Capítulo 9 — Un matrimonio amorosoNarrador: La habitación parecía envuelta en una penumbra persistente, testigo de la reclusión de Janina en la semana que siguió a la boda. La luz del día apenas alcanzaba a rozar las cortinas cerradas mientras ella yacía tirada en la cama, absorbida por la pantalla de su teléfono móvil. Sebastián, harto de la situación, irrumpió en la habitación sin siquiera golpear y con un gesto decidido, tomó el móvil de las manos de Janina y lo lanzó al otro extremo de la cama, cortando abruptamente su conexión con el mundo digital. Sin esperar alguna reacción por parte de ella, la levantó en brazos y la llevó hasta el sillón de la sala, depositándola con cierta brusquedad. Y tomando asiento a su lado, rompió el silencio tenso que los envolvía, bajo la mirada de sorpresa de Janina—Janina, ya ha pasado una semana desde nuestra boda. Todo el mundo debe estar esperando que hayamos vuelto de nuestra supuesta luna de miel—¿Y qué carajos me importa a mí lo que esper
Capítulo 10 — la primera de muchas batallasNarrador:En el vestíbulo, Sebastián, miraba continuamente su reloj de pulsera pues estaba impaciente esperando que Janina apareciera. Cuando la vio bajar del ascensor con un conjunto deportivo y zapatillas, quedó desconcertado—No te has cambiado aún Janina —dijo algo enfadado —se nos hace tarde—No, que va, llegaremos en hora, ya estoy lista—¿Me quieres decir que ese será tu atuendo? —la miró de arriba abajoJanina, desafiante, asiente sin responder. La expresión de Sebastián se torna severa y, sin mediar más palabra, la toma de un brazo y la conduce bruscamente al ascensor y luego al dormitorio, sin soltarla ni por un segundo. Cuando entran en la habitación con firmeza la arroja en la cama.—Sebastián… —rezonga al rebotar sobre el colchón—¡Sebastián, una mier*da! ¿Acaso crees que voy a dejar que me humilles delante de todos vistiendo de esa forma tan inapropiada para la magnitud del evento?Janina lo mira desafiante y no muestra intencio
Capítulo 11 — La chispa que encendió la mechaNarrador:La multitud y la música vibrante actuaban como cómplices silenciosos, acercándolos lentamente, explorando una conexión que iba más allá de la obligación impuesta. Aunque la farsa del matrimonio entre Janina y Sebastián persistía en la fiesta, sus miradas se volvieron pícaras y sus gestos juguetones comenzaron a revelar una conexión sorpresiva. Entre risas compartidas y roces sutiles, la tensión se disolvía momentáneamente, dejando ver una pequeña grieta en la mentira, que se manifestaba entre gestos y miradas, encendiendo una chispa inesperada para ambos. Se dejaron llevar tanto así, que de repente y sin saber muy bien como había sucedido, se encontraban en medio de la pista bailando bajo la atenta mirada de todos los presentes. Sebastián la abrazó por la cintura y con la otra mano cogió la de Janina, para sumirse en un ritual de cuerpos al son de la música.—Gracias por no dejarme caer antes —dijo ella al fin, levantando la cabe
Capítulo 12 — Algo inesperadoSebastián:Cuando la vi bajar del ascensor metida dentro de un conjunto deportivo, me negué a pensar que me estaba desafiando, realmente quería creer que aún no estaba cambiada, pero cuando me dijo que iría así, la ira tomó control de mi cuerpo y la llevé a rastras a su dormitorio para obligarla a vestirse dignamente. Luchamos uno minutos, reconozco que por un momento fue divertido, ver a su diminuto cuerpo tratando de ganarme en fuerza para doblegarme, pero luego me enojó aún más y, lo reconozco, fui un poco brusco con ella. Luego de un rato, al fin se entregó, me senté en el sillón para vigilar que hiciera lo que había prometido. Cuando la vi desvestirse, mi desprecio por Janina seguía intacto, sin embargo algo había cambiado, algo incómodo y magnético se gestaba entre nosotros. Durante la fiesta, la tensión se fue suavizando, casi parecíamos una pareja normal disfrutando de un banquete con buena música. Nos miramos varias veces, pero nunca de frente,
