No quise quedarme tanto rato ahí. Preferí irme a casa, tener tiempo para una misma es necesario. Mi habitación, mi cama, mi almohada. Tres elementos irremplazables. Saqué una remera vieja del segundo cajón en el ropero, y de un salto me acosté en la cama. Disfrutaba del olor a sábanas limpias. Pensaba en cómo a veces nos complicamos la vida sin necesidad. Y en todos los problemas que nos podríamos evitar. Es necesario encarar las dificultades con inteligencia emocional para no perder la cabeza.
De un momento a otro, me encontré en un edificio con un salón interno y amplias escaleras. Era hermoso, pintado de blanco y doradas columnas. Me transmitía paz. Había mucha gente, algunos conocidos. Identifiqué a dos compañeras que hacía años no veía, las saludé alegremente, pero ellas parecían indiferentes hacía mí. Quizás no me recordaban. De todos modos, eso no alteró mi tranquilidad y seguí avanzando hasta llegar a las escaleras. Comencé a subir, todo marchaba bien, pero cuCRÉEME... ES PASAJERO.- Tengo que ser más explícita al parecer, no me dejas opción. Ya sé que nos viste besándonos y eso te molestó. Al punto de que te tomaste el trabajo de insultarme con esa nota y enviándome una foto. Yo sé lo que significa para vos, y créeme que es pasajero. Pero te aseguro que a tu edad todos los sentimientos son exagerados, y vas a darte cuenta de que no era para tanto. Te mereces un amor recíproco.Se quedó boquiabierta y muda por unos instantes.- Ok ¡Ahora sí que entiendo menos! ¿Te besaste con Marcos? – Sus ojos se humedecieron, e inhaló profundo - ¿Por qué crees que los vi? ¡Y no me trates como una niña, que lo nuestro no sea público no quiere decir que tampoco sea serio!- Perdón, ahora la que no entiende soy yo.- ¿En serio se besaron? – Insistió Paula.- Pues… Sí. Porque estamos saliendo.De repente, se puso pálida y su mirada bajó.- No me siento bien. Ya debo irme – Se l
PAULA DUDEK: EL COMIENZO DE NUESTRO AMOREntramos a su impecable estudio. Al ver la biblioteca repleta de libros, sólo podía pensar en lo más deseable que se volvía al imaginarlo hablándome de temas de difícil comprensión, de los lugares a los que viajó, sus experiencias. Todo lo que podía aprender de él, lo hacía más valioso. Como buena alumna, saqué libro, cuaderno, lapicera. Retomamos la lectura sobre Adam Smith. En su momento de leer, no podía dejar de contemplar cómo salían las palabras de su boca. Dientes y labios perfectos. Terminó de leer, notó que lo había estado observando, pero no me importó. Él seguía explicándome, sacó dos libros de un estante. Me dijo que me los llevara para continuar la lectura en casa.Me levanté, como para irme, y cayó una la
¿LA ÚNICA?CelesteEstas son cosas que sólo le suceden a una idiota como yo. Lamentaba no haberme dado cuenta antes. O bien, haber hecho caso a mis sospechas. Pero es que, cuando quise exponerlas, todos me contradijeron. Bah, todos menos una persona. Giuliana. Volví a mi casa decepcionada de mí misma. Estaba mi dulce Simba acostado en la puerta. Me agaché para acariciarlo.- ¡Oh! Vos sos mi mejor compañía hoy – Dije como si me pudiese comprender.Hizo una mezcla de maullido con ronroneo, y se levantó para ir caminando hasta un malvón al lado de la entrada. Estaba olfateando algo.- ¿Qué estás buscando, intruso? – Seguía conversándole como si tuviese sentido.Definitivamente, había algo. Metí la mano y encontré un avión de papel. Lo desplegué, y comenc
