Hasta altas horas de la noche, todo terminó. Julio aún no estaba despierto, pero abrazaba fuertemente a Silvia. Silvia miró fijamente lo que había conseguido en el vaso estéril a un lado, sabiendo que era hora de irse. Quería salir del abrazo de Julio, pero el hombre la abrazó aún más fuerte. Sin o
Silvia instintivamente levantó la cabeza, incrédula, mirando a Julio. Él no estaba enojado, simplemente la observaba, con cada palabra cuidadosamente pronunciada: —Ahora dime, en realidad ¿qué es lo que quieres?Estaban tan cerca uno del otro, Silvia enfrentó su mirada complicada y en ese momento
Desde que decidió divorciarse, Silvia nunca había pensado en convertirse en una verdadera esposa de Julio.Julio acarició suavemente los mechones sueltos de su cabello: —Llámame.Silvia abrió con ligereza sus labios rojos: —Juli.Julio quería besarla, pero el timbre de la puerta interrumpió justo
En el camino hacia Seveza, la lluvia caía abundantemente. Silvia estaba muy cómoda sentada en el asiento del copiloto y notó de manera inadvertida el apuesto perfil de Julio. Su respiración se detuvo por un breve momento, pero pronto se recuperó y miró hacia afuera por la ventana.Para ser honesta,
Bajo la suave luz, Silvia contemplaba el rostro frente a ella, tan familiar como siempre, sin saber en ese momento qué decir. Julio inclinó la cabeza y le dio un delicado beso en la frente. La mano de Silvia sobre la manta se apretó ligeramente. —Hoy estoy un poco cansada, no quiero. Julio se det
Después de escucharlo brevemente, Silvia levantó la mano y tomó la de Julio, luego lo abrazó con ternura y le dio un suave beso en los labios. Ella pensó que eso sería suficiente, pero Julio dejó caer el desayuno y la agarró por detrás de la cabeza, intensificando con pasión el beso.Aunque estaban
El dormitorio estaba lleno de recuerdos dejados por el padre de Silvia. Entre ellos, una pintura en particular era de Silvia hecha por su padre. Después de la muerte del padre de Silvia, su madre, Andrea, y su hermano menor, Antonio, no pudieron administrar muy bien la empresa y finalmente tuvieron
¡Pum! Un brillante fuego artificial se desvaneció por completo en el cielo en un instante. La chica de la pareja al lado agarró asustada la mano del chico y le dijo: —Debemos estar juntos para siempre. Silvia miró sus figuras mientras de repente sintió el fuerte deseo de enamorarse. Desde que se