En la zona del Horizonte Dorado.Beatriz observó la postura firme de Xavier mientras se agachaba, sintiéndose secretamente complacida. Nunca pensó que Xavier estaría dispuesto a cargarla.—¡Era genial!Sin pensarlo, Beatriz afirmó con la cabeza. Luego, con las manos apoyadas en el cuerpo, se levantó
El cuerpo de Xavier se puso un poco rígido.¡¿Qué estaba tratando de hacer esa mujer?!Primero, decía cosas extrañas sobre el pasado, y ahora envolvía su brazo directamente alrededor de su cuello. Habría que tener en cuenta que eso era algo íntimo que solo hacían las parejas.Antes, cuando cargaba a
De vuelta en la mansión.El cielo ya estaba completamente oscuro.Después de tomar una ducha, Xavier se recostó en la cama. Originalmente, pensaba descansar tranquilamente un rato. Sin embargo, su mente estaba llena de todo lo que había sucedido esa tarde en la zona del Horizonte Dorado con Beatriz.
Al principio, al llegar al corazón de la selva tropical y al pequeño reino allí, la relación entre él y Beatriz seguía siendo la misma, sin decir absolutamente una sola palabra.Guiados por el rey local, el grupo se instaló en habitaciones preparadas especialmente para ellos.El propósito del viaje
Después de esa noche, la relación entre él y Beatriz experimentó un cambio evidente y total. Beatriz ya no mostraba la misma indiferencia de antes, sino que ahora estaba llena de preocupación, especialmente por la herida en su pecho.Dos días después, finalmente lograron atravesar la selva primitiva
—¿Qué noticias?La sorpresa en la voz de Sonia dejó a Xavier totalmente perplejo.—¡Es sobre la señorita Serrano! —dijo Sonia. —¿Se trata de Beatriz?Al escuchar eso, Xavier se incorporó de la cama de inmediato.—¿Está en peligro de nuevo?—No, es que, en cinco días, la señorita Serrano va a celebr
—Sí, yerno, siéntate con gran rapidez—invitó entusiásticamente Paloma. —¿Quieres que mamá te sirva una taza de agua? ¡Debía atender bien a ese yerno!En aquel entonces, cuando decidió que su hija se divorciara de Xavier, ¡fue una decisión realmente muy sabia! Seguir a ese inútil solo los habría ar
Después de escuchar personalmente de Beatriz decirle esas palabras, el corazón de Xavier cayó en picada total. No volvió a decir una sola palabra. Sí, ella era una señorita de alta cuna, mientras que él no era más que un humilde guardaespaldas ante sus ojos. Quizás, en tiempos de apuro para la prin