Cristina estaba cansada de la insistencia de su familia, ella no deseaba casarse con alguien a quien no conocía, con el chico de la fiesta había quedado de verse, pero tenía que salir de la Mansión sin que Lucas se diera cuenta, afortunadamente la cabaña está un poco retirada de la casa. —Estás muy pensativa, ¿Sucede algo?—Ana la notaba inquieta. —Me cité mañana por la tarde con un chico que conocí en la fiesta, pero no quiero que Lucas se dé cuenta de que me veré con alguien, me molesta tener que salir como si fuera pequeña, ya soy mayor de edad y eso mi familia no lo entiende. —Si gustas te puedo ayudar, he visto que su chófer siempre está en el auto aquí frente a la casa. —Sí, es su perro guardián, pienso que lo tiene ahí para que me vigile. —Mi camioneta está guardada dentro, así que podrías ocultarte en la parte de atrás, cuando salgamos solo me verá a mí, así no nos seguirá, si lo intenta lo pararán los guardaespaldas. —¿Harías eso por mí? —Se sintió feliz de saber que cont
Ana, a pesar de que su madre le había dejado una gran fortuna, se crio de manera sencilla, pues a ella no le daban casi nada, creció obteniendo solo lo necesario.—¿Qué pasa? Te has quedado callada,—Recordé que crecí en medio de la opulencia, pero viviendo de manera sencilla.—Ha sido muy difícil tu vida, espero que ya puedas ser feliz junto a mi primo.—Hablando de tu primo, ha de estar gruñón, tiene rato que llegó, me llamó un par de veces y envío mensaje otras tantas para pedirme que ya regresara a casa.—Parece crío, ya ni tus hijos quieren estar tan pegados a ti.—Ja, ja, ja.—¿Ustedes de que tanto se ríen?Antón las había escuchado llegar, bajó las escaleras y se acercó a ellas.—Hola amor, de nada en especial, ¿dónde están mis hijos?—El bebé se ha dormido y los gemelos, como siempre inventando que hacer en su habitación, les he traído un nuevo videojuego, están intentando hallarle el modo.—Voy a estar un rato con ellos.—Te acompaño.La pareja se dirigió a la habitación de l
A la mañana siguiente, Sandra encontró una carta, esos días se quedaba a dormir en la mansión y en el día estaba con Lucas en la cabaña.—Antón, hijo, Cristina se ha marchado.—¿A dónde se ha ido?—No lo sé, me ha dejado una carta, aquí no dice a dónde se ha ido, no desea que sus padres y Lucas la encuentren, todo por esa necesidad que tienen de querer casarla.—No te preocupes, abuela, se ha ido por voluntad propia, tiene derecho a hacer su vida como le plazca, ya está lo suficientemente grande para hacerlo.Sandra recordó en ese momento que Antón antes de perder la memoria siempre consentía a Cristina, más bien parecía que él era su hermano y no Lucas con el que siempre se peleaba.—¿Aún no recuerdas tu pasado junto a tu prima?—Siendo sincero, de eso no recuerdo nada.—Has consentido mucho a Cristina desde pequeña, todo el tiempo fueron muy unidos, se tapaban sus fechorías uno a otro, a pesar de ser más joven que tú, se entendieron perfectamente, se convirtieron en confidentes.—Si
Mondraco y Antón se reunieron con el concejo para hablar sobre Gabriel y el Escorpión.—Entonces Santoro se ha cambiado a Galeano.—Así es, es la mano derecha del Escorpión, Gabriel dio la orden a Thomas Moreno de volar el yate donde yo estaba a bordo.—Todos sentimos que los ataques del Escorpión tienen que ver contigo, son para debilitarte, pero eso también nos está debilitando a nosotros, así que debemos de poner un alto, debes pensar a quien has ofendido como para que te odie de tal manera, quiere debilitarte primero, causarte el mayor daño posible.—Por eso temo por mi familia.—Pues dentro de Sicilia no podrá hacerles daño, le hemos cortado todos los caminos, Mondraco y tú han tomado muy buenas decisiones, ahora lo pensara antes de venir aquí, ha atacarnos tan directamente, creyó que podría venir aquí y adueñarse de nuestro territorio, territorio que ha sido de nuestras familias por siglos.—Como dices, la próxima vez lo pensara muy bien, en el último enfrentamiento tuvo el 100%
