ ¿De vuelta a Sicilia Eh? — pregunta
— Si, debo atender a mi muchacho y no me gusta la idea de estar tanto tiempo fuera de mi hogar— sonríe.
—De acuerdo, y por favor tenga más cuidado en su trabajo— le da un beso en cada mejilla.
—Atenta a su teléfono doctora Rosseti, quizás tenga una llamada muy pronto de mi parte —sonríe— Quizás usted sea mi terapeuta, de eso no hay duda, andando muchachos.
Al subir al subir a la camioneta Tony observa claramente lo que podría significarse el comienzo de un nuevo amor, a pesar de que la está conociendo quedó con muchas ganas de seguir sabiendo acerca de la doctora Rosseti, ya que inspiraba una pureza y una amabilidad impresionante.
Al ir en de camino al aeropuerto, el celular de Tony suena y al observar nota que es un número de los Estados Unidos, puede significar solo una cosa, su padre.
— ¡Hijo mío! ¿Cómo estás?
—Padre, excelente, estoy camino al aeropuerto de Marco Polo para regresar a casa.
— ¿A qué se debe eso hijo? ¿Problemas de negocio?
—Para ser sincero está pasando algo y necesitamos reunirnos lo antes posible, creo que se avecinan cambios oscuros y puede estar ocurriendo algo muy grande, que podría afectar el negocio.
—No te preocupes hijo mío, salgo de inmediato hacia Sicilia, de todas maneras planeaba visitar a mi familia
—Perfecto entonces, mucho cuidado padre, lo espero con ansias—cuelga la llamada— ¡Acelere el coche conductor! necesitamos estar lo más rápido posible en Sicilia.
Marchando a toda velocidad en una caravana, Tony Bonelli y sus matones se dirigían de vuelta a Sicilia para atender lo más pronto posible a su mano derecha Giancarlo que aunque estaba estable temían por su vida, aparte de tener la inseguridad respecto a un ataque por parte del clan Salvatore, se avecinaban tiempos de guerra y necesitaban mantenerse enfocados en una sola tarea, cuidar el negocio y atar cabos sueltos.
“…” Al llegar a Sicilia, a la catedral (nombre de la mansión de Tony) hicieron los arreglos necesarios para acondicionar uno de los 7 cuartos de huéspedes para su colega y mano derecha Giancarlo D`Angelo, que se encontraba herido de bala luego del incidente con los atacantes del clan de Salvatore, al hacerlo le pidió a su mayordomo Alessandro que se encargara de traer los mejores médicos de la ciudad de Catania, lugar donde reside Tony y así poder mantener a su pistolero y mano derecha bajo los cuidados necesarios. Tony al saber que se encontraba con una situación algo tensa pidió mantener la catedral protegida con sus maleantes y pistoleros alrededor de esta, por si se presentaba algún ataque directo a su hogar, cosa que en realidad no le preocupaba puesto a que estaba dispuesto a luchar en contra de cualquiera qu
“…”Después de una semana tranquila, pacífica, sin recibir ninguna noticia sobre el ataque, y su muchacho Giancarlo recuperándose notablemente, Tony despertó una mañana y aun le sacudía la cabeza aquella conversación con su padre, baja de su habitación en pijamas y sale al patio a tomar su buena taza de café y a disfrutar de una tranquila mañana reposando en su mecedora, un poco tenso aun por lo sucedido en la cena de bienvenida, mantiene la idea de que la decisión que tomó está más que acertada, sin sentir remordimientos ni dolores de cabeza, aun con la esperanza de que su padre desista de reunirse con su ahora enemigo, el clan Salvatore. Luego al tomar su taza de café y colocarla en la mesa comienza a tener un terrible dolor de hombro, justo el que la señorita Rosseti le revisó y el que quedó con un malestar que en lo personal no l
De camino a la ciudad de Agrigento, lugar donde reside el clan Salvatore se encontraba el padre de Tony absolutamente solo con Enzo Salvatore, su amigo, y ahora enemigo de Tony por haber asesinado a su hijo, esperando su llegada para coordinar el nuevo plan que los colocaría en posición de resolver los problemas. Tony no hacía más que pensar en que era una idea errónea, y también en la señorita Rosseti, ya que este le había hecho venir desde Venecia hasta Sicilia para al final cambiar los planes y posponer su reunión, se sentía culpable por el hecho de que no quería causarle una mala impresión, ya que le llamaba la atención, Tony no tenía intenciones de encontrar otra mujer luego de lo sucedido con su ex esposa, pero ella generaba en él, un gusto impresionante haciéndolo querer saber más de ella e incluirla a su vida.<
— ¡Debiste conversar conmigo antes de matarlo Tony! ¡No debiste tomar esa decisión! —Aclara Enzo.—En este mundo, para mí, el que comete una traición o arruina los códigos que nos rigen, paga con su vida, tú lo sabes mejor que nadie—Lo mira mientras sujeta su arma en el cinturón.— ¿Estas tenso no es así? ¡Es como si murieras por dispararme! — Se ríe.—No vengo a bromear Enzo ¿Qué hizo mi padre en esa época? ¿Qué favor te pidió? no tengo intenciones de trabajar contigo, sería una pérdida de tiempo, mi negocio está en su punto más alto, aunque tiene imperfecciones debido a un delator—Los muchachos de Salvatore observan a Tony.
