Mientras los días iban pasando, los bebés eran cuidados por Génesis y Sarah, que lo hacían con mucho amor y dedicación.Ángel iba todos los días para verlos, Diego siempre recordaba al verlo que Mateo le había dicho que le contaría lo que sucedió en el hospital, pero siempre lo terminaba olvidaba de nuevo.Mel se encontraba en la cocina preparando la cena, todos fueron invitados ya que no han hecho el almuerzo de bienvenida para los bebés, incluso Thomas con Liam confirmaron que irían.Ángel ya se encontraba en la casa desde muy temprano, junto con Sarah y Génesis en la habitación de los bebés los vestían para recibir a los invitados.Diego junto con Mateo estaban en la sala, mientras más pasaba los días Diego se encontraba mejor físicamente. Pero aún seguía de un modo cabizbajo.Mateo solo lo dejaba estar, cuando se sintiera en condiciones estaba seguro que se acercaría para hablar.Sonando el timbre, Génesis junto con los demás van llegando a la sala, yendo hasta la puerta la abre p
—El gran Alexander, ha reconocido a su Destinado. Todos quedaron en silencio mientras Diego seguía gruñendo, Mateo acercándose lo toma de la mano para calmarlo. —Diego, por favor. No es Ángel el que se manifiesta, es solo su hijo. —Mateo, Alexander es muy pequeño como para encontrar a su destinado. Es imposible —Dice apretando sus dedos haciendo puños. —No lo es Diego, si nosotros nos hubiéramos conocido mucho antes también pasaría lo mismo ¿o no recuerdas que sin el lazo nuestra unión ya estaba hecha? Sé que Ángel está luchando por controlarlo. —Lo siento. Diego, en verdad no sé cómo puede ser esto. También para mi es desconcertante —dice Ángel mirándolo con pesar. Diego viendo su rostro suspira profundo, mirando a las demás personas decide tranquilizarse. —Señores, la cena tengo servida en la mesa —Dice Mel interrumpiéndolos. —Gracias Mel —Responde Mateo Diego mirando a Ángel y luego a Alex vuelve a suspirar. Ángel acercándose entrega a Alex en brazos de Diego, este al sen
Las semanas comenzaban a pasar con rapidez, mientras los pequeños iban creciendo en gran manera, se mantenían más tiempo despiertos, balbuceaban cuando se acercaban a ellos para llenarlos de cariño, Alex siempre mostrando lo protector que era con Nathy, siempre buscaba estar cerca.Ángel los visitaba normalmente con la compañía de Matías, su vientre también iba creciendo rápidamente, haciendo que todos se emocionaran cada vez que este se movía.En la sala sentados en el sofá todos estaban ansiosos por saber el sexo del bebé.—¿Después? ¿acaso no piensan decirlo? —Se altera Mateo.—Es que es la segunda vez que vamos y no se deja ver —Dice frustrado Matías.—¿Cómo que no se deja ver? nosotros en la primera lo vimos en las ecografías.—¡Ustedes antes que fueran a la clínica ya lo sabían! —Comienza a chillar Ángel.—Pero ¿acaso tu no sientes el sexo? a mí me has dicho que era niña, ¿cómo es que no puedes saber estando en tu vientre?—¡No me grites Mateo! ¡No sé por qué no puedo sentirlo,
Ángel mientras más conversaba con Liam, mejor se sentía en su presencia, disculpándose Mateo, se retira de la sala para ir a ver a sus pequeños al patio, llevaban mucho tiempo fuera con Sarah y Génesis que quería cerciorarse de que se encontraban bien, entre sonrisas recordando a Ángel y sus escenas de celos, camina saliendo del establecimiento hasta ver a Diego junto con Matías conversando cerca de donde estaban los niños, pero le llama la atención que ambos estaban muy serios como si estuvieran tocando un tema grave, acercándose en silencio oye a Diego. —Tiene razón, creo que Mateo no debe saberlo. Mateo comienza a gruñir molesto, odiaba que Diego le ocultara las cosas, ya habían peleado por lo de su padre, solo de pensar que sigue teniendo cosas ocultas comenzaba a enfurecerle. —¿Qué no debo de saber? Ambos giran sorprendidos viendo a Mateo detrás con la mirada penetrante. —No es nada amor —Se apresura en responder Diego —Sus rostros no expresan lo mismo, ¿Matías? ¿qué sucede