Capítulo 13 — el brindisNarrador:Maximiliano, el hermano de Janina, va en busca de Sebastián—¿Qué sucedió con Janina? ¿Qué le hiciste que la vi muy incómoda —le preguntó con expresión preocupada—Nada, no le he hecho nada — respondió tratando de sonar convincente—Algo pasó Sebastián, y sospecho que eres el responsable, pues Janina no se comporta así por nada, así que dímelo de una vez —había empezado a enfadarse—Solo estaba teniendo un momento incómodo con su amigo y lo interrumpí —argumentó tratando de minimizar la situación—No me vengas con evasivas —le exigió, frunciendo el ceño —sé que hay algo más, dime que fue lo que pasó realmente—Le di un beso, Maxi. Fue un impulso, nada más que esoMaximiliano era el mejor amigo de Sebastián, y ahora se encontraba en una situación muy difícil de manejar, su hermana le necesitaba, pero su amigo también. Aun así, esa confesión le enfadó bastante—¿Un beso? —Exclamó con gesto molesto —¿acaso te volviste loco? —Cada vez estaba más enfadado
Capítulo 14 — jóvenes y bellasNarrador:Janina, abrumada por lo sucedido en la fiesta y luego en el departamento, pasó toda la noche llorando de una manera desconsolada. Sebastián se levantó en medio de la noche para llegar hasta la cocina y hacerse de un vaso con agua, pero al pasar por la puerta del dormitorio de su esposa, la escuchó llorar. Su primer impulso es abrir la puerta para preguntarle que le sucede, pero al pensar que, seguramente fuera él el responsable de su llanto, simplemente apoyó su mano y su frente a la puerta—Perdona, perdóname Janina, no quise causarte ningún daño —murmuró y luego de unos minutos volvió a internarse en su propio dormitorio.Al día siguiente, Janina se levantó y se encontró en la cocina con Sebastián quien ya está desayunando—Buenos días —le saluda al pasar a su lado en busca de una taza de café—Buenos días, no creí que te levantarías tan temprano—Es que quiero ir a pasar el día con mi madre —se volteó a mirarlo, mientras sostenía la taza de
Capítulo 15 — Hasta que gritesNarrador:Janina, al regresar al departamento, se encuentra con Sebastián, quien ha llegado de un arduo día en la oficina de la empresa, tratando de empezar a ponerse al tanto para suplantar a su padre.—¿Qué haces aquí? —le preguntó ante la sorpresa de verlo—Vivo aquí, ¿lo recuerdas? —le respondió con ironía, mezclando las verduras en la satén mientras cocinaba—Perdón, obviamente vives aquí, solo que creí que llegarías más tarde—Fue suficiente para un día en la oficina y con mi padre, tuve que irme, ya no lo aguantaba más — y la miró, mientras se servía un plato —¿quieres? —le preguntó señalando la comida —hay suficiente para los dos—Sí, gracias, estoy hambrienta—¿Tu madre no te dio de comer? —preguntó sonriendo mientras le arrimaba el plato servido—En realidad no estuve con ella—¿No?, ¿y con quién estuviste?, si me quieres contar —y se sentó a comer—Con Daniel —y bajó la miradaSebastián, se puso furioso al escuchar que Janina había estado con
Capítulo 16 —EmocionesNarrador:Janina yacía en la cama, sumergida en un mar de emociones tumultuosas después del inesperado encuentro en la cocina con Sebastián. Aunque intentó mantener la apariencia de indiferencia, su interior se vio sacudido por sensaciones desconocidas hasta ese entonces para ella. Debía enfrentar la contradicción de detestar a su esposo y reconocer, sorprendida, las emociones intensas que él había logrado desatar en su interior. Mientras sus pensamientos daban vueltas, Janina se cuestionaba como alguien a quien aborrecía con todo su corazón, pudo tener el poder de hacerla sentir de aquella forma. Recostada trató de procesar lo ocurrido y se asombró al admitir que, por un instante, Sebastián la llevó a lugares que nunca antes había explorado. La dualidad de sentimientos la dejó desconcertada. A pesar de su persistente rencor hacia Sebastián, no pudo negar la conexión única que compartieron. Sintió como si estuviera en guerra consigo misma, debatiéndose entre res