La luz del sol comenzaba a alumbrar la habitación, mientras Diego tenía a Mateo en sus brazos acurrucado, lo miraba entre besos y ronroneos.—Buenos días amor —saluda Diego con una sonrisa, mientras Mateo se acurrucaba en su cuello.—Mmmm ¿no fuiste a la empresa? —Susurra Mateo con la voz ronca.—No y esa voz en la mañana me encanta…—Mmmm ¿de verdad? ¿por qué?Diego toma la mano de Mateo llevando hasta su miembro, que se encontraba duro, Mateo sonríe de inmediato.La puerta es abierta de un golpe haciendo que ambos del susto dieran un salto, los pequeños ingresan con gritos subiendo a la cama para saludarlos.—¡Papi! ¡papi! —Dice Alex yendo sobre Mateo para abrazarlo, este sonríe al sentir las manitas sobre su rostro ¿ya estás feliz papi?—¡Papi! ¡Alex quería ver a papi Mateo! pero yo vine junto a ti para que no estés triste —Dice Nathy abrazando a Diego.—Ahhh tenemos dos pequeños muy preocupados por sus papis —Dice Diego con un puchero mirando a Mateo que sonreía. Y yo que quería
Sarah fue citada por Diego en la oficina de la casa, para proponerle que trabajara en la revista, había olvidado que Sarah podía ejercer el control en esta. Mateo se mantenía encerrado en la habitación sin que nadie fuera a molestarlo, aún se encontraba sensible a tener alguna conversación con alguno de la casa. Sarah dejando a Génesis a cargo de los pequeños en el jardín, va hasta Diego que la aguardaba pacientemente, pero con la mirada triste.*******Sin tantos rodeos Diego conversa sobre la posibilidad de contar con su apoyo con la revista, de ser una negativa Diego estaba decidido en venderla, recordando lo que había vivido con su padre en su juventud no quería que Mateo y sus pequeños pasaran por lo mismo. —¿Quisiera saber si te gustaría trabajar en la revista? —¿Mateo sabe de esto? —Pregunta Sarah cruzando los brazos con la mirada fija en este. —De hecho, fue su idea. —Lo dijo ¿antes o después de enojarse contigo? —Mmmm como sabes que estamos peleados. —Que ambos estén e
Un nuevo día ha comenzado, luego de una noche de haber conversado con Diego sobre todo lo que tenía dentro por fin podía descansar, de alguna manera, dormir en sus brazos era el mejor lugar donde recargar sus energías, pero ser despertado con mimos y besos de parte de este era una manera que Mateo ya se había acostumbrado y esperaba vivirlo toda su vida.—Buen día amor —susurraba a un lado de su oído acariciando suavemente su rostro con la punta de su nariz.—Mmmm buen día —Responde Mateo aún con los ojos cerrados y una pequeña sonrisa se asomaba en su rostro.— Quisiera poder quedarme más tiempo a tu lado amor, pero debo ir a la revista.—Mmmm —Responde Mateo con un puchero.—No hagas eso que soy débil ante tus encantos, mmmm conversé con Sarah.—¿Y qué te ha dicho?—Aceptó, ¿podrías llevarla luego para que conozca el edificio?—Está bien, nos veremos luego —Dice Mateo mientras Diego poniéndose de pie comienza a caminar hacia la puerta, Mateo con una sonrisa veía como se alejaba, est
Todo marchaba como lo esperaban, Sarah comenzó a operar en la revista presentando varios proyectos, uno de ellos era abrir una nueva agencia de la revista ya que el lugar era pequeño para todo lo que se venía. La unión con Jacob al paso de los días era cada vez mejor, Sarah decide vivir con este, si se reconocieron que sentido tenía vivir uno lejos del otro.Mateo seguía metido en las responsabilidades de la casa, contratando a una persona para que ayudara a Génesis con los pequeños, Ángel junto con Matías fueron a visitar a los padres de este último, habían insistido bastante en conocer al pequeño Can que crecía cada vez más bello.Ya que Sarah recibía ayuda de Jacob, su destinado, los proyectos eran mejores en planteamientos, Diego se sentía conforme con todo lo que estaban logrando en tan poco tiempo, veía a su padre entusiasmado de nuevo con la empresa y feliz porque su destinada se encontraba a su lado, esa sonrisa en su rostro nunca la había visto incluso en los tiempos que su m
