—Me pidió disculpas por eso, pero que en realidad no pensaba hacernos daño— Digo —Solo quería darnos un susto— Mi hija niega con la cabeza.

—Es un imbécil y la verdad es que, por una parte, me alegro de que no estés con él — Sonrió tomando las manos de mi hija.

—También le hice saber que tú eres lo más importante para mí y que tampoco le perdonaba la forma que te trato, pero dijo que en ese momento estaba nervioso por mi situación—

—Cosa que él provocó—

—Si, amor, cosa que él provocó, pero eso ya no importa, quiero pasar la página y no volver a pensar en nada de eso— Digo.

—Lo entiendo, pero ahora cuéntame ¿Quién es? ¿De dónde es el chico que te interesa?— Dice mi hija emocionada.

—Primero que todo no es un chico, es un hombre de unos cuarenta años— Mi hija abre los ojos — Y no me mires con esa cara que tampoco es un viejo— Mi hija sonríe —Es médico, un compañero del hospital y que lleva mucho tiempo tratando de que acepte una invitación—

— ¿Y ahora? —Me mira — ¿Vas a aceptar la invit