Distribuir volantes hasta que oscurece, al regresar al teatro, las chicas se comportan bastante bien. No hay una queja, sino una energía vibrante.

Adriana no ha estado involucrada en la dirección de una obra de teatro durante varios años, pero tan pronto como se pone manos a la obra, parece ser una experta.

El elenco de enanitos no es suficiente, incluso han tenido que utilizar a un maquillador, lo cual resulta conveniente para la trama.

—Falta un príncipe, tendremos que pedir prestado a alguien.

Esto se vuelve un poco complicado; en todo el grupo, ¿quién estaría dispuesto a ayudarlas ahora?

Justo cuando estaba preocupada, Oscar, un actor con el que Adriana había trabajado antes, le envió un mensaje y les presentó a alguien en el grupo llamado Hernán.

Adriana estaba muy agradecida.

—Director Tafur también fue amable conmigo antes, no puedo ayudarles y ya me siento bastante culpable— dijo Oscar.

Después de todo, las personas siempre tienen sus propios intereses egoístas.

Adriana pensó q