Vasil se tomó la píldora y se recostó en el sofá.
— ¿Yo puedo quedarme un rato?
— Claro, envíame un mensaje cuando quieras ir a dormir, tengo una habitación donde puedes descansar, yo me acomodaré en cualquier parte.
— Gracias Demetrio, eres muy amable.
« Podrías dormir con ella » ahí estaba la vocecita burlona de Vasil, ni siquiera porque parecía salido de la guerra lo dejaba en paz.
« ¿No que te ibas a dormir? Quiero ir con calma, es demasiado para un solo día »
« Tienes razón, ve con calma, es lo mejor »
— Estaré abajo si me necesitas, solo avísame — Demetrio le dijo a la rubia al salir de la habitación.
Tan pronto Demetrio salió de la habitación, Abby tomo el móvil para ver la hora, era tarde, miró a la pelirroja tendida en la cama de Vasil y tecleo un mensaje.
— Sra. Susan, se ha hecho muy tarde, así que Helena se quedara esta noche conmigo en mi residencia del campus.
Casi de inmediato recibió la r
Fue ella quien se acomodó mejor bajo el peso del cuerpo de Demetrio, acoplándose a sus formas, mientras él metía la mano bajo su vestido de seda natural, subiendo por su muslo mientras mordisqueaba suavemente su cuello, haciéndola estremecer y quejarse en pequeños suspiros deliciosamente tentadores para el lobo. — ¡Ah…! — Dejó salir con suavidad haciendo que al Lycan le hirviera la sangre. Demetrio devoraba la boca de la chica, explorando con su lengua deliciosamente mientras ella acariciaba su espalda y luego su bien formado pecho. — Eres hermosa… quiero hacer esto bien, no quiero lastimarte… — No lo harás, sé que no lo harás, no te detengas, por favor… Él buscó sus pechos y los acarició por encima de la seda y ella arqueó la espalda buscando su sexo. De pronto la rubia desabrochaba su pantalón y bajaba la cremallera al tiempo que metía una mano dentro buscando su… — Espera, déjame deshacerme de esto — Dijo él quitándose el pa
Demetrio salió al pasillo y ya Abby estaba rondando en la segunda planta buscándolo.— ¡Aquí estás! Ven conmigo, debes tener hambre — Le dijo con una bonita sonrisa.— ¡Oh, sí, muero de hambre! — Canturreó tomándolo del brazo.Demetrio la tomó de la mano y al bajar las escaleras se toparon con muchas personas, Abby se sintió un poco intimidada.— No sabía que había tanta gente aquí…— Si ves hacia fuera, hay varios ofidios, varias alas en esta propiedad, la mayoría de las personas que ves aquí vive en esas áreas, pero este es el edifico principal, y de día funcionan ciertas dependencias… algunas relacionadas con la Compañía, y otras con oficios propios de la manada.— Ah… comprendo…— Ven, vamos a la cocina…Di
Helena seguía contemplando los hermosos ojos del lobo, esa mirada noble que le inspiraba tanta protección desde que era una niña, con la misma que soñaba cada vez que se sentía vulnerable, recordó como pensaba en él cuando estaba sola o triste.— He tenido esos sueños contigo… — Se animó a decir después de un rato.El lobo asintió con la mirada y le respondió en su cabeza.« Yo también, desde hace mucho, pero estaba confundido porque… bueno, es que todavía hay cosas que debes saber… »— ¿Cómo, hay más?« Si, pero es mejor que te muestre, así será más fácil de explicar »— Creo que es mejor que los dejemos solos un rato, ellos tienen mucho pendiente.Dijo Demetrio tomando la mano de Abby y tirando de ella con suavidad.