Cristina y Rob estaban indecisos, querían viajar por el mundo, pero también querían formar su propia empresa, y se habían dado cuenta de que Estados Unidos era un buen lugar para ello.—¿Qué hacemos fugitiva? Tú dime, lo que a ti te parezca eso haremos.—No lo sé, tengo planes de conocer todos los países, las ciudades y los paisajes más increíbles de este mundo, el Tíbet me llama mucho la atención.—Entonces, ¿Qué te parece si viajamos primero y después regresamos aquí a invertir nuestro dinero?—Me parece genial, de todos modos tengo algunas inversiones que me están generando muy buenos rendimientos.—Así yo, por lo visto, ese es un tema del que no debemos preocuparnos.Los padres de ambos los buscaban furiosos, no tenían ni idea de a donde se habían metido.—Tu hijo no sabe ni lo que hizo al desaparecer de esa manera, desde ahora queda fuera de mi testamento.—Ah, cuando hace algo mal, entonces es mi hijo, cuando obtuvo todos sus logros ahí si era el tuyo. —La mujer ya estaba harta
Sandra jugaba con los gemelos, tuvo la desafortunada idea de jugar a la pelota, dio un mal paso, tropezó y cayó por unas escaleras que estaban fuera de la casa en un desnivel que daba al patio, los pequeños corrieron asustados a pedir ayuda, Ana llegó enseguida, al ver a Sandra tirada sobre el suelo, pidió a los gemelos que llamaran a su papá enseguida.Él llegó rápidamente, se preocupó al ver a Sandra en ese estado, la levanto para llevarla al médico, ella se negaba a hacerlo, insistía en que todo estaba perfecto, Antón sin importar lo que ella decía, la subió al auto y en compañía de Ana, la llevó al médico.Todo hubiera estado muy bien de no ser por algunas anomalías encontradas en sus huesos, el médico ordeno algunos estudios, pidió que se quedará un par de días para hacerlos.—Hijo, no quiero quedarme en este hospital, es muy frío y los hospitales me dan miedo.—Abuela, entre Ana y yo la cuidaremos todo el tiempo, no la dejaremos sola.—Gracias hijo.Sandra se tranquilizó un poco
Días después había llegado la hora de por fin empezar las clases, Elena se vistió lo mejor que pudo, sin llegar a parecer ostentosa, no quería caerle mal a toda la clase, se puso un pantalón capri y una playera ajustada, los dos en color vino, se peinó con una coleta alta, se calzó unos zapatos de tacón alto, se arrepintió enseguida, pues tendría que pasar la mayor parte del día con ellos, los cambió por un par de cómodos zapatos de tacón corrido.Salió de prisa para pasar por su amiga, jamás llegaría sola en un primer día, la francesa solían juntarse en pequeños grupos para criticar a las nuevas chicas, quizá a ella la considerarían algo pasada de peso por ser voluptuosa, en realidad era delgada solo que tenía un poco más de carne donde debía tenerlo.Su amiga ya la esperaba, también se veía muy bien con un pantalón de cintura alta y un pequeño top, ella llevaba el cabello recogido en una trenza larga que caía a un lado, unos zapatos cerrados de tacón corto completaban su atuendo.La
Por la mañana, Eva se levantó más temprano para irse a la universidad, cuando él salió de su habitación, ella ya no estaba.—¡Demonios! Escuincla malcriada, espero este en la universidad, si ha escapado me castigará mi padre.Busco las llaves de su auto, no las encontró por ningún lado, intento llamar para pedir un auto que lo llevará y no obtuvo resultado, nadie contestó a su llamadoEn la parte de atrás encontró una bicicleta, era rosa suave con una canasta blanca al frente, a los lados colgaban tiras de colores.Se montó en la bicicleta para dirigirse a la universidad, afortunadamente no estaba lejos, todos se reían al verlo pasar, el chico era alto y corpulento, se veía cómico en la pequeña bicicleta de color pastel.Poco después llegó a la universidad, iba furioso y todo sudado, los alumnos que estaban afuera y lo vieron llegar, reían a carcajadas.—Joder, que solo le han faltado moños en la cabeza, ja, ja, ja.Fulminó al chico con la mirada, se dirigió hacia él, cuando estuvo ce