Capítulo 7.

Él se aparta de mi rostro sutilmente. Yo abro mis ojos poco a poco cuando no siento sus labios sobre los míos. Nos miramos en silencio detenidamente. Estoy en silencio. Tratando de que mi respiración vuelva a la normalidad. 

De pronto. Siento vergüenza, mis mejillas se encienden. Lo aparto de un empujón y sin esperar si quiera a que hable salgo por la puerta corriendo.

—¡Annie!— Su voz hace que me detenga. Trato una vez más de correr.—¡ Annie detente!

Me agarra por el brazo y hace para que voltee a ver sus ojos verdes. Eso hago.

—¡Suéltame!— Le exijo.

—¿Qué hacías ahí dentro?— Me pregunta,no respondo al instante. Trago en seco.

— Ese no es tu problema.

Se aproxima mucho más a mi persona. Quedamos a escasos milímetros de cercanía. Una vez más siento su aliento en mis labios. Una vez más la sangre no me llega al cerebro y estoy paralizada en el lugar. Él mira mis labios detenidamente. No mueve ni un músculo de su cuerpo.

— No me vengas con eso Annie. Sabes perfectamente que no puedes estar ahí. Si, si te llegan a ver...

Alzo mis ojos hasta los suyos. Él me mira en silencio. Tengo que abrazarme por el frío.

— Si me llegan a ver ¿Qué Andreu?

Él no responde, se aparta sutilmente de mi lado. Me mira en silencio mientras se quita su chaqueta y me la entrega. La rechazo de un manotazo. 

Estoy harta. Harta de este lugar, de las mentiras, misterios y todos los que me rodean y ni tan siquiera he estado aquí por más de 72 horas.

—¿Qué pasa Andreu?¿Qué se trae Zain?

Ahora él ríe de forma forzada. Tuerce sus labios y me mira con desprecio.

—¿Por qué no se lo preguntas tú Annie? Son novios¿No?

Abro la boca y la vuelvo a cerrar. Lo miro con la frente en alto.

— No soy su novia.

— Ya...entonces...eres otra de las tantas con las que él se acuesta.

¡Paf!

Es lo único que se escucha en el lugar. Andreu movió su cabeza a un lado por mi bofetada. Me mira molesto, yo tengo mis ojos cristalinos. Mi pecho sube y baja...¿Qué le pasa?¿Por qué está así? Primero me ignora, luego me besa, ahora me insulta.

— ¡Déjame en paz Andreu!

— ¡Por mí perfecto Annie!— Me grita pegado a mi rostro. Yo lloro un poco, no lo puedo evitar.

—¿Qué carajos te pasa?— Lo empujo, él se aparta un poco de mí.

— ¿De qué hablas?

— Desde esta tarde me estás ignorando y ahora me tratas mal. Ya déjame en paz.

—¿Tratarte mal? Te he salvado.

—¿De qué Andreu?¡Dime!¿Qué está pasando?

Respiramos con dificultad los dos. Él me mira en silencio. Suspira.

— No lo sé Annie. Por favor, aléjate de este lugar.

—¿Por qué?¿Qué sabes que yo no?

—¡Ya te dije que no sé nada!— Grita una vez más pegado a su rostro.— Para evitarme problemas no pregunto ni me meto en asuntos que no me incumben Annie.

Niego con mi cabeza  mirando sus ojos.

— No te creo. Estás con su hermana, eres su mejor amigo. Algo debes saber, es imposible que estés ajeno a toda esta situación.

— Misa está libre de todo esto. Yo no ando con mi mejor amigo a no ser en fiestas y con su hermana Annie. Mi vida ya está bastante jodida para enredarme en cosas que no me convienen. Y tú igual deberías hacer lo mismo.

—¿Annie?¿Andreu?

La voz de Zain hace que me sobresalte. Me volteo. Él nos mira inexpresivo, confundido.

—¿Qué pasa aquí?

No sé qué decir. No sé que hacer. ¿Nos habrá escuchado?¿Cuánto tiempo lleva aquí? Abro la boca para hablar. Andreu se me adelanta.

— Íbamos a ver a Misa. Está borracha.— Le muestra el refresco.— Le llevamos un refresco a ver si mejora.

Zain nos mira en silencio. Mira mis ojos que estoy más calmada. Sonríe un poco y se acerca a nosotros. Trata de tomar mi mano. Lo aparto. Él me mira detenidamente.

