Sabía que tendría muchas dudas. Tendrá muchas preguntas que querrá hacerme, no sé si después de que se los responda todas, seguiría a mi lado.Un Alfa como él en algún momento querrá a un Omega sumiso y complaciente a su lado.¿Podrá aceptar lo que soy? Ahora solo disfruto verlo dormir, mi sábado no fue muy lejos de mis planes de mantenerme dentro de mi departamento.Sé que tendrá que irse ¿cómo podré dejarlo ir ahora? ¿Qué debo hacer? Me siento posesivo.Me aparto de su cuerpo para ir a la cocina a prepararme una taza de té.Con mi taza caliente voy al sofá de la sala para disfrutar de él, para seguir pensando.Mi vida no ha sido fácil, extraño a mi madre, ella podría aconsejarme, aunque terminaría haciendo lo que quisiera. Pero no la tengo aquí, creía que mi vida era buena, pero ahora teniendo a Diego me doy cuenta que sin él no tengo nada.Si me acostumbro a tenerlo, cuando por alguna razón decidiera alejarse, me será difícil reponerme. Ser destinados no es un seguro para que acept
Verlo comer tan animado, es algo que nunca había estado en mis planes, pero ahora creo que podría convertirse en uno de mis placeres.Aunque no haya dicho nada, con su mirada sé que esta abarrotado de preguntas, que cuando termine, no dudará en hacerlas.Me tomo mi tiempo para dejar en orden la cocina, mientras me observaba desde el sofá de la sala, su mirada penetrante solo podía hacerme sentir que esto capaz termine en pelea.Sentándome a su lado, aún se mantiene en silencio, ya está alterándome, terminaré aplicándole una llave y sacarlo fuera si permanece de esta forma.—¿Cómo conoces a Matías? —Y ya empezamos, no puedo decirle que soy investigador secreto para la policía y que Matías me ayudo para lograrlo, o aun no es el tiempo.— Somos amigos.— Pregunté ¿cómo lo conoces? — Me gruñe.—Diego no me hables en ese tono! Es mi amigo punto, ¡no tengo la obligación de contarte mi historia con cada uno de mis amigos! — Respondo con rabia.—¿Por qué ese Omega dice que eres suyo? ¡Tú eres
Acostumbrarme a despertar solo todos los días en toda mi vida parecía ser lo mejor, pero sentirlo aferrado a mi cuerpo es malditamente agradable.Sentir su respiración en mi cuello se ha vuelto la mejor caricia de estas 3 mañanas, este maldito Alfa está haciendo que me acostumbrara para luego no poder deshacerme de él.Apartó su brazo saliendo de la cama para ir al baño y ducharme.Debo ir a la revista para una reunión para la próxima temporada, sé que Diego no dejará que me fuera solo, así que me resigno a saber que irá conmigo.Saliendo de la ducha con la cintura ceñida con la toalla y otra en mi mano secando mi cabello, Diego se encontraba sentado en la cama viéndome.— ¿Qué estás haciendo? — me pregunta gruñéndome.— Sabes que debo ir a la revista, Diego— Digo con agobio, no puedo creer que así iniciemos el día.— ¿Por qué te duchaste? Mi aroma ya no está en ti— Sonrío por esa tontería.— Diego, para el mundo tu aroma es igual al mío, nadie notará que no lo tengo.— ¡Pero yo si lo
—Necesito conversar contigo sin que él esté presente.Siento la furia de Diego, estaba por estallar, sus manos hacían puño, no le importaba siquiera que fuera su padre quién lo estaba incitando a reaccionar, debía pensar rápido o esto terminaría en un enfrentamiento donde yo estaría en medio, y les patearía el trasero a ambos.—¡Mateo es mío! — Sabía que estaba luchando, me había prometido controlarse.—¡Es un Alfa! — Doy un brinco de la silla rápidamente abalanzándome sobre Diego cubriendo su boca con mis manos, sabía que sería su Alfa quien respondería, si lo hacía me debilitaría y no podría detenerlos, ¡que mierda con estos dos cabezas huecas!—¡Diego es mi Alfa! Limítate a solo trabajar conmigo, ¡Alfa impertinente! — Los ojos de Diego se abren en gran manera, mis manos aún seguían cubriendo su boca.— Si quiero tenerte lo haré, ¡debes obedecerme! — Siento como Diego intenta apartar mis manos, pero presiono con más fuerza, sus ojos me veían con desesperación.— Entonces, ¡búscate o