Mateo se mantenía en la habitación, mientras Diego solo podía estar aguardando a que este dejara de estar muy enfadado, pero lejos de enojo estaba dolido por la acción de Diego, nunca había reaccionado de esa manera. Pasar la noche en la sala no estaba previsto, los pequeños ya estaban acostados en su habitación, mientras el silencio reinaba la casa. Diego solo esperaba que Mateo lo dejara disculparse, sabía que había actuado de mala manera, aunque su amor por este era mayor a cualquier cosa, su inseguridad lo llevó a lastimar a Mateo no solo física sino también emocionalmente. Aunque se haya propuesto esperar a que Mateo estuviera en condiciones de oírlo, estaba intranquilo ya que este seguía metido en la habitación sin que hiciera algún ruido. Diego suspirando profundo poniéndose de pie del sofá, camina lentamente hasta la puerta para abrirlo. Mateo se encontraba a un lado de la cama acurrucado, sabía que no estaba durmiendo y también podía percibir que seguía enojado. Subiendo
A pesar de haber sentido cuando Diego fue para la revista, su cuerpo no respondía a sus deseos de abrir sus ojos y despedirse.Un sueño profundo se adueña de su mente sintiendo como su ser era teletransportado a otro sitio.Un camino oscuro donde solo podía ver unas patas correteando sintiendo como si fueran suyos... aunque no tuviera idea el motivo de su corrida, sabía que debía llegar a un lugar, un llamado agudo sonaba en su oído haciendo que apurara sus pasos.Luego de haber seguido por un sendero se detiene donde el lugar era totalmente alumbrado por la luz de la luna, ésta resplandecía en gran manera, su tamaño era mayor a como acostumbraba a verla en todas sus noches.Mirando por todos lados buscando la voz que lo llamaba, agotado cae sobre las hierbas, recostando su cabeza sobre sus patas. Exhalando una gran cantidad de aire, nuevamente oye la voz, hace que levantara de inmediato la cabeza en dirección a esa magnífica Luna.—Mi gran destinado, tus pies han marchado por un larg
La unión entre humano y Alfa nunca antes se había mencionado, ni siquiera la historia tenía fundamentos de este hecho, ¿pero ¿quién dijo que no podría existir? Mientras en lo sobre natural siga habiendo alguien que tuviera la pluma en mano con tinta, nada estaba dicho. La Madre Luna lo había elegido por algún motivo, su deseo en convertirse en Alfa siempre tuvo una razón y Mateo lo comenzaba a descubrir. Con sus colmillos hundidos en el cuello de su destinado y a la vez el de este en el suyo, sus ojos fueron abiertos dejando ver unos ojos azules cristalinos, que rápidamente comenzaba a ver sus vidas pasadas, cada periodo que le ha tocado pasar por la tierra le fue descubierto, sus huellas marcaron la vida de muchos lobos convirtiéndose en un ancestro ejemplar y protector. Mientras veía cada vida podía percibir la compañía incondicional de su destinado apoyando y fortaleciéndolo, sobre cualquier circunstancia que le tocaba vivir. Mientras las imágenes seguían volviendo a su mente,
Mateo había recibido el don de la gracia, la Madre Luna conocía su corazón y anhelo.Luego de haber luchado por sus deseos ésta le concede lo que más deseaba, ser un Alfa, el que podía proteger a su amado, un Alfa que resguardara a sus seres queridos.Recuperar sus recuerdos de su vida pasada, no solo lo unió más a su destinado, también podía disfrutar de su cachorro Alex, el ser que tuvo que dejar que se alejara de su manada, para cumplir con su misión.Luego de haber pasado toda la tarde y parte de la noche junto a Diego solo deseaba volver a su hogar para envolver en un abrazo cálido a su amado cachorro, decirle que todo ha acabado y que la recompensa por su valentía estaba dada por la Madre Luna.De camino Diego lo tomaba con fuerza de la mano haciendo que se sintiera apoyado nuevamente, otorgando paz a ese corazón que ha sufrido muchas pérdidas en cada reencarnación.Al abrir la puerta de la entrada a su hogar se encontraban Génesis con los cachorros aún despiertos jugando en la