Jack Connor.
Arrojo todo lo que se atraviesa en mi camino después de llegar a casa con mi madre. La he llevado al hospital para que la revisen y afortunadamente, está bien. Excepto por algunos rasguños que se hizo al intentar escapar de las manos de esos dementes.
Todo empeoró cuando Richard empezó a sospechar que estaba enamorado de ella. No le agradó la idea y su actitud pasiva cambió. Esto pasará, solo es algo temporal. Trato de convencerme a mí mismo. Sabía que esto tarde o temprano pasaría, no es algo nuevo para mí. Sigo con la idea de que será como todas las demás. La olvidaré.
—¿Esa jovencita...era su hija? — mi madre entra en conversación mientras prepara algo rico de cenar.
—Sí. —intent
Después de ver a mi hermano en el hospital, es otro motivo para llorar. Pero esta vez, de alegría. Me ha pedido disculpas por las horribles cosas que me dijo bajo presión de gente pagada por Laura. Hago lo mismo, porque entiendo que fui muy estúpida al creer que él sería capaz de pensar tantas cosas horribles sobre mí. Además, si realmente quiero vivir en paz, será mejor dejar todo en el pasado. Debí imaginarme que si su padre (el dichoso político) le pagaba a Martha para no sacar su existencia a luz, no lo haría de repente. Pero al menos, está sano y salvo, así que nos prometemos salir adelante juntos sin importar qué. Al día siguiente, es el entierro de Richard. Peter fue encarcelado, Bilson también falleció junto a otros de los hombres armados y los pocos que sobrevivieron, fueron encerrados de la misma manera, in
Despierto con un tremendo dolor de cabeza sin poder recordar muchos detalles de la noche anterior. Solo tengo celajes importantes. Como que James me trajo a su casa, imaginé que era Jack y me acosté con él. ¡Dios! ¿Qué he hecho?No volveré a beber jamás. Antes de salir, me doy una intensa ducha en el baño de la habitación y llamo a Lisa para que venga a buscarme. Aparentemente James no está en casa, así que mejor saldré de aquí antes de verle la cara otra vez. Minutos después, Lisa llega y nos vamos a casa. — ¿Dónde demonios te metiste anoche? —le reclamo. La cabeza me va a estallar. —Eric hizo que olvidara que tenía tus llaves, lo siento mucho. No volverá a pasar, pero por lo visto tuviste buena compañía, ¿eh? ¡Hueles a sexo! —se ve muy relajada.
Jack Connor. Después de varios días ahogándome en la bañera con mis propias lágrimas, decido buscar una manera de desahogarme y sacarlo todo, o bueno, una parte de ello. Justo cuando tengo estas intenciones, veo papeles en blanco y sobres de cartas en nuevos paquetes que le han llegado a mi madre. Es entonces, donde me nace la idea de hacer una carta que posiblemente, le entregue a Melanie algún día.¿Funcionará?He mandado a preparar un álbum con todas las fotos que nos hemos tomado juntos en diferentes ocasiones. Agrego una caja con un hermoso collar de plata, rosas blancas, más lujos y una carta. Nunca esperaría una carta mía y honestamente nunca he hecho una, hasta hoy. Quiero sorprenderla, quiero que vea el arrepentimiento en mis letras y que pueda sentirme a través de ellas después de todo est
Me ha obligado a venir hasta su casa, otra vez.Estoy en la habitación de huéspedes de nuevo. — Quiero que te pongas eso y dame tu celular. —me ordena.Me niego de inmediato, pero lo saca del bolso de todos modos.—No soy imbécil. Ahora haz lo que te digo o te irá muy mal. —me amenaza. Cuando sale, las lágrimas de desesperación escapan de mis ojos. Busco algún celular o algo que me ayude a librarme de esta, pero no hay nada. Ni siquiera ventanas en esta m*****a habitación por la que pueda escapar. No me queda de otra. Tengo que buscar alguna manera de salir, pero esta noche no creo que sea. Me coloco la lencería que ha dejado sobre la cama y salgo de la habitación. Todas las puert
Al día siguiente, después de muchas horas de estrés diseñando mi nueva marca y arreglando muchas cosas relacionadas a ello, voy al departamento federal con mucha cautela para escuchar lo que los agentes de Jack tienen en mente para salvarme de esta situación. Cuando llego, Eric me lleva directamente a la sala de investigaciones. —¿Y Jack? —no lo veo por ningún lado. —Creo que está en la azotea. Está muy furioso con todo esto y no es para menos. Iré a hablar con él. Tú quédate con Jimmy, él te explicará el resto. —y antes de que le pregunte algo más, sube corriendo las escaleras. Cruzo las puertas de la sala de investigación.Es enorme y tiene pantallas gigantes por todas partes. Es como estar en la nasa.
— ¿Entonces aceptas esto por las buenas? —pregunta James mientras tomamos whisky en su comedor. —Supongo que no hay otra manera. —Me alegra que aceptes, porque por las malas, ya viste de lo que soy capaz. — ¿Por qué haces esto? Eres muy apuesto y puedes enamorar a cualquier mujer. — trato de sacarle el tema para que confiese y quede todo grabado. —Ese es mi problema, no me gustan las mujeres que se enamoran de mí, me gustan a las que se acuestan conmigo en contra de su voluntad. Eso me excita, pero tú puedes ser la excepción. Después de nuestra primera noche de sexo no puedo sacarte de mi cabeza. Ahora entiendo por qué el policía estaba tan obsesionado contigo. — se acerca y acaricia mis mejillas.Que Jack esté escuchando
Jack Connor. Pudimos salir a tiempo, con quemaduras de primer grado, sin nada de qué preocuparnos. Lo primero que hago cuando llego a mi oficina, es romper una pantalla con una de las tantas pelotas de golf que Eric tiene en su escritorio. —¡Hey! Tranquilo. La vamos a encontrar. —Eric intenta calmarme. No dejo de dar vueltas por toda la oficina. —¡¿Cómo es posible que simplemente haya desaparecido en nuestras narices y no tengamos ni una m*****a pista de dónde podría estar?! —estallo. —Incautaron la morgue. Dicen que no hay nada que nos indique dónde están. Nadie lo ha visto desde ayer. —¿Están allá todavía? —pregunto.
Melanie Cross. Me siento tan frágil y perdida. Abro mis ojos lentamente, tratando de entender dónde estoy y qué ha pasado. El catéter en la vena de mi mano izquierda, me confirma que estoy en el hospital.Estoy muy confundida.Solo recuerdo que me desmayé en aquel sótano de muerte y no supe nada más. Cuando mi visión se aclara, veo la figura de Jack sentado a mi lado con una de sus manos sobre la mía.Tiene moretones en los nudillos y no me quiero imaginar porqué. — ¿Cómo te sientes? —pregunta. Sé que está afectado por todo esto. Ya deduzco, más o menos, lo que pasó. —Algo mejor. ¿Qué ha pasado? —intento sentarme. <