Despertar siendo observado por dos ojos cafés, siento que podría acostumbrarme a esto.Pero su mirada me decía que tenía preguntas que hacer, claro después de haber alzado a su padre del cuello con una mano y desafiarlo con voz de mando, no es algo común ver en un Omega, era obvio que querría hablar de ello.— ¿Diego? — susurro viéndolo a sus ojos.— Mateo, ¿cómo lo hiciste?— No soy un Omega cualquiera Diego— Mi vida se ha vuelto en un sin fin de explicaciones, que no sé cuándo acabará, ni de qué manera.— Eso ya lo sé amor, pero ¿cómo no te doblegó la voz de mi padre? es un Alfa puro—No es fácil de explicar Diego.— Solo inténtalo— La única voz que puede doblegarme es la tuya, es algo de un capricho.— ¿Capricho?— Desde siempre estaba seguro que sería un Alfa— me siento en la cama con las piernas cruzadas una sobre la otra mientras me observaba con atención. —mi aroma, atraía a muchos incluso antes de descubrir que jerarquía éramos. Cuando me realicé la prueba no puedo negarte qu
—Viviremos juntos.—¡Eso no! se lo que pretendes Alfa y no lo vas a lograr.—No estoy preguntándote Mateo, solo quiero cuidarte.—¡Cuidarme mi trasero! ¡quieres controlarme!—Eres mío Mateo, tú también me marcaste. ¿Por qué lo hiciste? Eres Omega.—Ya te he dicho que soy parte Alfa, ¡lo hice por instinto! Necesito averiguar más sobre nuestro lazo. —Voy de nuevo a la notebook sentándome a la silla.Mientras iba buscando la página en donde había encontrado toda la historia Diego queda detrás de mí con la respiración relajada, no fue tan mala como creí que sería. Hasta ahora lo ha asimilado bastante bien o es lo que parece.¡Vaya, como no se me ocurrió leer esto!—¿Que encontraste Mateo?—Aunque quisiera que no leyeras mi mente será imposible. No sé por qué no se me ocurrió leer toda la información. Bueno sí, no tenía pensado conocer a mi Alfa.—Dilo de nuevo, suena sexy. —Ronronea en mi cuello.—¡Alfa vanidoso! informaciones buenas como malas mi querido Alfa. —sonrío con malicia.—Vamos
Que agradable se siente, parece como si estuviera en el paraíso, sus labios recorriendo cada rincón de mi cuerpo.Siento a mi Omega deleitándose de ese calor que provoca con cada rose.—Diego. —Gimo aun sin abrir mis ojos.—Mateo, eres hermoso. —sus dedos delinean sobre mi vientre marcado. —te deseo tanto —me gruñe sintiendo su respiración sobre mi cuerpo.Abro mis ojos encontrándome con los suyos, malditos ojos cafés que me enloquecen. Se muerde el labio inferior bajando sus ojos a los míos que se abre con deseo de sentirlos.—Mateo, mi Omega —gruñe besándome. Lo tomo con fuerza del cuello profundizando el beso, mi lengua entra a su boca en busca de la suya con anhelo, ¡maldita sea como puedo desearlo tanto! Comienzo a gemir sintiendo su dureza golpeando en mi vientre. Su lengua se entrelaza con el mío, sus rugidos son extasiantes, mueve su cadera como si estuviera dentro mío, ¡ahh mierda! Este Alfa me tiene en sus manos y aun no se ha dado cuenta.—Diego, te deseo —susurro en sus la
Los días pasaban, no lograba que Diego se apartara de mí. Cuando iba a su departamento insistía a que yo vaya con él.La verdad no me molestaba en absoluto, pero si me preocupaba, necesitaba saber más, algo sucedía que no quería contármelo.Aunque leyera sus pensamientos no podía descubrir que tenía oculto, pero estaba seguro que se trataba del encuentro entre su Alfa y mi Omega.Siento mi celo cerca y comienzo a tener la necesidad de protegerme.Diego no estará dispuesto a alejarse, pero mi mayor preocupación es que mi Alfa aún no se ha mostrado, no sé qué podría suceder. Diego de alguna forma me dio a entender que no se dejará tomar.No conozco a mi Alfa no sabría que podría pasar, muchas ideas cruzan mi cabeza.Diego tuvo que ir a la revista, por más que su padre insistía a que yo fuera, simplemente no lo permitía. Pelear por ello no lo veía necesario aún, así que tuve que darle mi palabra que me quedaría en mi departamento.Mientras me encontraba en la cocina, siento que mi cuerpo