Han pasado las semanas y todos en la casa estaban en la sala disfrutando de los juegos de los pequeños, Nathy hacía pucheros constantes como si algo no le gustara, Mateo, aunque se sentía agotado compartía con sus cachorros junto con las demás integrantes de la casa.—Nathy, ¿qué sucede princesa? —pregunta Mateo y esta seguía haciendo pucheros, Alex gira para mirarlo sonriendo —¿tú sabes algo, Alex?Este comienza a gatear balbuceando en dirección a la habitación donde Diego se encontraba durmiendo. La noche ha sido muy agitada para ambos, luego de haber vuelto del departamento Diego seguía con ganas tomando a su Omega de nuevo, últimamente seguía ansiosos con Mateo y su Omega.—Ahhh ya veo, pero papi está agotado —Dice mirando a Nathasha. Ésta aumentando sus gestos pareciera como que se pondría a llorar —está bien, vamos a ver a papi, pero no lo despertaremos, solo estaremos a su lado, ¿está bien? —Dice Mateo poniéndose de pie, Nathy comenzaba a sonreír moviendo sus manos de alegría p
Al llegar a su hogar, Diego no ha podido despertar a Mateo para que fuera a la habitación, tomándolo en sus brazos comienza a caminar para adentrarse a la casa, Sarah al oír la puerta ser abierta rápidamente va a recibirlos sorprendiéndose al ver a Mateo en brazos de Diego.—¿Mierda que pasó? —Grita agitada pensando que algo malo sucedía.—Shhh solo está dormido, no he podido despertarlo. Lo llevaré a la habitación —Dice Diego sin detener sus pasos en dirección a este. —Mmmm Diego necesito conversar contigo en cuanto puedas —Dice Sarah con tono serio. Mateo se acomoda en el hombro de Diego comenzando a ronronear, este da un suspiro enternecido por lo tierno que lo sentía.—Si que ha cambiado mi enano —Dice Sarah con una sonrisa, Diego asiente serio con la cabeza para luego continuar su camino.***********Bajándolo con cuidado en la cama y un suave beso en la frente, vuelve a la sala para conversar con Sarah. —¿Qué sucede? —pregunta con seriedad, no quería malas noticias, pero si Sa
El día iniciaba, la luz del sol comenzaba a iluminar a través de la ventana escurriéndose a través de las cortinas. Diego tenía a Mateo fuertemente entre sus brazos mientras seguía ronroneando muy pegado a su cuello.Mateo comienza a abrir sus ojos lentamente, y con el ceño fruncido guía su vista en toda la habitación.—¡Mierda! ¡los pequeños! —Grita Mateo apartando los brazos de Diego sentándose en la cama, este comienza a gruñir molesto —¡Ey!—¡No te vayas!—¡Diego! ¿con quién mierda estas soñando? ¡despierta!—Hmmm Mateo, no quiero. Te quiero aquí, conmigo.—¡Diego! tenemos dos pequeños en casa, ¡debemos volver!—Sí, y también tres personas adultas que los cuidarán con mucho amor.—¡Pero nosotros somos sus padres!Diego oyendo a Mateo comienza a chillar haciendo pucheros y con la mirada brillosa.—No Diego, no es momento que me hagas tus poses de manipulador.—Mateo, solo un momento más. Te extraño mucho, hace tiempo que no te tengo solo para mi —aumentando el puchero en sus labios
—No te detengas.—Alfa… —susurra Mateo.—Hazlo —Gruñe cerrando sus ojos.Mateo al sentir complacencia toma con fuerza el cuerpo de Alfa para arrastrarlo por su cuerpo.Alfa al sentir el calor del cuerpo de Mateo, comienza a ronronear grave entregándose en las manos de este.Mientras Mateo repartía mordiscos al hombro de Diego comienza a desabrochar el botón y luego bajando el cierre, Alfa ansioso toma del borde de la cintura de su pantalón para bajarlo con todo y ropa interior.Mateo sonríe ante su hecho desesperado.—¿Ansioso Alfa? Haré que grites mi nombre —gruñe mordiendo el lóbulo de la oreja del Alfa haciendo que este se estremeciera.Deshaciéndose de su ropa Mateo queda desnudo por completo. Alfa gira para mirarlo y tomar en su mano el miembro de Mateo para acariciarlo, este cierra sus ojos disfrutando del toque, mientras subía y bajaba, Mateo comenzaba a gemir entre gruñidos.—No te entregues, te quiero a ti —gruñe Alfa al percibir que Mateo comenzaba a sentir sus ojos arder.M