—Suéltame— Sofía intentaba darle golpes con sus puños, pero no eran nada para el hombre que la tenía apresada contra la pared —Quédate quieta— con una mano él inmovilizó su cabeza y apretó sus labios contra los de ella, Sofía estaba muy asustada no podía respiraba quería poder escapar ella apretaba fuerte sus dientes, pero el ímpetu con que él tomó su boca hizo que ella abriera la boca para buscar aire fue cuando él la invadió más, entonces Sofía pensó en hacer un último intento. Sofía mordió el labio de Sebastián, él se alejó un poco —Arrrgh— gruñó él de dolor, en ese momento ella aprovechó para correr, pero él no se iba a quedar ahí, al llegar a una esquina Tiró nuevamente del brazo de Sofía, pero antes de que él volviera a apresarla ella le lanzaba golpes con su bolso, alguien apareció y vio la escena, era Antonella, corrió y empujó a Sebastián. —Oye, ¿Qué te pasa? Aléjate de ella— Le gruño Antonella. La mirada de Sebastián pareció volver en sí, miró a Sofía. —Yo… Sofía lo sient
Sus caderas empezaban a moverse con más intensidad sobre su miembro —Xavier— suplicó ella. —Tranquila amor— Xavier la besó en los labios, se levantó con ella sin romper el beso, la depositó de espalda en la cama para quedar él encima de ella. hizo un camino de besos hasta llegar a su vientre. retiró de ella la única prenda que le quedaba. La visión de Xavier con su rostro entre sus piernas fue lo más erótico que jamás había visto, de hecho, lo único. Sofía movía de un lado a otro su cabeza, mientras con una mano se aferraba a las sábanas y con la otra tiraba del cabello de Xavier, no sabía si para apartarlo o para acercarlo más a ella, si es que eso era posible. Él estaba concentrado en darle placer y llevarla a la cima con sus dedos y sus labios. Pronunciar alguna palabra o frase coherente era misión imposible para Sofía. El grito de liberación llegó al mismo tiempo que su visión se nubló y de sus ojos cayeron algunas lágrimas cuando sus ojos se cerraron con fuerza. Xavier volvi
Xavier y Sofía terminaron de almorzar en aquel restaurante francés al cual habían ido una vez hace muchos meses, en esa ocasión no pudieron quedarse ahí porque su hermano y cuñada estaban teniendo una cita romántica en ese mismo restaurante. Ella y Xavier aún no tenían una relación y Sofía temía que los malinterpretaran por eso decidió salir de ahí antes que los miraran.—¿No tienes que volver al trabajo? — preguntó Sofía una vez en el auto.—Sí, pero puedo llevarte a casa primero— Xavier la miró a los ojos sin apartar la mirada, conforme pasaban los segundos Sofía estaba poniéndose algo nerviosa el brillo en sus ojos le indicaban que estaba tramando algo.—¿Qué? — preguntó ella.Xavier tomó su rostro en sus manos y la besó —Vamos a tu departamento esta tarde— propuso él, cerca de su oído y las mejillas de Sofía se sonrojaron.—¿Qué haremos ahí? — musitó ella.—Lo que tú quieras, excepto…——¿Excepto tener sexo? — Xavier soltó una carcajada y ella lo imitó.—¿Desde cuando eres así de p
Frente al escritorio de Xavier su asistente esperaba que él terminara de firmar unos documentos, después de unos minutos Xavier terminó, le entregó la pila de documentos a su asistente y le encargó realizar unas tareas más, Xavier tenía algunas cosas retrasadas y necesitaba tener todo al día por que mañana por fin llevaría a cabo lo que habían planeado, irse de viaje con su princesa.Eran las cinco de la tarde cuando Xavier por fin terminó su trabajo, hace unos minutos su asistente había entrado preguntando si necesitaba algo más, Xavier le dijo que podía irse a su casa.Dos toques en la puerta, sonaron cuando Xavier estaba por apagar su computadora.—Adelante.Xavier escuchó cuando la puerta se abrió y volvió a cerrarse, pensó que talvez sería Gino o uno de los gerentes. Una delgada y femenina figura se paró en frente de él, Levantó la mirada y se encontró con Amanda.—¿Mucho trabajo aún?En la mañana Amanda había llegado con su equipo de diseñadores que trabajarían en el proyecto, E
