—Silvia, permíteme aconsejarte algo. Quien no te ama nunca te amará. Ya sea que finjas sordera y mudez, o incluso pierdas la memoria, Julio nunca te amará.Silvia lo escuchó tranquilamente, sin mostrar ningún tipo de emoción en sus ojos. —¿Has terminado?Natalia la miró con sorpresa. Silvia se lev
—¿Cómo es que nunca lo he visto?—El tío Eduardo tiene una identidad muy misteriosa. A menos que mamá esté en peligro, él no aparecerá.—No me extraña. Cuando estaba en el extranjero, solo escuché que tenías guardaespaldas, pero nunca los vi. Viviana también tenía guardaespaldas especiales, pero ge
Él no quería que Silvia se esforzara tanto cuidándolo siempre. Aunque el tío Luis era muy agradable, su entorno era demasiado peligroso. Prefería que su madre estuviera segura con un hombre. Viviana no esperaba que el niño tuviera esa gran preocupación. También agregó: —Aunque mi padre quiere que m
Al día siguiente, a las cinco de la madrugada, Silvia acompañó a Viviana hasta la puerta. Antes de salir, Viviana estaba especialmente nerviosa.—Silvia, ¿está bien mi aspecto hoy?Viviana tenía una base muy buena, con unos ojos almendrados y un rostro ovalado, delicado y muy encantador.—Te ves muy
—¿Viste a esa tal señorita Mesonero? ¡Tan gorda como una cerda y todavía se atreve a venir a una cita!—Jajaja, ¡es un completo dinosaurio! Cuando camina, parece que va a derrumbar toda la casa.—Y la señorita Panadero, con esos labios rojos intensos, parece un verdadero fantasma...—¿Quién es ahora
Cuando se encontró con los ojos claros y furiosos de Silvia, David realmente no podía creer lo que veía. ¡Ella no solo se parecía, era Silvia! No entendía por qué Silvia estaría allí para una cita a ciegas.Antes de que pudiera reaccionar, Silvia le dijo enfáticamente a Eduardo: —Vámonos.Eduardo pr
Desde muy temprano, Julio escuchó a sus guardaespaldas decir que Silvia fue a restaurante Jardín Real esa mañana.—¿Qué fue a hacer al restaurante Jardín Real?Según lo que sabía, el restaurante Jardín Real era un lugar donde los hijos mimados pasaban el tiempo en diversión y total desenfreno, un lu
La venganza es un asesino muy despiadado, y la verdadera falta de compasión puede ser así.Silvia apretó los labios con fuerza, ni siquiera sentía el fuerte dolor en la palma de su mano.Antes, el grupo Orellana estaba en manos de su hermano menor, Antonio, y aunque había sufrido ciertas pérdidas, a