trataré del miercoles actualizar... mi hijo anda en examenes finales y parecen mis examenes jeje cuidense
60- JacobLa vista que me regalaba Romina era hermosa, ella en mi oficina con ojos verdes brillantes viendo la vista de Alemania desde la altura, su emoción salía por los poros de una manera que me encantaba, me hizo drenar la furia que sentí al oír a Clara tratarla de esa manera.Mi madre y la de ella son amigas del colegio y siempre han soñado con que nosotros formalizáramos una relación, eso no iba a suceder. Clara jamás fue mi tipo, no por que me crea más, pero una persona que se la pase de compras y denigrando a todo el mundo mientras arruga su nariz operada no es mi idea de compañera de vida.Cuando pienso en compañera de vida se me viene a la mente Mina y nadie más, me gustaría conocer a su hijo y demostrarle que puedo ser mucho más que un acostón, esas cosas creo poder hacerlas cuando se trata de Mina y su hijo, es algo natural en mi pensar en esa personita que de seguro se parece a ella.—¿Estás bien? — pregunté después de un rato.—Sí, es solo que Clara siempre a tenido la c
61- Carlota Ya me siento mejor y se lo he dicho varias veces a Viken y aun así no quiere dejarme ir a casa para estar en la comodidad de mis cosas, estoy acostumbrada a vivir sola y Viken le gusta medir y kilometrar todo lo que hago y acompañarme a muchos lados y es algo tedioso, las chicas estaban lejos y la verdad no quería molestarlas con mis cosas. Algo me decía que Viken me estaba ocultando algo, tal vez sean cosas mías, pero pienso que por algún motivo no quiere que me vaya a casa una noche cuando salió a verificar algo en sus bares, tenía al menos cuatro días que no iba y necesitaban su firma, tome mis cosas y me fui a mi casa, era lo mejor. Le dejé una nota en la cocina y agarre fuerte mi pequeña maleta, no había necesidad de quedarme aquí si ya me sentía perfectamente bien, esto era del todo innecesario. Bajé tranquila en el ascensor y dos pisos más abajo entró una mujer de cabellos rojos y bajita, saludé por educación. —Buenas noches —murmuré medio alto, no contestó y no
VikenDos horas antes.Estoy en este restaurante vacío gracias a Belikov y su llamada, el lugar está solitario excepto por la mesa del fondo la más alejada y privada del lugar solitario, podía escoger cualquiera y escogió esa. Me paré frente a él y no dije nada hasta que él inicio la conversación.—Solheim — dice a modo de saludo —entiendo que quieres hablar conmigo.—Así es… — asentí y procedí a sentarme.—Bueno, soy todo oídos — descruza los brazos del pecho y los extiende como haciendo una seña de que siga— tienes quince minutos por la amistad que tengo con Belikov te recibí en mi restaurante, pero no estoy obligado a escucharte horas, ve al grano.—Leah a llegado demasiado lejos con esto, no tuve ni tendré una relación sentimental con ella— fui al grano como él quería— jamás tuve una relación con tu hija y lo que es claro que fue un error tenerla para solo una noche y me disculpo por eso, pero ya ha matado a cinco mujeres que se me acercaron y a penas pude salvar a la sexta mujer
Viken La vi más hermética que de costumbre, ella es así, pero sé que esta vez es diferente y es porque está molesta o en shock no la culpo por eso, estuvimos de pie viéndonos a los ojos por unos segundos eternos, era demasiado hermosa para ser real, jamás había pensado así de una mujer. —Le llamé a alguien de confianza para que limpiara el lugar y mantenerlo— le expliqué, rompiendo el silencio. —Hablemos y luego te marchas —me corto la charla banal, supongo que me merecía su frialdad, pero no lo dejaría así tan fácil. Tontamente me alejé de ella por creer que tenía algo con el tipo del restaurante y me decepcioné por mis tontas suposiciones, no haré lo mismo de nuevo. —Leah y yo tuvimos algo hace unos años… por decirlo de alguna manera, solo fue una noche, puede que se escuché horrible, pero se lo dejé claro —me observaba atenta a mi relato y descruzó los brazos y lo vi como un avance —ha desaparecido a las mujeres que se me acercan y honestamente no me había dado cuenta, hasta qu