« Creo que puedo pedirle a Demetrio que le comente la idea a Abby, estoy seguro de que le gustará »« Si, hace tiempo quiere que me mude con ella »« Demetrio, espérame en el despacho, hay que organizar la protección de las chicas »« Claro, ¿Necesitas que te lleve algo? »« Unos pantalones estaría bien »« Claro »Más tarde en el despacho, las dos parejas se sentaron para debatir lo que harían con la seguridad de las jóvenes.— Creo que es lo mejor sería que ambas tuvieran un departamento cerca del Campus, así no tendrían que viajar mucho, me preocupa el camino que rodea al bosque con esa manada que vive allí, además, si es necesario que se queden aquí algunos días también sería bueno.Comentó Vasil, los demás est
— Demetrio, ¿Irán ustedes por los muebles? — Preguntó sin quitar sus ojos de los de Helena, que ardía por dentro en silencio, sin atreverse a mover un solo músculo. El Beta comprendió y con recato y disimulo tomó la mano de Abby. — Iremos en este instante, me avisas cuando quieras que nos veamos. — Gracias, amigo. — Por nada — Lanzándole una mirada pícara al salir y añadiendo mentalmente: « Vamos tigre, es tu hora » Los chicos salieron cerrando la puerta tras de sí. — Estamos solos al fin… — Observó Helena con alivio, en realidad no fue sugerente, solo se sintió agradada de estar a solas con él, sin ruido, sin más conversaciones, sin otra cosa que apartara su atención de él. — Sí, es maravilloso estar aquí solos — Corroboró tomándola de las manos y acortando la distancia, entra ambos — ¿Lo sientes? Ella se dejó hundir en su mirada de oro. — Dime, ¿Lo sientes? Es como el magnetismo — su voz sonaba ronca y sexi, p
— Armin no sé si es que el químico causó algún efecto en ti, pero nada de lo que dices tiene el menor sentido.Dijo la Dra. Escéptica a las palabras del hombre.— Emile, tenemos toda la vida estudiando a Freya, a sus descendientes y a su enorme poder, ¿Y me dices que no podemos abrir la mente a que existen otras cosas que no conocemos? No porque no las entendamos, significa que no existan.Expresó son vehemencia.— Explícamelo más lento y con detalle…Emile Frazer escuchó el relato de Armín en silencio, apenas inspirando fuerte en algunos momentos y llevándose la mano a la boca en otros, como cuando le dijo que el lobo le había cercenado el brazo, era increíble, pero sobre el razonamiento de Armin, era factible.Es decir, si podían creer en que una diosa Nórdica existía y dejó un artefacto pod
Abby notó la voz grave de Helena, la conocía bien, cuando ponía esa cara y hablaba de esa forma las cosas no estaban del todo bien, era evidente que algo le iba a soltar.— ¿Sucede algo? — Preguntó con cuidado, intuyendo que no le había ido bien a solas con Vasil.Helena inspiró profundo, abrió la boca para contestar, pero era demasiado cruel desbaratarle a Abby el castillo de naipes que se había creado en la cabeza. No sabía cómo comenzar, hizo dos intentos, pero no se atrevió, mejor seguía la corriente y ya luego vería.— ¿Entonces? — Insistió la rubia esperando a que soltara una bomba.— Nada, solo creo que estás haciendo un gran trabajo con la elección de todo el mobiliario.Abby sonrió, pero esa sonrisa no llegó a sus ojos, lo dejó pasar, pero sabía que hab&iacut
El fin de semana se fue rápido entre la mudanza de las chicas, empacar y volver a desempacar, decorar y dejar todo listo en el nuevo departamento, para cuando llegó el domingo por la tarde ambas estaban cansadas, Abby quería salir a tomar aire, así que llamó a Demetrio para hacer planes para los cuatro.— Pecas adivina que, los chicos vienen por nosotras para salir un rato — Anunció con una gran sonrisa.— ¿Hiciste planes y no me dijiste? ¿A qué hora vienen? ¡No me dará tiempo de estar lista!— Descuida, apenas les hable — La tranquilizó al notar su cambio de intereses y también de ánimo, le alegraba que estuviera mejor, y que esa cara de contrariedad que tenía el día anterior hubiera pasado.— Ahora que parece que todo está bien… ¿Puedo preguntar algo? — dijo con cautela, no quer&iac