TE QUISE SOLO PARA MÍ.Miró hacia arriba blanqueando sus ojos, como si estuviese cansado de esos planteos.- Ya te dije todo con respecto a ella.- No es cierto – Mi voz se volvío temblorosa y me costaba mirarlo a los ojos - Sé que mantienen una relación desde hace meses. De los planes que tenían al graduarse. De la salida en su cumpleaños. ¡Sos un pervertido!- ¡Nooo! – Me gritó señalándome con el dedo acusador, asustándome – Seré de todo, menos un pervertido. Ahí te equivocas.- ¡Era tu alumna! ¡Amiga de tu sobrina! ¡Por Dios! – Grité.- ¡Es mayor de edad! ¡Nunca me aprovecharía de una menor! – Respondió furioso.- ¡Ah! ¡Y por eso mantuviste toda la relación en secreto y le hacías el amor a escondidas!- ¡Porque todos nos juzgarían! ¡Nadie lo entendería! ¡Además no hicimos nada que no podría haber hecho con cualquier otro hombre de su edad! ¡Por el amor de Dios, Celeste!- Me mentiste. Dijiste que llevabas tiempo solo. Y fuiste tan p
¿ESTÁS CELOSA, CIERTO?Al terminar la hora, llamé a Ornella para salir de dudas. Era la primera vez que tenía oportunidad de hablar de forma más cercana, y un tema no referente a la materia.- Ornella ¿Podrías venir un minuto? – Pedí que se sentara frente a mí.- Sí, claro. Dígame.- Necesito preguntarte si sabes por qué faltó Paula. No es de faltar, y era una clase importante que va al próximo examen – Traté de justificar mi curiosidad. - Como se sientan juntas, seguro sabes.- Le pregunté profe, pero no me respondió. Es más, ni siquiera le llegó – Me mostró el chat con ella.- Está bien. Después si puedes, le pasas la clase para que no se atrase. Y gracias.- Bueno, lo haré. Ah… Espere profe. ¿Le molesta que le escriba si tenemos alguna
PASADO NO PISADO.Raquel estalló de bronca, logrando mi cometido. Que confesara todo. Se me acercó y su tono de voz se volvió violento.- ¡Crees que todo gira en torno a vos! ¿Cierto? Escuchame pedazo de puta ¿Sabés que sí? ¡Sabía todo desde el principio! Pero preferí divertirme viendo cómo se te caía el mundo a pedazos, como hiciste conmigo. No, no me gusta ese infeliz pero fue la pieza fundamental en este juego.Retrocedí dos pasos hacia atrás, me asustaba escucharla así. Era completamente nuevo.- ¿De qué estás hablando? – Pregunté, inocentemente.- ¡De que te tiraste a Ramiro cuando íbamos a la escuela, carajo! ¡Mi novio del secundario! Vos sabías lo mucho que me importaba y te resbaló. Creíste que nunca me iba a enterar ¿Cierto? Adivin&aacu
"No LO SABÍA, HASTA QUE LO VI CON ELLA"Al llegar, nos ubicamos en las dos habitaciones. Una para nosotras, la otra para ellos. Era un paisaje de ensueño. Una vista al cerro única. Árboles pintorescos, un parquizado delicadamente cuidado. Y la paz, sobre todo, eso.Había una piscina amplia, con función de hidromasajes y luces de colores, digna para una pool party. La pileta estaba lista para usarse. El agua muy límpida y fresca. Lo supe porque me acerqué, me retiré las zapatillas e introduje mi pie. Cuando lo estaba por sacar, caí repentinamente al agua empujada por Ramiro. Lo odié.- ¡Qué hacés salame! – Dije al sacar mi rostro del agua.- ¿No dijiste que tenías calor? – Respondió Ramiro riéndose. Apenas alcanzó a decir esas palabras, porque cayó al lado mío empujado por Charly.- ¿Qué te pasa gil? ¡Largate si te la bancás! – Retó a Charly. Luego miró hacia mí de abajo hacia arriba - ¡Que macana che, te mojaste entera! – y se rió.
"EL INFIEL Y LA PEOR AMIGA DE TODAS"- Chicas, no puede ser…- ¿Qué te pasa? – Preguntó Julia.- ¡Me vino! Me quiero morir… ¡Justo ahora que voy a pasar la noche con Ramiro me pasa esto! – Dijo, y sólo nos miramos con Julia.- ¿Querés un tampón? – Le ofrecí. Ojalá, Raquel no haya notado que estuve llorando. Tenía la excusa de mi alergia, casi permanente en esta época, y ella sabe de eso. Miles de veces me preguntó qué me pasaba y respondía “nada, es solo mi alergia”. Caminé disfrutando de la vista de las imponentes casas. Respirando la paz del ambiente. Fue un remedio para el corazón.Al caer la noche organizamos la primera fiesta. Invitamos a los vecinos de al lado quienes sumaron su música y bebida. Me sorprendí de mi misma la capacidad que tuve para ignorar lo que me estaba pasando y enfocarme en sólo disfrutar. Hasta ya volví a los abrazos con Raquel y bromear. Todos nos metimos en la pileta, escuchando música a todo volumen y bailan