—Estamos acercándonos señor, a la casa de la señorita Abi—Dice Dante quien conduce la camioneta— ¿Quiere que lo esperemos?— No hace falta Dante, tú y los muchachos pueden retirarse a un hotel cercano y luego recogerme, planeo quedarme aquí —Saca su celular y llama— ¿Abi? Estoy llegando a su casa ¿Está todo bien?— ¿Si? ¡Qué buena noticia! ¡Estoy esperándote! Y si, no te preocupes que todo está bien, es solo que no quiero estar sola ¿Por qué? ¿No quieres venir?— ¡Por supuesto! Esta noche no hay nada que importe más, además me fascina la idea de que hayas llamado—Ríe coquetamente —Ya estoy llegando, abre
“…”—Subamos a la habitación ¿De acuerdo? Dúchate, te relajas un poco y nos recostamos, para así conversar sobre aquello que te está inquietando—Este acaricia ambos brazos de Abi y la sube al baño de una de las habitaciones.Al entrar al baño y abrir la ducha Rosseti se desploma en llantos por lo sucedido, y al caer cada gota encima de su piel comienza a imaginar cada cosa que aquel asqueroso sujeto le hizo sentir en el baño del club, sintiéndose inútil, poco femenina, asqueada de sí misma, insuficiente por no haberse defendido en aquel momento, comienza a sentir como sus piernas flaquean en el acto y cae al suelo.Fuera del baño Tony escucha el fuerte golpe de la caída y destroza la puerta para ayudarla, al verla en el suelo llorando, cierra la ducha y agarra la toalla para envolverla y arroparla, Rosseti no dejaba de jadear y llorar debido
Imaginar las consecuencias que pueden acarrear el error cometido por Alex desatan en Tony una increíble preocupación, generan angustia y molestia al mismo tiempo, no haya la forma de asimilar el abusivo encuentro que tuvo Abi con su hijo, y que él la haya visto salir, y no hizo nada al respecto lo mantienen en un acertijo constante ¿Pero cómo podría saberlo? Estaba totalmente inconsciente de lo que sucedía. Hasta que entró al baño y observó a Alex preguntando por su víctima, la señorita Rosseti.Ahora que ya se sabe la verdad, Abi se aferra más a la posibilidad de que algún día pueda enamorarse de nuevo de un caballero de verdad, que la haga sentir a salvo, que le muestre que el amor no duele, sino al contrario, que cura y regenera heridas del pasado, temores que atormentan al corazón.Abi se encontraba dormida en la recamara mientras que Tony no hacía
Mientras Abi se encontraba fuera de su pueblo en busca de provisiones, Tony le pidió a Lorenzo hacerle una entrega de artículos personales y de ropa nueva, ya que planeaba quedarse con Rosseti al menos dos días más, luego de que este saliera del centro comercial donde compro las prendas, fue precisado por un vehículo desconocido presuntamente de algún investigador privado o de la mafia, sin más que acotar Lorenzo se vio en la tarea de tratar de evadirlo, llegando así al lugar donde se encuentra Tony poniendo en peligro a Abi y su familia.—Necesito que te coloques el chaleco y enciendas el Bentley, con el blindaje y el armamento que tenemos, podemos enfrentarlos en campo abierto apenas lleguen ¿de acuerdo? Necesito que te enfoques—Dice Tony mientras se coloca la correa de su M4 (Ametralladora).— ¿Escucha eso? —Dice Lorenzo— Es el auto señor, súbase al coch