Sofía se levantó y tiró del brazo de Xavier. —Ven, vamos a nadar— dijo ella muy emocionada.Sofía no espero la respuesta de él y empezó a quitarse la ropa, primero se quitó la blusa y seguidamente su short, un segundo después se dio cuenta de la mirada de Xavier sobre ella, y se sintió como una presa a punto de ser atacada por su depredador.—Xavier… no me mires así— Él por fin se puso de pie, se acercó a ella la tomó de la cintura y depositó un beso sobre sus labios. Después se separó de ella volviendo a contemplar su cuerpo de arriba abajo. —Pareciera como si nunca has visto a una mujer en traje de baño—Xavier negó con la cabeza —No una tan hermosa como tú, y estoy locamente enamorado— en un ágil movimiento Xavier se quitó la camiseta y se lanzó sobre el
—De acuerdo— dijo Ezio levantando ambas manos en señal de rendición. Y Sofía se lo agradeció aún no estaba preparada para tolerar la cercanía de otro hombre que no fuera su amado o su familia. Su amigo los invitó a pasar.Atravesaron todo el salón y no se detuvieron en ninguna de las mesas, salieron por una puerta y estaban nuevamente al aire libre caminaron por un sendero iluminado por pequeñas lámparas en el suelo, el sonido de las olas se escuchaba de fondo.Sofía divisó un Pérgola iluminada con muchas luces también, había muchas velas en el suelo, Se dirigieron hacia allí. cuando llegaron, Ezio se hizo a un lado para que ellos pasaran y tomaran asiento, estos tenían muchos cojines. Y sobre la mesa había pétalos rojos y blancos, copas y una botella de vino.Ezio se despidió deseándoles una hermosa velad
El doctor llegó a donde estaban la familia y amigos, e indicó que necesitaba hablar con la familia del paciente. Los hijos siguieron al doctor. Santiago era el que podía hablar en ese momento, así que él se dirigió al doctor y preguntó por el estado de su padre. El doctor dio una serie de explicación que poco entendieron. El infarto fue repentino y sin previo aviso, además en la caída sufrió un fuerte golpe en la cabeza que le ocasionó una fractura y eso empeoró su estado.—Lo siento mucho— dijo el doctor.Los análisis mostraban que eran pocas las posibilidades que el anciano tenía para sobrevivir a una cirugía, y solo era cuestión de tiempo para otro infarto. Además, cuando su abogado se enteró de lo sucedido llegó con algunos documentos que el Señor Alberto había mandado que redactarse hace unas se
—Antes mi corazón no había encontrado el amor. Pero te encontré y no solo lo llenaste de amor, sino también de luz. Ahora mi vida cayó en oscuridad y tú sigue siendo esa luz, Princesa. Te necesito.—Entonces… si soy esa luz, solo camina conmigo te acompañaré en este camino, como tú lo hiciste conmigo. ¿De acuerdo?—Te necesito— le dijo Xavier entre besos.—Aquí estoy— contestó ella.Xavier la levantó en sus brazos y la acostó con él en la cama, Sofía solo llevaba puesta una camiseta de Xavier que le llegaba hasta la mitad de su muslo, después de salir del baño fue lo que encontró para ponerse.Acarició sus labios y volvió a besarla con la misma intensidad de antes —Quiero perderme en ti— susurró Xavier, la vio a los ojos —¿Me dejas? — aunque ella sabía lo que se venía a continuación, no sabía con exactitud lo que significaban las palabras de Xavier, pero ella estaba dispuesta a dejarse darse por completo a él.—Estoy aquí para ti.Xavier se colocó de rodillas sobre la cama para quitar