—¿Cómo supiste como encontrarme?

—¿De qué hablas?

—¡No te hagas el imbécil Zain! Supiste mi número sin preguntarmelo y hoy sabías dónde estaba¿Cómo lo supiste y quiero la verdad?

Él mira mis ojos sin saber que decir. Suspira, pasa una mano por su pelo rubio. 

— Mona, la jefa de la hermandad me dió tu información.

¿Qué?

— Imposible. Ella no sabía de nuestra relación. 

Zain sonríe con malicia.

— Dios Annie, eres muy inocente. Todos en este lugar vieron el espectáculo de ayer. —Me quedo en silencio. Trago en seco. Zain no deja de sonreír.— Ella quería ganarse más puntos conmigo. Cuando tu amiga Roxanne le dió la información tuya para que te aceptara en su m****a de hermandad me llamó y me dió tu número de teléfono al igual que me dijo a la hora que estarías ahí.

Zain se acerca a mí. Toma mi rostro en sus manos. Mira mis ojos.

— Si te hice sentir incómoda lo siento. Ahora salí a buscarte porque mis guardias te vieron salir. Me preocupé por tí y vine a ver si estabas bien.

Bajo mi guardia. Tal vez estoy siendo más paranoica de lo normal. Puede que él tenga secretos que contar. Pero tampoco es un criminal de película. Sonrío un poco. Zain se quita su chaqueta y me la entrega. Mira una vez más a Andreu.

— Entra Andreu. Sabes dónde encontrarla, cuidado con los pasillos. Están oscuros. 

Me toma por los hombros y me indica para que entre al local una vez más. Subimos las escaleras y él se sienta una vez más en el sofá. Yo tomo mi trago lo más rápido que puedo y me levanto. Comienzo a bailar con mis ojos cerrados. Lo necesito. Necesito despejar mi mente. Necesito olvidar por un instante mi situación actual. Bailo al ritmo de Zara Larsson, Wow.

Muevo mis caderas lentamente. Sin abrir mis ojos. Siento la música en todo mi ser. Me dejo llevar, dejo que el ritmo lento y sensual me inunde por todo mi ser. Siento un calor de pronto. Me volteo. 

Zain tomó mis caderas y me acercó a su cuerpo. Siento su aliento con olor a menta. Siento el calor de su mirada sobre mí. Siento que no respiro bien. Él me invita a bailar junto a su cuerpo. No puedo pensar con claridad. Puedo sentir mi efecto en él...entre sus piernas. Miro sus ojos, sus labios. Él me sonríe levemente. Me susurra al oído.

— Me gustas Annie. Me gustas mucho. Cómo hace tiempo no me gustaba una chica.

Me separo un poco de él. Miro una vez más sus ojos.¿Cómo era posible que él fuera el mismo que ví hace una hora atrás en ese almacén viejo? Parecían, parecían dos personas completamente diferentes.

Se acerca a mis labios. Mi mundo se detiene.

Me besa. Me besa lentamente con lengua uniendo una vez más su cuerpo con el mío. Toma mis cabellos y me besa con deseo.

¿Quién soy? He besado esta noche a dos chicos. No me reconozco.

Zain se separa de mí. Mira mis ojos serio. Sonríe de medio lado. Aún tiene mis mejillas en sus manos. Me susurra de manera sensual pegado a mis labios.

—¿Quieres ser mi novia Annie?

Esa pregunta me toma por sorpresa. Abro mis ojos de golpe. Miro hacia el sofá.

Mi corazón se acelera a mil por hora. Andreu me mira con desprecio. Con sus ojos rojos muy serio tomando un trago de su bebida.

¿En qué momento llegó?¿Cuánto tiempo lleva ahí? Espera...¿Por qué me importa? 

Luego pienso en Zain el cual espera mi respuesta en silencio.

Él es el que te debe importar Annie. Él es tu tarjeta verde para entrar a los Ícaro, para entrar a esa hermandad y descubrir la verdad. 

Descubrir la verdad, desenmascarar ese fraternidad de m****a y vengarlo a él. Tu verdadero y único amor.

Ray.

Zain es solo un medio para un fin. No puedes pensar en nada ni en nadie más.

Miro a Zain una vez más. Sonrío. Asiento en silencio.

— Si Zain. Acepto ser tu novia.


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