64- RominaDebo decirle la verdad.Es lo correcto y con esa mentalidad iba en el taxi de camino a su casa, Helga me dijo que lo podía cuidar sin problema alguno, me quedé pensativa tratando de pensar en donde podían conocerse y tal vez en un parque era lo mejor para que se vieran por primera vez, me imagino a Lu conociendo por fin a su papá y el corazón retumba más rápido dentro de mi pecho.—Ya llegamos, señora— me dice la muchacha que manejaba el taxi.—Gracias, ¿cuánto te debo? —le pregunté sacando mi monedero de mi cartera, le pagué y bajé del taxi y me enfilé directa a la entrada de la bonita casa.No me dio tiempo de tocar cuando ya alguien me abría la puerta y una mujer de cabello canoso en un perfecto moño apretado y con ojos severos, levantó el mentón y detalle sus facciones por mucho tiempo, hasta que se atrevió hablar rompiendo el silencio espeso que nos rodeaba.—¿Y tu eres? —pregunta arrugando su bonita nariz de botón, sus labios eran una fina línea en estado molesto y t
65- RominaNos sentamos a la mesa liderada por Jacob, yo estaba a su derecha y a su izquierda su madre, gracias a Dios Ester se sentó a mi lado, Jacob no la dejó irse a casa sin antes comer algo de lo que ella misma se esmeró en preparar, aun la señora Collins llevaba el ceño fruncido y la nariz arrugada como si oliera mal.El menú era muy sencillo, un pure de papa, acompañado de un cordero y una ensalada fresca que llevaba piña, aguacate y otros ingredientes que quería adivinar para hacerla para Lu después, comenzamos a comer en silencio hasta que la señora Ester comenzó hacerme preguntas de mi vida que respondí con facilidad, hasta llegar al tema de Lu.—¿Tienes un hijo? —aplaudió la señora Ester contenta—amo los niños ¿podríamos conocerlo?—Sí, es realmente un buen chico. Creo que sí, hay que planearlo bien— respondí contenta de pensar en Lu al lado de Jacob en un día de películas.—¿No eres muy joven para ser madre? —pregunta la señora Cora— yo también los tuve joven, pero estaba
66 Jacob No podía creer que mi madre dijera esas cosas, cuando mi padre estaba vivo ella no era su muerte la ha cambiado enormemente, ella siempre tuvo un carácter tranquilo, no sé si se deba a la soledad o las ganas de hacer las cosas a su manera como había hecho papá hace cinco años atrás, es lo que me lleva a la sensación de culpa que sentía al tratar a mi madre con mano dura, pero tampoco podía dejar ni permitir que trate de esa manera a Romina, pensé que una vez la conociera las cosas mejorarían, pero me equivoqué. Sabía que cuando las encontré en la entrada de la casa algo había pasado y pese a lo que pensé que haría, Mina no me dijo nada, se mantuvo estoica y con una sonrisa sincera en su rostro tratando de caerle bien a mi madre, quien llegó a mi casa sin previo aviso con quejas de parte de Clara quien por supuesto había dado su versión de los hechos en la oficina. No me importa lo que piense mi madre, no es cuestión de quien tiene la razón, el problema es que ese trio quier
Genoveva Tengo que tener esta publicidad lista y hasta ahora no me gusta nada de lo que los creadores me han entregado, estoy tan concentrada en lo que estoy haciendo que casi no escucho la llamada de mi asistente. —Señorita, Genoveva —me llaman por el intercomunicador. Puse los ojos en blanco porque esta niña no era como Rita y Mónica que si sabían cómo yo trabajaba y cuando no debía ser interrumpida. —¿Qué quieres, niña? —pregunté de mal humor. —El técnico que envió el señor Collins está aquí, necesita hablar con usted — no iba a corregirla con el término que uso para el empleado de Jacob porque sinceramente no me importa. —Hazlo pasar —pedí colgando. Segundos después un hombre un tanto delgado, con gafas y moreno hace acto de presencia con una carpeta en la mano. —Ya hablé con el señor Jacob, era imperativo que él lo supiera primero porque es mi jefe, debe llamarlo ahora mismo— em entrega las carpetas sin saludos ni nada que tenga que ver acerca de la educación, recibí la ca