América cierra la puerta de su casa con una sonrisa después que Juan se va, por un momento se regaña a sí misma por ser tan blanda, pero no puede evitar que le gusten sus lindos gestos piensa en que mañana es probable que invente otra cosa, pero está decidida a hacerlo que se esfuerce.

— Que tierno ese chico que te pretende hija, se nota que te ama — , dice su mamá para añadirle un poco más de efecto al momento.

— No te pongas de su lado por favor, él es el padre del niño y no lo voy a perdonar así de fácil de la noche a la mañana.

— Está bien hija tú sabrás, pero no veo la necesidad de sufrir si lo amas, todos cometemos errores y el éxito de las relaciones es saber tolerar y disculpar las equivocaciones, aún más cuando hay hijos de por medio.

Su madre sube a su habitación y antes de ir ella a la suya piensa en sus palabras, quizá tenía razón, el orgullo podía hacerle perder el amor o sufrir innecesariamente y tampoco era lo que quería, se acuesta y piensa que mañana será otro día y q