—¿Dónde… dónde estoy? ¿Acaso... estoy muerto?En un espacio caótico, la débil voz de Xavier sonaba suavemente. Sentía su cuerpo muy ligero, tan ligero como un globo sin peso alguno, flotando en el aire.Intentaba abrir los ojos. Pero, a pesar de su gran esfuerzo, sus párpados seguían tan pesados com
—La señorita Serrano está bien. Por favor, descansa bien primero, estás bastante herido —dijo Valeria mirando fijamente a Xavier con gran preocupación en su rostro. Decidió no revelar la verdad por ahora.—¿Estás seguro de que está bien?Xavier frunció levemente el ceño: —Capitana Zumbado, sé que me
—¿Teresa, por qué estás aquí?Valeria miró a la mujer que caminaba frente a ella con gran sorpresa. ¿No tenía Teresa una cirugía programada ahora?—Por supuesto, escuché a alguien hablando mal de mí a mis espaldas, así que vine de inmediato—dijo Teresa Torres con una amplia sonrisa. —Bueno, estoy b
—Doctora Torres, ¿puedes dejar de burlarte de mí?Xavier sonrió amargamente al enfrentarse a Teresa que se acercaba directo hacia él.—Guapo, ¡yo no estoy burlándome de ti en lo absoluto! Estoy siendo completamente seria —dijo Teresa con una sonrisa muy encantadora y con sus ojos llenos de picardía.
—Doctora Torres, esto no me parece que sea apropiado.Xavier miró la expresión coqueta en los labios rojos de Teresa y levantó una ceja nuevamente. ¿Por qué se sentía como si fuera un espécimen vivo?—Guapo, realmente no seas tan tímido. ¿Qué tal si cooperas conmigo para revisar? Te daré un poco de…
—Guapo, no esperaba que tuvieses semejante cuerpazo.Teresa miraba sugestivamente los contornos musculosos del pecho de Xavier, con un brillo de picardía en sus ojos.—Jeje, no está nada mal.Xavier sonrió muy incómodo, sintiendo como si esa mujer lo estuviera mirando fijamente, lo que le causaba un
—Xavier, ¿qué ha pasado exactamente? —le preguntó Valeria con gran sorpresa. ¿Cómo era posible que la sutura de la herida de Xavier se hubiera abierto así de repente?—¡Pregúntaselo a tu buena amiga! —respondió Xavier con amargura. Si no fuera por esa mujer provocándolo insistentemente, su herida no
En el mismo momento. En la suit presidencial, Beatriz estaba de pie junto a la ventana de marco francés, observando indiferentemente el bullicio de la ciudad desde arriba.Carmen estaba detrás de ella, con una expresión seria, informándole: —Señorita, Miguel ya está fuera de peligro y Xa... Xavier