La comunidad Paz y Alegría era un vecindario antiguo y común. La casa de Sonia estaba aquí.Caminando por los estrechos pasillos, Sonia se disculpó un poco avergonzada: —Lo siento, vendimos nuestra villa anterior, así que temporalmente nos mudamos de regreso al piso antiguo...—No te preocupes —sonr
—Hola, Sonia. Mario se levantó activamente para saludar a Sonia.—Hola —respondió Sonia con cortesía, a pesar de que no le agradaba Mario.—Sonia, ¿es así cómo tratas a Mario?Pablo la reprendió de inmediato.—Tío, ya te lo he dicho, no me gusta él. Además, ya tengo novio. Sonia frunció el ceño li
¡Pfft! Mario estuvo realmente a punto de escupir sangre por la ira. ¡¿Cómo podía alguien tener la cara tan dura?!—Chico, realmente tienes mucho coraje.Se burló Mario mientras miraba fríamente a Xavier. Simplemente no podía creer que un joven como él, que dependía de una mujer, pudiera tener realme
Mario parpadeó con expresión inquisitiva. ¿Ese muchacho realmente tenía tanta habilidad?El padre de Sonia, Carlos, enderezó rápidamente la espalda en ese momento, mostrando una rara seriedad. Quería saber quién era realmente este joven.Xavier sintió las miradas furtivas de los tíos, sonrió y dijo:
Mario observó detenidamente las caras de los padres de Sonia con gran satisfacción en su corazón. Sabía que la balanza de la victoria se inclinaba hacia él. Se acercó a Xavier, le dio una palmada en el hombro con pretendida generosidad y dijo.—Muchacho, como hombre, puedo entenderlo. A veces, los h
—Mamá, no voy a ir. ¡Puedes hablar aquí mismo! —dijo Sonia, apretando con rabia los labios y mostrando una rara obstinación.—Sonia, tú...Viendo a su hija tan terca, Sofía se sintió impotente por un momento.Lucía frunció levemente el ceño y comenzó a culpar a Sonia por no ser sensata: —Sonia, ¿qué
—Muchacho, ¿qué mirada es esa? ¿Y qué quieres decir con «no vale la pena molestarse con gente como yo»? ¡¿Quién te crees que eres?!Frente a la mirada fría de Xavier, Lucía, que ya tenía un temperamento irritable, se enfureció instantáneamente.Mario aprovechó en ese momento la oportunidad para habl
—Mario, ¿quieres morir? ¿Cómo te atreves a hablarle así al señor Chiva?Del otro lado del teléfono, Lorenzo escuchaba con sudor en la frente, deseando poder ir personalmente al otro extremo de la línea y darle una fuerte paliza a Mario por su falta de respeto.—Pareces muy convincente, gerente Uriar