Capítulo 40 — El rincón del jardínNarrador:Luego de haberse besado, de la manera desenfrenada y llena de deseo, con que se habían besado, ambos quedaron perdidos en los ojos del otro. Sus respiraciones eran agitadas e irregulares, casi un jadeo, eso les decía que les urgía más, que aquello no podía quedar ahí, tenía que haber algo más.—Debemos volver al banquete, no pueden ausentarse los padrinos —dijo al fin Sebastián apartándose un poco de ella—Tienes razón, pero… —y le tomó de un brazo impidiendo que se retirara —¿qué hacemos ahora?Él le sonrió y volvió a acercarse, acarició la mejilla de Janina con dulzura—Ahora vamos a la fiesta, nos comportamos como un matrimonio enamorado y luego ya veremos… —y le guiñó un ojo. Janina quedó satisfecha con la respuesta, tanto es así que lo tomó de la nuca y fue ella quien le besó, beso que fue, no solo bien recibido, sino correspondido de una forma voraz —vamos que con seguridad nos esperanDurante la fiesta se comportaron como dos enamora
CAPÍTULO 41 —Pies ensangrentadosNarrador:Janina se sintió morir ante tal humillación, hacía más de un año que no se veían y mucho menos interactuaban, sin embargo el sentimiento seguía allí, intacto. Ella estaba segura de que él iría, pues es el mejor amigo de su hermano Max, el padre de ni*ño que bautizaban, pero no esperaba que también fuera el padrino. La presencia de Sebastián evocó recuerdos de su pasado compartido, tanto los buenos como los malos momentos, eso hizo que se sintiera atrapada entre el deseo de alejarse de él y la inevitable conexión que existía entre ellos, pero se sintió traicionada y humillada al darse cuenta que tal vez él ya no compartía los mismos sentimientos o, en realidad nunca los había compartido. La verdad de la situación golpeó con fuerza su corazón, dejándola abrumada, triste y desilusionada. Que Sebastián no la quisiera como ella había esperado la sumió en una profunda melancolía y la hizo cuestionarse si había sido buena idea el hecho de haber acep
Capítulo 42 — Orgullosa y testarudaNarrador:Sebastián no daba crédito a lo que sus ojos veían. Janina parada frente a él, tambaleante y con los pies ensangrentados, la escena le pareció salida de una película de terror. Pero cuando vio que ella perdía definitivamente el equilibrio corriendo el riesgo de al caer lastimarse aún más, dio un par de pasos y la sostuvo, impidiendo que eso sucediera. Entró con ella casi corriendo, en el edificio. Janina no reaccionaba y estaba pálida, su respiración era muy dificultosa. Abrió la puerta de su apartamento para entrar en él—¡Irina! ¡Irina! —gritó varias veces, hasta que la joven despertó y fue hasta el salónAllí se encontró con la escena de Sebastián, depositando a Janina en el sillón dejando gotas de sangre en el piso—¿Qué le sucedió, Sebastián?, está herida…—Creo que solo en sus pies de correr descalza —le respondió mientras terminaba de acomodarla —hazme el favor de traerme agua, unas toallas limpias, así como alcohol —Irina obedeció d
Capítulo 43 — La habitación VIPNarrador:Janina estaba muy mal, con pesadillas y fiebre muy alta. Sebastián no se despegó de su lado, colocándole paños mojados con agua fría en la frente y pasándole otro por todo el cuerpo, haciendo así que no empeorara. Pero llegó un momento que tuvo miedo—Irina —llamó a su prima desde la puerta del dormitorio donde estaba durmiendo —Necesito —le dijo cuando ella abrió la puerta —que me ayudes, llevaré a Janina al hospital, no logro que la fiebre ceda y eso me está asustando bastante.—¿Por qué no llamas a una ambulancia?—Demorarían, si la llevo la verán más rápido. Lo que necesito es que abras la puerta y me acompañes al estacionamiento, para llamarme el ascensor y esas cosas, ya que tendré que cargarla en brazos—Entendido, Sebastián, me pongo un pantalón y te ayudoSebastián envolvió a Janina en la sábana y la cargó en brazos. Irina ya lo esperaba en la puerta del ascensor. Al llegar al estacionamiento, Sebastián acomodó a la joven en el asient
