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Las horas fueron pasando, Mateo despierta de un sobre salto notando que Diego aún seguía dormido.

Mirando la hora en el reloj, a un lado de la cama siendo las 9 de la mañana decide salir de la cama sigilosamente, para ir al baño a darse una ducha.

Quería dejar de estar en ese encierro, mientras sentía la calidez de las gotas caer sobre su cuerpo, en su mente pasaron imágenes del viaje que había tomado con Diego a Lampang.

Recordaba que tenía deseos de volver para disfrutar de sus paisajes, si en unos días podría ser su final, ¿por qué seguir encerrado, en lugar de disfrutar de todo en cuanto pueda?

Luego de unos minutos con una toalla ceñida a su cintura y otra secando su cabellera negra se dispone a salir del baño.

Encontrando a Diego aún en la cama, se aproxima lentamente sentándose a un lado de este comienza a acariciar su rostro.

Delineando con un dedo la fina y suave piel del rostro ajeno, Diego despierta abriendo sus ojos lentamente encontrándose con la mirada más tierna q
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