Capítulo 44 — La mano quebradaSebastián:Llevé a Janina al hospital porque realmente temí por su vida, es increíble cómo pueden afectarnos las heridas físicas. La fiebre, al principio cedía, pero luego ya no quiso ceder más y por más que la empapaba con agua fría, no bajaba, al contrario subía. Así que me asusté y la llevé al hospital sin perder más tiempo. Por suerte logró ser estabilizada, pero la tuvieron bajo sedantes por más de un día.—Sebastián, ¿qué sucedió? —me preguntó Max cuando entró en la habitación—No lo sé, apareció en casa así… —yo seguía con mi papel de ignorante de la situación, porque sabía que si Max o me detendría o iría él mismo para ajustar cuentas con ese mal nacido de Daniel, así que guardé silencio, pues quería ser yo y solo yo, quien le pusiera las manos encima a ese desgraciadoInsistió varias veces con que me fuera a casa, pero no quería separarme de ella, quería ser el primer rostro que viera al despertar y así poder pedirle perdón por lo sucedido. Pero
Capítulo 45 — Las aventuras del presidiarioNarrador:Habían pasado ya unos días y Oriana seguía sin poder moverse del hospital debido a su estado, pero estaba muy preocupada por lo que estaba sucediendo con Sebastián—Dime que está bien, que lo sacarás de la cárcel —le imploró Janina a su hermano Max, ni bien lo vio entrar de regreso a la habitación del hospital—Eso no te lo puedo asegurar, Janina, Javier está tratando por todos los medios que le pongan fianza para que pueda salir, pero el Juez está un poco atrasado, así que tal vez demore unos días—¿Y él, cómo está?—le preguntó ya en un tono más sereno, pero con una clara carga de angustia en su voz—Dentro de lo que se puede estar en ese lugar, te diría que la lleva con entereza—¿Con entereza dices? —Janina se estaba empezando a desesperar —No puede tener entereza estando preso, y menos por mi culpa… —y comenzó a llorar—No es tu culpa —le dijo Max sentándose a su lado para abrazarla —él tomo una mala decisión y está pagando las
Capítulo 46 —La propuestaNarrador: Luego de pasar unos cuantos días en el hospital, finalmente le dieron el alta a Janina. Pero aún no podía caminar, ya que no podía pararse sobre sus pies, dado que todavía estaban muy lastimados, así que no tenía otra opción que moverse en silla de ruedas, por lo tanto su movilidad era muy limitada—Quiero ir a ver a Sebastián, Max —le había rogado a su hermano—No, Janina, no puedes ir a ver a Sebastián, no en esas condiciones, tú lo sabes bien, tienes que esperar a reponerte, has tenido tanta paciencia, solo te pido un poco más, te lo ruego—Pero necesito verle, tengo que decirle en persona lo que le dije en la nota, tiene que saberlo por mi boca.—Tengo fe de que Javier encuentre rápido alguna alternativa, algún recurso legal, algo, como para sacarlo, aunque sea bajo fianza y con tobillera—El padre de Daniel es un abogado muy prestigioso, muy conocido y, en una temporada, fue un fiscal implacable, tiene muchos contactos, eso es lo que está atra
Capítulo 47 —Gente influyenteNarrador:Carolina había viajado ya que se encontraba fuera del país cuando se enteró del incidente de su hermano y que estaba hospitalizado gravemente herido. Cuando vio a Daniel en el estado que había quedado, su odio hacia Janina y su entorno aumentó descontroladamente. Solo quería verla destruida y no le importaba que su hermano terminara siendo infeliz. No lo pensó, así que cuándo le fue con la propuesta de matrimonio a Janina, ni siquiera lo había consultado con Daniel. Su intención era que cuando Janina aceptara, plantearle a su hermano como que era idea de la joven que se ofrecía a casarse con él sabiendo que él estaba enamorado de ella a cambio de la libertad de Sebastián.—Acaso Janina se ha vuelto loca, Carolina?—No lo sé Daniel. Solo te digo lo que me planteó. Me llamó para que fuera a hablar con ella a ver si podíamos llegar a algún arreglo y ofreció ese acuerdo.—¿Pero qué mierda tienen la cabeza esa mujer? Sí, yo estoy enamorado de ella, p